Once 🌾

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-Todo salió bastante bien, han pasado tres semanas bajo control y sin que tu nombre sea ensuciado por algún escándalo.-dijo alegre Jimin a mi lado.

Abracé con más fuerza la almohada sobre mis muslos y sonreí un poco totalmente desganado, habían sido días calmados, silenciosos, tanto así que ni siquiera había escuchado nada de Jeongguk.

Suspiré ¿Era tonto que a estas alturas me siga preguntando si le gustaron los chocolates que le regalé? 

Me removí de forma un tanto brusca sobre el sillón de mi sala, no sé porque me siento tan decepcionado, de cierta forma esperaba una llamada o algo parecido.

-Recuerda que mañana tenemos la evaluación final con la oftalmóloga, Tae, si todo resulta bien podremos agendar la fecha para tu operación.

Mi corazón empezó a latir de inmediato, la idea me ponía por completo nervioso, aunque ya estaba adaptándome a mi nueva vida, el poder ver otra vez era muy importante para mí.

Hay algo que quiero hacer apenas vea de nuevo y eso es el enfrentar a mi padre, visitarlo en la cárcel para que vea que no pudo deshacerse de mi y que ahora mi vida es mucho mejor sin él.

También quería muchas respuestas de su parte, quería saber porqué él no pudo amar a mi madre como se suponía que debía de hacerlo.

Para cuando ese día llegue tenía que prepararme, porque nadie sabía de ese plan, quería enfrentar a papá solo, no quería involucrar a Namjoon.

-¿Crees que funcione?-pregunté inseguro.

Porque había igual un claro porcentaje de que ni siquiera se llevara a cabo la cirugía cornea.

-Claro que lo hará TaeTae, hemos seguido a pie de la letra las indicaciones de la oftalmóloga al igual que el tratamiento farmacéutico, ella dijo todo saldrá bien.-respondió Jimin de inmediato.

Mordí mi labio inferior con nerviosismo y asentí con lentitud.

-Oye Tae.-volvió a hablar Jimin.-¿A quién quieres ver primero luego de la operación, eh? ¿A Namjoon o a mí?

Parpadeé repetidas veces y mis mejillas empezaron a sentirse calientes cuando sin esperar ningún segundo pensé en Jeongguk como respuesta.

-U-Uh lo lamento Minnie, pero de hecho me quiero ver a mi.-murmuré en tono tímido aún pensando en lo genial que sería tener a Jeongguk cerca cuando ese día llegara.

Jimin farfulló algo inentendible y reí ante la imagen que se proyectó en mi cabeza de él con un puchero en sus labios, cejas fruncidas y sus brazos cruzados de forma infantil.

-¿No quieres ir por helado?-pregunté.-El fin de semana lo acabé y Nam todavía no compra más.

-Ahora que lo mencionas ¿Dónde está ese niño?-preguntó Jimin con curiosidad.

-¿No te dijo? Hoy tenía una cita con...

-¡¿Cita?!-me interrumpió de forma abrupta en tono alterado y por alguna razón me dejó sin habla su reacción.-E-Es decir... ¿Ci-Cita? ¿Con quién?

-Con el dentista.-respondí en voz baja.-Para un blanqueo.

Hubo un incómodo silencio después de eso y apreté con fuerza mi almohada, la reacción de Jimin seguía dando vueltas en mi cabeza.

¿Había algo que me estaba ocultando?

-Vamos por ese helado.-dijo Jimin de forma tensa y suspiré.

¿Estaba pasando algo entre mi hermano y mi mejor amigo? Esperaría que no, no porque no los apoyara, sino porque lo están ocultando de mi y quien sabe desde hace cuánto tiempo.

Cordis -KooktaeWhere stories live. Discover now