Bramble 5

646 64 35
                                    

Había muy poca gente recibiéndoos cuando llegasteis y Malleus se había ido por su lado a otra parte. No sabías en que momento había desaparecido siquiera. 

A los sirvientes les sorprendía un poco ver que llegasen tan rápido. Dudaban que encontrase a alguien, pero en caso de que lograse decidirse por una no esperaban que estuviese tan tranquila. 

Mirabas curiosa el lugar. Era un castillo realmente enorme y era cierto lo que contaban sobre el clima de ahí, no era muy soleado. Por los alrededores es cierto había un bosque, pero había más espinas y varios cuervos volando cerca. Sin embargo a pesar de que otros lo considerasen algo lúgubre, no te parecía tan malo, no es como si te diese una sensación de muerte o peligro que debieses evitar. 

Mientras llevaban tu equipaje Lilia encargó a alguien que te enseñase el castillo. Hubiese ido él mismo ya que era lo mejor, pero tenía que hacer unas cosas y no pensaba dejar que Silver te acompañase más tiempo, ya bastante pasasteis juntos, qué iban a hacer si acababas enamorándote del de cabello plateado. Lo más probable es que si eso pasase aún a pesar de todo Malleus aceptase estuvieseis juntos, pero sería algo duro de ver, sobretodo después de todo el acercamiento que estabas teniendo con él.

Te fueron enseñando dónde estaba los lugares comunes y que podrías usar. También podías pedir si querías saber donde estaba algo. 

— Disculpe, ¿se me permite usar la biblioteca o debería pedir permiso?

— ¿La biblioteca? Ah, no creo que tenga problemas en usarla, es bastante amplia, pero por su seguridad avise antes de usarla para que le digamos si hay alguien. 

Con eso se refería que por si acaso estaba Malleus, de esa forma no os encontraríais. Ya desde antes de escoger a alguien pensaron en evitar lo máximo posible que su prometida se encontrase con él. No fue una orden directa como tal, sin embargo creían que a quien escogiese estaría o asustada o cabreada con él por llevarla a ese lugar y seguramente no querría verle en lo más mínimo. Tenían que asegurar que te encontrases lo más cómoda posible. 

Ignoraste a donde te estaba llevando y saliste al ver algo en uno de los patios. Al darse cuenta rápido te siguió. 

Te habías quedado observando a una dirección. 

— *¿Eso es una gárgola de dragón? Me gustaría verla más de cerca... Ah, se me está pegando demasiado el observar gárgolas...* — miras alrededor —. *No hay muchas flores que se le diga. No me suelen gustar y entiendo es más trabajo, pero en las novelas suelen tener... Bueno, no creo sea necesario después de todo, ¿no? Obviamente no todo será como en las novelas y si tuviese que escoger una protagonista más que yo... Sería alguien más bonita* — piensas en la amiga que hiciste en la fiesta —. *Ella era realmente hermosa, supongo algún príncipe la escogió...*

— ¿Hay algo que no le guste?

— ¿Eh? Ah, no. Solo pensaba. 

— Si desea cambiar algo solo dígalo. Tenemos la orden de hacer que se sienta lo más cómoda posible. Puede hacer las reformas que vea necesario, pero antes deberán ser revisadas claro.

— No es como si tuviese pensado en cambiar algo. Este lugar es donde a crecido Malleus, ¿no? ¿Por qué tendría que modificarlo entonces? Mi llegada no tendría que afectar tanto. Ya bastante conque me dejen vivir aquí, no tengo porque cambiar nada. Además estaré cómoda siempre y cuando mi prometido lo esté. Si a él le gusta así entonces así se queda.

Tu respuesta fascinó al otro. No solo parecías bastante calmada estando ahí, sino que además parecía que eras alguien amable que no era caprichosa. Entonces con más razón harían lo mejor para que estuvieses cómoda y no te fueses. No tenían pensado dejarte ver a Malleus, así no te irías. 

Raganos palikuonisWhere stories live. Discover now