La Línea Roja 《+18YM》

Siete

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JiminPOV

No sabía qué decir. En mi cerebro las cosas se estaban moviendose a mil por hora, tratando de encontrar una manera de no ir a la escuela hoy.

Yoongi miró donde estábamos y me miró como disculpándose.

-Pero tal vez este no sea el momento y ni el lugar.

Sentí las lágrimas en mis ojos mientras se ponía lentamente de pie, levantándome con él, cerrando suavemente mi bata y anudándola. Me sonrió y me besó en la frente.

-Está bien, Jimin. -Prometió con su voz -voy a esperar por ti. Cuando estés listo, estaré ahí. Tenemos mucho tiempo. Perdón por... eso. -Hizo un gesto con la cabeza hacia el piso de la ducha-... siempre parecemos terminar en la ducha. Tiene que haber algo de magia aquí.

Hay magia donde quiera que estes.

Dios, estoy cayendo y rápido. Creo que ya estoy enamorado de él. Soy un tonto.

-Vamos, te haré el desayuno. -Me sacó de la ducha, vigilando mis pasos para no matarme. Seguía sosteniendo mi mano, y me llevó a la cocina, sentándome en un banquillo.

En mi mente, por un segundo, estaba en el club Fuego y él me conducía a la habitación privada.

Colocó un beso en la parte superior de mi cabeza, fue por un vaso de jugo de naranja, colocándolo delante de mí.

-Bebe. -Sonrió seductoramente y se alejó, dejando el jugo en el refrigerador, y luego volvió, colocando mi cuaderno al lado del vaso, y una pluma encima.

-Haz tu tarea y enseguida vuelvo. -Yoongi fue hacía el baño -¡estaba bien hasta que TÚ lo mencionaste!

Oh, ahora tiene que hacer pis. Me reí de mí un poco, esperando que no se quedara encerrado. Pero fue lo suficientemente inteligente como para dejar la puerta entreabierta. Traté de no escuchar el sonido del agua cayendo sobre agua, abriendo mi cuaderno y tratando de enfocar mi mente, con la esperanza de que aun no estaba tan ido que no pudiera hacer mi trabajo.

Ahora estoy sentado aquí, escuchando a Yoongi cepillarse los dientes y mi mano comenzó a escribir:

Amo tu cabello.

Amo tu piel.

Amo tocarte.

Amo complacerte.

Amo pertenecerte.

¿De dónde viene eso? Es como si mi mano actuara sola, escribiendo las cosas que él me había dicho la noche anterior.

Jimin, ¿ves un tema aquí? Mierda.

Ya regresaba, y cerré mi cuaderno de golpe, alejando mi pluma, dejándola en el mostrador.

Mi cerebro quería estar enojado con él cuando regresó a la cocina. Pero tan pronto como lo vi con su pecho desnudo y su perfecto trasero metido en esos pantalones cortos... y los perfectos pies descalzos... no podía estarlo.

Estudiarlo es más complicado de lo que pensé. Además estaba aprendiendo todo tipo de cosas nuevas sobre mí también.

-¿A qué hora te tienes que ir hoy? -preguntó, sin saber de mis planes.

-Oh, en una hora. -Me asomé al reloj de pared sobre la estufa -probablemente llegare a casa alrededor de dos de la tarde.

-Bien entonces tengo que mover mi trasero. -Dijo, juguetón y ligero de nuevo, se reclinó encima del mostrador sobre sus brazos, mirándome -¿Qué te gustaría desayunar esta mañana?