Renegados || Solangelo

-5-

Thunderbolt y Tsunami corrieron hacia el vestíbulo del cuartel. Will entró por las puertas giratorias, sus ojos mostraban dolor y angustia.

-Llamen a los sanadores! Rápido!- ordenó Tsunami al prodigio del recibidor. -William!-

Thunderbolt llegó primero, posó su mano sobre la frente de Will y examinó su cuerpo, pero parecía estar intacto, excepto tal vez por las ojeras bajo sus ojos, su cabello con hojas y ramas enredadas y un enrojecimiento en las muñecas.

-William? Que ocurre?-

El rubio miró al renegado original justo cuando Tsunami y Night Owl llegaban a su lado. Will soltó un suspiro y se dejó caer en la camilla que trajeron los sanadores. Miraba al suelo como si todo el universo estuviera ahí.

Night Owl levantó una ceja -William?-

Uno de los sanadores que estaba revisando a Will pegó un grito. Tsunami revisó justo detrás de la oreja de Will, cubierto bajo su cabello estaba el símbolo de Augur tatuado: un oso incrustado con una daga. Will había sido encantado por Augur y probablemente torturado por las dos semanas que estuvo perdido.

-Lo sabía- Night Owl dijo encaminándose junto con Warrior y Tsunami.

Los sanadores se llevaron a Will al área de cuarentena, donde ponían a todos los prodigios que habían sido encantados por Augur. Cuando este les marcaba, les dictaba su propio destino, básicamente controlaba si vivían o no y por cuanto tiempo. Todos los presentes prodigios sanadores se sorprendieron al ver que el siguiente chico en cuarentena sería William Solace, uno de los mejores renegados.

Lo metieron en un cuarto donde, obviamente sería una cuarentena hasta terminar de comprobar que los efectos de Augur desaparecieron. Will se sentó en la esquina del cuarto blanco, en un estado rígido. Su mirada seguía perdida y todos sintieron pena por él.

La alarma que llama a todos los renegados al cuartel general sonó y Will se quedó solo en el área de cuarentena. Una vez que el último salió, Will suspiró de alivio y se levantó. Al pegarse al cristal, vio el reloj de la pared y comprobó que estaban a tiempo. La junta debía durar una media hora y luego, tras el anuncio que el Consejo daría, el cuartel general quedaría casi completamente vacío, pues todos se encontrarían en las calles, haciendo patrullaje con el fin de encontrar a Augur lo más rápido posible.
Ahora solo faltaba esperar ese tiempo para que los Anarquistas llegaran a él.

Anarquista o Renegado?
Que importaba? Lo único que todos querían era atrapar a Augur, sin importar de que lado estaban. Es por eso que los Anarquistas habían convencido a Will de ayudarlos a encontrar a Octavian, a ellos les perjudicaban igual que a los renegados que Augur siguiera suelto.

El tiempo pasó rápido y pronto, los sanadores entraron corriendo a el área de cuarentena, tomaron sus cosas y volvieron a salir. Una alarma volvió a sonar y con esto, Will supo que ya se habían marchado todos. Ya no sería difícil para los Anarquistas entrar al cuartel general.

Justo después, Will escuchó una explosión y Nico apareció de las sombras junto a él. El rubio gritó de sorpresa y Nico rodó los ojos. Los demás entraron por las puertas del área y Nico traspasó el cristal del cuarto de Will y le abrió las puertas.

-Que parte de 'Sean discretos' no quedó claro?- Nico gruñó.

Blacklight se adelantó -Lo siento. Me emocioné! Hace siglos que no estoy aquí!-

Nico miró a Will y este le devolvió la mirada de inseguridad. Ninguno estaba seguro si se volverían a encontrar.

-Bien. William, hay dos opciones- Nemesis dijo -Te quedas como un renegado enjaulado para siempre o vienes con nosotros y eres libre por siempre-