CAPÍTULO 18

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=POV _____=

Y bueno, ahora me encontraba escalando un gran, exagerada, montaña de demasiada, pero demasiada altura.

— ¡Irina-chan! ¡Deja de quejarte! ¡La próxima vez trae ropa decente! —grité a mitad de la escalada.

— ¿Cómo me estás hablando, mocosa? —preguntó irritada.

— Esas dos si que tienen una extraña amistad. —comentó Fuwa.

— Y que lo digas. —respondió Kayano.

Extrañamente, fui la primera en llegar a la cima, así que aproveché el bug y saqué mi teléfono abriendo el videojuego.

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— ¡Es el negro! El negro siempre es el traidor. —entrecerré los ojos—. ¿¡Es enserio!? ¿¡Me hechan a mí!? ¡Desgraciados!

______ no era el impostor
1 impostor restante

— ¿Y este juego se ha puesto de moda? —murmuré.

Bufé, apagando mi teléfono y cruzándome de brazos, mirando al frente y encontrándome con mis compañeros.

— ¿Qué? Ya estabais tardando.

Karma soltó una pequeña risita, me acerqué a ellos y Ritsu nos explicó el plan. La mejor opción era colarnos por la entrada de servicio.

— Hay más guardas de los que esperábamos. —dijo Karasuma.

— Va a ser complicado que podamos pasar todos. —afirmó Nagisa preocupado.

— ¿Y cuál es el problema? Solo tenemos que pasar.

— ¿Tiene idea de lo que pasa, Bitch-sensei? —preguntó Sugaya.

— ¿Cómo vamos a pasar por delante de esos guardas? —preguntó Kimura.

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«Pues sí que es un método muy eficaz»

Irina consiguió seducir a todos los guardas gracias a sus grandes habilidades musicales y ¿corporales? Sinceramente no sé como llamarlo.

Karasuma nos dio la señal para pasar a la otra entrada y escabullirnos.

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— ¿Hacernos pasar por niños mimados? —susurré.

— ¿Que ocurre? ¿Te molesta hacerte pasar por una niña que siempre mira a los demás por encima del hombro? Si fuera tú, yo aprovecharía.

Seguí caminando como si nada, sin dirigirle palabra alguna.

— ¿Estás enfadada porque haberte molestado?

Volví a ignorar a Karma. Ninguno de nuestros compañeros o profesores nos escucharían, ya que estábamos detrás a una distancia “prudente”.

— Oye... —suspiró—. Lo siento.

Me sorprendí. No esperaba esa reacción por su parte y le miré con los ojos entrecerrados.

— ¿Qué?

— Hm... Nada. —me encogí de hombros—. Estaba esperando que continuaras la frase como... “Sí, siento que no hayas podido superar mi estupidez” —dije en un intento de imitar su voz— ¿sabes?

Karma soltó una sonora carcajada ante mis palabras.

— Bueno, al menos ahora sé que se te da de pena imitarme—dijo con una sonrisa.

PROTEGERTE || KARMA AKABANE X TÚ Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum