Bramble 8

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Te cambiaste a algo cómodo y que no te diese tanto calor puesto que la temperatura ahí ya era de por si algo alta. En caso de que salieseis a caminar por los alrededores de la mansión era mejor que llevar algo ostentoso, además que preferías cosas más sencillas desde un principio. 

Una vez hablaste con Sebek simulando alguna de las posibles conversaciones decidiste ir a buscar a las prometidas de los otros dos príncipes.

Tenías que admitir estabas algo nerviosa en el fondo, pero no podías permitirte mostrarlo. Debías mantener la compostura. 

Te guió una de los sirvientes del lugar que les anunció tu llegada. Ambas estaban en una salida interior tomando el té y con algunos dulces. 

Hacía unos minutos atrás en esa sala se habían estado insultando disimuladamente ya que ambas eran parecidas en cierta forma y sus personalidades chocaban. Aunque mantenían una sonrisa en realidad estaban planeando muchas cosas en contra la una de la otra. 

Ese ambiente paró en cuanto te vieron llegar. Ahora su atención estaba completamente en ti. Si eras una pobre desgraciada que podía ser el siguiente objetivo o si eras otra de ellas lo juzgarían en unos instantes. 

— Oh, mira quién llego. Le doy la bienvenida.

— Muchas gracias. Perdonen por demorarme un poco, el viaje fue algo largo y no podía presentarme de cualquier forma, sería inapropiado. Veo que ya empezaron a conocerse entre si sin mí ¿Puedo tomar asiento?

— Por supuesto, adelante.

Hizo una señal a uno de los sirvientes de que te sirviese el té mientras te sentabas. Agradeciste por lo bajo al que te lo sirvió. 

La primera impresión que tuvieron no era que fueses exactamente la de alguien que está sufriendo tanto, entonces quizá eras como ellas y fingías ser la primera de las opciones de una forma diferente.

— Lady (T/N), ¿verdad?

— ¿Hm? Sí — dices parando de tomar del té.

— ¿Le gustó la habitación que le prepararon? Pedí personalmente que fuese distinta de la de su prometido. Seguro lo pasó mal nada más ser escogida por alguien tan aterrador. Espero que en su estancia aquí pueda por lo menos relajarse. Después de todo no todos los príncipes son tan buenos.

— *Ah... Ya empiezan desde el principio...* — bebes un poco más del té —. Esto está delicioso. Puedo preguntar que tipo de té es. Me gustaría llevarme un poco a Diasomnia si no es molestia.

— Oh, pobre ¿Está tan asustada de su prometido que no quiere ni hablar de él? Bueno es normal después de todo. Por supuesto, puede llevarse tantas hojas como guste. Si con eso hacemos más amena su pobre vida entonces con mucho gusto.

— Tener que vivir con alguien así, no puedo ni imaginarme cómo de aterradores deben ser sus días.

— Gracias... Pero creo están malentendido algo. No contesté porque antes quería halagar lo que hizo nos sirviesen, ha sido un gran acierto escoger esto. Ya que se trata de disfrutar como dice, me centré más en ello. De todas formas no pensé quisiesen escuchar sobre mi prometido. La verdad agradezco que se preocupase por hacer dos habitaciones distintas, pero no son necesarias. Ya le comenté a sus sirvientes que ambos dormiremos y usaremos únicamente la que prepararon para mí — respondes tranquilamente.

— ¿E..? Ejem.. Perdoné, pero... ¿dice que compartirá habitación con ese monstruo?

— Y..ya veo. Entonces se trata que no la deja ir. 

— Oh, es cierto. Debe tratarse de eso. Pobrecita. No se preocupe, estando aquí podemos protegerla, si desea cambiar..

— Fufu~. Mi prometido no es ningún monstruo. Y no fue él quien dijo de usar una habitación, fui yo. Como dicen es mi prometido, no le veo razón para dormir en lugar diferente. 

Raganos palikuonisWhere stories live. Discover now