Bramble 11

672 63 15
                                    

Parecía que ambos habíais estado cansados ya que os quedasteis dormidos más rápido de lo que pensaba, por eso no sabía en qué momento fue que rompiste la distancia que había puesto al principio.

Cuando había despertado estabas pegada a él, abrazándole como si se tratase de una gran almohada. Era bueno ver que estabas bien, pero igualmente le extrañaba que estuvieses durmiendo tan plácidamente cuando él se encontraba a tu lado. No parecía tuvieses ni una pesadilla, todo lo contrario, por tu expresión parecía que estabas disfrutando de tu sueño.

No quiso moverse para no despertarte, pensó que quizá estabas agotada por todo lo que tuviste que hacer el día anterior y por eso era que aún a esas horas seguías dormida. Aunque la verdadera razón era más bien porque tenías algo cómodo que abrazar y se sentía bastante agradable.

Puesto que parecíais tardar un sirviente fue a avisaros de que el desayuno ya estaba listo, claro que Malleus al escuchar la puerta no le permitió entrar. No iba a dejar que alguien más te viese así, por eso le contestó desde ahí que tardaríais un poco y que el resto desayunase sin vosotros.

En vez de despertarte y apartarte rápido de él, te quejaste aún medio dormida mientras te aferrabas más a él. Por qué despertar si se estaba tan bien de esa manera. 

Por otro lado no era bueno que tardases tanto en despertar, tenías que tomar algo, era importante, por eso ya que parecías un poco más consciente intentó ver si podías despertar.

Usó la magia para no tener que moverse y con ello te colocó la manta que en un principio habías tirado por completo al suelo. 

Vio como te volvías a quejar y te quitabas la manta, pero la volvía a colocar por lo que tuviste que pelear por quitártela, despertando de una vez. Si era sincero esa escena le parecía divertida.

— Sí que tiene energía.

— ¿Eh? A..ah, Malleus, buenos días.

Paraste al instante de pelear con la manta que ya había parado de intentar ponértela hacía un rato, pero que igual golpeabas cabreada hasta hacía unos segundos.

— ... Buen día. Hace un momento avisaron que ya estaba listo el desayuno, ¿quiere ir a tomar lo que preparasen o prefiere ir a por lo prometido?

No acababas de despertar que ya estaba proponiendo ir a por helado.

Al ver que no contestabas te llamó extrañado de nuevo a lo que reaccionaste.

— A..ah, sí, perdón. Esto... Supongo que podemos desayunar aquí, no quiero desperdiciar lo que preparasen. Luego podemos ir a dar un paseo y ahí ya tomamos lo que quieras, aunque antes tengo que ducharme y prepararme.

Te había costado pensar. No es como si todos los días se pudiese despertar al lado de Malleus, era algo que admirar. Por eso en vez de prestarle atención te le habías quedado viendo ahí tumbado en la cama.

Si eras sincera hubieses preferido quedarte ahí todo el día con él, pero seguramente no era una opción viable.

Os levantasteis y buscaste la ropa que usarías para después de que te duchases. Mientras él podría ir a avisar que ese día ibais a pasar de los planes que tuviesen y os iríais a ver los alrededores.

Tardaste un poco en estar lista, pero tampoco tanto como hubiesen tardado otras. No querías hacerle esperar y era mejor aprovechar el día. 

— Oh, Ruggie, Jack, buenos días — les saludas.

My lady. Buen día. 

— Buen día señorita.

— Oí que hoy tenían pensado salir — te comenta Ruggie.

Raganos palikuonisWhere stories live. Discover now