Número 32

8.3K 1.4K 1.1K
                                    

Que toquen su comida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Que toquen su comida.

Que toquen su comida

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.




Año: 2018


Bokuto podía ser muchas cosas, pero él siempre era un ser humano realmente generoso.

Akaashi lo comprobó durante sus años de preparatoria —cuando no tuvo ningún problema en tomar a Hinata bajo su ala para enseñarle todo lo que sabía, pese a que existían grandes posibilidades de que fueran rivales y usara todos sus trucos en su contra.

Tampoco tenía problema en ayudarte con dinero cuando más lo necesitaras. Más de una vez, Akaashi se encontraba siendo un pobre universitario quebrado que no tenía más que para comprar unos fideos de arroz precocinados —y Bokuto era una estrella del voleibol en ascenso. Y aunque Akaashi jamás se lo dijera en voz alta, más de una vez el otro se apareció de sorpresa en su pequeño apartamento tras haber hecho una gran compra de alimentos básicos y productos de limpieza.

¿Necesitabas ropa cool para salir en una cita? Bokuto podía prestarte alguna de sus prendas de diseñador; ¡no había apuro en que la devolvieras!

¿Requerías de un conductor designado que te llevara a una entrevista de trabajo? Bokuto jamás permitiría que fueras en transporte público o pagaras un taxi.

Akaashi cada día se asombraba más y más del inmenso corazón que poseía Bokuto. Y eso le hacía sentir una oleada cálida en su propio corazón.

Pero, así como Bokuto era un hombre generoso y maravilloso, también tenía sus defectos.

No es que fuera un defecto en sí, sino más bien un detalle.

Una cosita de nada.

—¡¿Y ya vieron ese combo que hicimos para anotar el punto final?! —rio Bokuto con una mejilla llena de comida—. ¡Fue soberbio! ¡Glorioso! ¡Nos llevará al campeonato nacional!

—Bokuto-san, lo vimos —respondió Akaashi—. Todos estuvimos ahí.

La verdad era que nadie más que Akaashi le estaba prestando demasiada atención. Los demás seguían comiendo sus platillos con demasiadas ganas; excepto una personita en particular.

Las 37 debilidades de Bokuto-san [BokuAka] - HAIKYUUWhere stories live. Discover now