- amor, solo, ten cuidado, no quiero que te arriesgues.

- es un simple Omega, madre.

- cielo, solo, cuídate.

- me haz cambiado de tema, madre.

- lo siento, digo muchas incoherencias en este estado, no te preocupes, es muy tarde, ya deberías estar descansando. - besó mí frente y volvió a acostarse.

- descansa, madre.

Salí de su habitación aún con cierta molestia en el pecho, algo estaba sucediendo y no estaba al tanto de eso.

(...)

- te he traído esto...

El pequeño moreno estaba con sus ojos cerrados y su pecho subía y bajaba relajadamente, se había dormido. Deje las pastillas en el buró de al lado de la cama y me senté frente a él, un brazo pasaba por debajo de su cabeza, mientras el otro descansaba sobre su abdomen, me dediqué a observar cada detalle de su rostro, cada faccion perfectamente posociosada, sus largas y arqueadas pestañas se posaban sobre sus mejillas, su nariz, sus labios rosados, todo en el, era magnífico, era arte.
Sonreí inconscientemente, pasando mis dedos suavemente por su mejilla, suave y delicado como la seda, mí Alfa ronroneo al sentir su piel nuevamente. Mí Omega, mío.

Sin perder más tiempo me acosté en mí lugar, solté un suspiro e intente cerrar mis ojos, había sido un largo y extraño día.

Desperté al sentir un cosquilleo en mí cuello, abriendo un ojo busque el motivo de aquello y me sorprendió un poco tener el perfecto rostro del pequeño casi sobre el mío.
Su brazo estaba aferrado a mí cintura, mientras que su pierna rodeaba las mías, no pude deducir en qué momento esto había pasado, pero se sentía bien, muy bien.
Mirando la hora en el reloj me sobresalte, 10:15, Mierda.

- pequeño - murmuré, este hizo un gesto el cual me pareció divertido y hasta tierno, pero no podía quedarme en la cama a seguir observándolo. - despierta.

- mmhmm - se removió apretando más su agarre.

- pequeño, despierta, vamos.

- no quiero - balbuceó.

- Vamos, Javadd, despierta.

Abrió sus ojos en un lento movimiento, mirándome y luego dando una linda sonrisa, hasta que volvió a abrirlos sorprendido y rápidamente se alejó de mí.

- l-lo siento.. n-no s-sabia... - se encogió en su lugar.

- hey, descuida.. no me molestó que hayas dormido acurrucado a mí.

- n-no se p-porque lo hice..

- te lo he dicho, no me molestó.

- b-bien - carraspeo su garganta - uhm.. buenos días..

- Buenos días.

- yo.. uhmm.. bueno...

- podrás conocer la mansión hoy, enviaré a alguien por ti ¿De acuerdo? En mientras eso pase no quiero que salgas de aquí, eres un nuevo Omega y nadie dudará en querer poner sus garras sobre ti y mí padre ya ha perdido a varios de sus hombres como para tener que perder a otro más.

Me levanté sin esperar alguna respuesta de su padre y me metí en el baño, una buena ducha era lo que necesitaba.

Luego de unos diez minutos salí y el pequeño seguía en la cama, abrazándose a sí mismo.

- ¿Como te sientes, Huh?

- y-yo.. estoy mejor, ya casi no duele..

- me alegra escuchar eso.

Camine hacia el armario buscando que ponerme hoy, unos vaqueros, con una camiseta y una sudadera estaban bien para mi.

Estaba a Punto de salir cuando una voz me detuvo.

- ¿A dónde irás, alfa?

- eso no debería importarte. - respondí mirándolo.

- lo siento.. - bajo su cabeza. - pero, ¿Volverás muy tarde? No quiero estar solo aquí y como me haz dicho, muchos alfas notarán rápido mí presencia.

Oh, el pequeño estaba asustado. Mí Omega, mío. Gruño mí alfa interior al solo pensar en que otros querrían tener al moreno.

- ven aquí, Javadd. - ordené.

Este salió tembloroso de la cama y camino hasta posicionarse frente a mí, hundí mí nariz en su cuello, olfateandolo y al mismo tiempo llenadolo de mí olor. Un leve gemido se escapó de sus labios cuando deje un beso sobre aquella delicada parte, donde iría mí marca. MIO.

- nadie se acercara a ti si es que no quiere perder sus extremidades. Ahora, debo irme, tengo cosas que hacer, acuéstate y duerme un poco más si quieres, luego alguien vendrá por ti.

- de acuerdo, alfa.

Inconscientemente y sin previo aviso mí cuerpo se movió solo y dejé un casto beso en su frente, él me sonrió y no pude evitar devolverle el gesto.
Algo confundido me di la vuelta y salí de mí habitación, al cerrar la puerta pase mí mano por mí rostro, intentando buscar una explicación coherente de porque rayos hice tal cosa, jamás demostraba ningún tipo de muestra de cariño. ¿Que mierda me estaba sucediendo?

I'm yours, Alfa. (Ziam) Where stories live. Discover now