XIV. Malentendido

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Real Fur Mall

Los menores se refugiaron apurados en la edificación abandonada.

Richard: ¿George, estas bien? - lo tomó de las manos.

George: Sí, Richard.- sonrió.- Estoy bien, gracias a ti.

El conejo le respondió la sonrisa con otra sonrisa de oreja a oreja. Miraron a su alrededor tratando de ver donde estaban.

El lugar parecía congelado en el tiempo, todo seguía donde debería estar... aunque sin personas.

George: Este lugar me da escalofríos. La última vez que vine este lugar era muy diferente.

Richard: Estaremos bien George. Busquemos un lugar para descansar esta noche.- subió las escaleras junto al cerdito.

Se establecieron en un almacén de repuestos eléctricos, acomodaron dos sacos de dormir acurrucándose cerca uno del otro listos a dormir.

Richard: Nos quedaremos aquí por ahora. Creo que estaremos a salvo.- soltó una pequeña risita.

El cerdito amaba el optimismo del su amigo. Le acarició las orejas y se quedaron dormidos codo a codo.

Pasaron unas horas de la fría noche. George se levantó bruscamente con la respiración agitada e inquieto, tuvo una pesadilla acerca de su hermana.

En sus sueños, estaba en su casa, pero esta versión de su casa era muy siniestra. Bajaba al sótano solo para encontrarse con una versión oscura y endemoniada de Penny. Asustado, corrió vuelta arriba tratando de buscar una salida. Consiguió visualizar la salida y no dudó ni un segundo en escapar lo más rápido que sus piernas le permitieron. Afuera de su casa, su hermana le daba la espalada. Corrió tras ella gritando su nombre con toda su capacidad pulmonar. Ella no lo escuchaba, George cayó al piso rendido mientras una fuerza desconocida se apoderaba de él.

El menor salió a tomar aire fuera del almacén. No quería despertar a su amigo, lo dejo descansar. El silencio se apoderaba del lugar y el cerdito estaba sumergido en sus pensamientos.

De repente, un sonido de sierra eléctrica lo tomó de sorpresa.

Richard: ¡GEORGE, DETRÁS DE TI! - se lanzó sobre la cabeza del robot de seguridad evitando el ataque sobre su amigo.

George reaccionó y se apartó con el corazón apunto de estallar de tanto terror. Corrió de vuelta al almacén.

El veloz conejo saltó dando un giró en el aire golpeando al robot en la cara con su pie. Piezas y tuercas salieron disparadas.

George: ¡Richard, regresa! - ordenó extendiéndole una mano.

Pero antes de que el conejo pudiera tomar la mano del cerdito, el robot se levantó con la motosierra encendida y en un abrir en y cerrar de ojos... le rebano una de las orejas a Richard por la mitad.

Richard: ¡AAAAAAHHHHH!- gritó horrorizado y de dolor agarrando su ensangrentada oreja.

La sangre no tardó en correr por toda la cabeza del conejito, le destrozó varios capilares causándole un sangrando que parecía no parar.

Lo último que vio George: Su mejor amigo cerrando la puerta en su cara para protegerlo.

George: ¡RICHARD, NO! - golpeó la puerta con sus dos puños.

Se sumergió en un mar de lágrimas que no podía contener, se sentía un inútil.

Sentía que era su culpa que aquella persona que tanto amaba se haya sacrificado por él.



Infected Love: el principio del fin [Roblox Piggy AU]Where stories live. Discover now