Aquel lugar era conocido como el mismísimo infierno. Si ibas a vivir ahí seguro algo malo te pasaría y eso era debido al descendiente de la bruja de espinas. Alguien con mucho poder y que no tenía piedad si le enfadabas. Era un monstruo y nadie quer...
Por los pasillos de la mansión te encontrabas yendo de un lado para otro buscando a tu prometido. Unas sirvientas que pasaban al verte te preguntaron sabiendo la respuesta a quién buscabas.
— Quería ir a ver a Malleus. Silver me dijo hoy no tendría trabajo así que pensé en dar un paseo con él.
— ¿Quizá se encuentre en su habitación?
— Su habitación... ¡Sí, buena idea! Gracias.
Te despediste rápido para salir corriendo a la habitación del otro. Realmente les causaba gracia como podías ser tan animada y como buscabas a tu prometido cuando tenías la oportunidad. Todo había cambiado bastante desde la primera vez que habías llegado. Puede que muchos siguiesen temiendo a Malleus, pero no era tanto como antes, más le respetaban.
Una vez llegaste al lugar tocaste esperando a que alguien te respondiese, pero no hubo nada así que decidiste entrar para comprobar tú misma si de verdad no se encontraba.
Una habitación grande, con apenas iluminación y de colores oscuros. En el centro había una mesa con unos asientos y al fondo se encontraba la cama. También habían unas escaleras que llevaban a una parte más alta donde habían más muebles.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Te acercaste a la cama intentado ver si ahí se encontraba Malleus, pero por desgracia no parecía encontrarse.
Llamaste por si acaso se encontraba y no lo veías, pero igual que antes no hubo respuesta.
— *Quizá no se encuentre... Entonces dónde puede estar..*
Miraste de reojo la cama.
— ...
Estuviste como cinco minutos debatiendo contigo misma antes de finalmente decidirte y tumbarte un rato.
— *La almohada huele a él ¡Ahhhhh, que felicidad!.. ¿No es esto lo que hacen las pervertidas? Bueno, no es como si fuese una completa desconocida, es más, estamos prometidos así que no importa si disfruto con esto un poco más. Solo me acostumbro a mi futuro marido, sí, solo es eso, esto no tiene otro fin más que eso...* Je... Realmente huele bien...
Te quedaste un rato ahí hasta que empezaste a tener sueño y acabaste quedándote dormida.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
