Capítulo 22

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El cuatrimestre terminó con el grupo de amigas algo separado, ya que, pese a que se volvieron a dirigir la palabra y compartieron los recreos, el recelo y el enojo eran palpables en el ambiente. Jessica todavía no decidía que hacer con Gonzalo, porque muy en el fondo y aunque no se lo que quisiera admitir ni a ella misma, sabía que estaba enamorada. Sin embargo, todo lo que les decían sus nuevas amigas la hacían dudar muchísimo. Tenía una imagen que cuidar, y salir con un chico más bajo que ella y que no era lo que se diría hermoso o que parte la tierra, afectaría su imagen. En eso le daba la razón a Cane y a Fran, tenía que cuidar lo que había logrado construir. Sin embargo, Amparo, su amiga de toda la vida, la conocía bien y sabía que Gonzalo era su tipo, pero Jessica no quería aceptarlo. Todavía se sentía algo dolida y confundida con el accionar del chico, por lo que decidió tomarse las dos semanas de vacaciones de invierno para poder pensar al respecto. Esquiar le daba paz, y estaba segura de que esos días en el cerro le harían pensar las cosas en frío y decidí mejor que quería hacer con el chico.

Por su parte, Amparo estaba agradecida de que las vacaciones comenzaran, necesitaba tener tiempo a solas para reflexionar, y la mejor parte de las vacaciones era que podía pasar mucho tiempo con su familia. El frío del invierno no le agradaba demasiado, pero el barrio en el que vivía tenía calles muy empinadas que servían como pista. Las vacaciones también significaban muchas juntadas con Los bustis, donde generalmente había comida, diversión y buenos ratos de por medio. Sus amigos eran una de las cosas que más apreciaba en el mundo, conjunto a su familia. Aunque saber que no vería a Pachi la tenían un poco desanimada, se reconfortaba en la idea de que podía chatear con él por redes.

El ultimo viernes del primer cuatrimestre, la casa de Andrés fue el punto de reunión de aquel grupo de amigos. Entre todos se repartieron para comprar lo necesario para juntarse a comer unas pizzas por la noche, que fueron preparadas por los varones del grupo. Si había algo que en ese grupo no existía casi nunca, eran comentarios o situaciones donde se menospreciara a uno u otro género. Era un grupo que coexistía siempre con mucha paz y donde todos se encargaban de todo. A veces cocinaban las chicas, otras veces los chicos, aunque la mayor parte del tiempo todos terminaban haciendo un poco de cada cosa. Mientras esperaban que las pizzas se hicieran, se sentaron en los sillones del living y decidieron buscar alguna buena película para mirar mientras cenaban. Se decidieron, como era costumbre, por una de terror. Mirar películas de terror era bastante habitual para ellos, así que siempre se ponían de acuerdo relativamente rápido. Se decidieron por la segunda parte de Siniestro, película que habían visto algunas semanas atrás.

La cena transcurrió entre sustos, comentarios chistosos y buena comida. Lautaro se encargaba de llevar las pizzas hasta la mesa ratona, Jordan de cortarla y Amparo y Natasha se turnaban para llenar de bebida los vasos de todos. Su grupo se mantenía bastante unido, y eran pocas las veces que peleaban. Generalmente esas peleas no duraban más de una semana, porque la insistencia por solucionar las cosas por parte de los demás, conseguían que quienes se habían peleado terminaran haciendo las pases. Mientras la película transcurría, Jordan dividía su atención entre mirarla y mirar a Amparo. Verla tan concentrada en la televisión mientras comía la pizza le daba mucha ternura. A ella no le importaba para nada que la vieran comiendo, a pesar de que saber que a veces parecía una muerta de hambre. Jordan puso atención en como la luz que provenía de la televisión, que era la única que alumbraba esa cena, daba en el costado derecho de Amparo. Pudo detenerse entonces en sus pestañas largas, a pesar de no tener rímel puesto, en su nariz que parecía una pequeña pelotita y en su lunar que ocupaba el centro de su mejilla. Suspiró, la chica era hermosa por donde la mirara. Amparo se encontraba completamente abstraída en la película, pero en cierto momento sintió una mirada posada encima y de manera disimulada vio por el rabillo del ojo. Pudo observar que Jordan la observaba con cara de bobo , lo que le causó bastante ternura e hizo que volviera la vista a la pantalla para no sonrojarse.

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