Once

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Más pronto que tarde tanto Derek como Dana descubrieron que los horarios de los estudiantes internos en hospitales eran ridículos, por lo que si querían ver a Ben cuando no estaba muriendo de cansancio o estudiando, tenían que colarse en el Hospital St. James en sus descansos. Esa tarde le textearon entrando en la cafetería del recinto y Dana fue a ordenar la comida mientras Derek esperaba en la mesa.

-Hola.- le dijo Ben, pues reconoció su voz inmediatamente.

-Ben, tanto tiempo.- contestó levantándose.

Ben, como siempre, estiró sus brazos y lo envolvió en un abrazado más largo del que Derek creía necesario; pero su amigo era un hombre de piel y él se sentía mal diciéndole que no quería tanto amor a esas horas de la tarde. El chico le dio unas palmaditas en la espalda antes de dejarlo ir y se desplomó sobre una de las sillas con una atmosfera gris rodeándolo.

-Creo que voy a llorar.- le dijo y Derek lo miró confundido.

-¿Qué? ¿Por qué?-

-Necesito comida.- dijo él haciendo el ademán de levantarse, pero Derek lo detuvo.

-Dana está pidiendo para los tres.- le dijo y se estiró para ver si su amiga estaba cerca.-¿Estás bien?- le preguntó.

-No.- admitió Ben en un suspiro.

Derek lo miró mejor y vio que su postura era más bien decaída y que sus ojos claros se veían brillantes y un poco hinchados, por lo que se pregunto si es que acaso ya había llorado. Se sintió ansioso, porque generalmente el que lidiaba con los episodios emocionales del grupo era Ben... Derek apenas estaba aprendiendo a ser sincero con lo que sentía y Dana era la terapia de shock hecha persona, no estaba seguro de que a Ben le hiciera muy bien ninguna de sus dos aproximaciones.

-¿Quieres hablar?- le preguntó.

-Sí.- asintió.

-¡Aquí está!- la voz de Dana hizo que ambos se sobresaltaran.-Oh, wow, te ves como uno de los doctores de Grey's Anatomy.- bromeó dejando las bandejas frente a ellos.

-¿Gracias?- sonrió Ben.

-El celeste de hospital te sienta bien.- aseguró ella.

-Sí.- suspiró él.-Entonces... hace media hora perdí a un paciente, digo... era paciente de mi residente, yo sólo lo estaba asistiendo, pero...- suspiró y miró en otra dirección.

-Sabías que iba a pasar tarde o temprano.- le dijo Dana, involucrándose rápidamente en la conversación. 

-Claro que lo sabía.- bufó.-Mierda, quiero fumar...-

-¿Quieres hablarnos de él?- le preguntó Derek.

-Después, si lo hago ahora voy a llorar de verdad y mi turno comienza en cuarenta minutos.- decidió.-No hay tiempo para llorar.-

-Podemos ver películas tristes esta noche y llorar.- sugirió Dana.-Estoy de humor, el SPM, ya saben.-

-Ya veremos, ahora me siento... extrañamente tranquilo y desesperado al mismo tiempo.- les dijo con el ceño fruncido.-Uno de los doctores debe haber visto mi cara, porque me dio un discurso de "esta es el camino de los médicos" en su oficina, fue muy amable.- les dijo.-Aunque de todas formas no me he quitado la sensación de encima.-

-Dana tiene razón, deberíamos comer y charlar.- dijo Derek.-En la noche podemos hablar más de esto, ¿te parece bien?- le preguntó a su amigo.

-Sí, ahora necesito una distracción.- asintió agradecido.

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