capítulo quince

256 24 0
                                    

| The band is back! |

Miami quiso que nos reuniéramos todos en su oficina, no especificó el por qué, pero ya todos nos dábamos una idea.

Al llegar nadie dijo nada, simplemente cada quien fue a sentarse.

Yo me senté en el apoyabrazos del sillón junto con Brian y John. Al estar ya sentada y comiendo mi helado puse mi vista en Fred. Sigue teniendo un excelente gusto para su ropa, pero lo que me llamó la atención es que tenía nuestra pulsera.

— Si alguien quiere té, café o algún arma solo pídanlo.—insinuó Miami–Bueno, ¿quién quiere empezar?

— Yo quiero.—se anticipó Fred— Fui despreciable, lo sé, y merezco su furia. Fui engreído, egoísta... un imbécil básicamente.

— Fuerte comienzo—. — Wow—hablamos Roger y yo a la vez.

— Me quitaría la camisa y me flagelaría ante ustedes, o podría hacerles una simple pregunta.—continuó el vocalista.

— Me agrada lo de la flagelación.–habló nuevamente Rog, ganándose un golpe de mi parte.

— ¿Qué tengo que hacer para que ustedes me perdonen?—preguntó, ignorando el comentario del rubio.

— ¿Es lo que quieres Freddie?—cuiestionó Brian incrédulo.— Porque si es así... estas perdonado. ¿Ya es todo? ¿Podemos irnos?

— No... me fui a Múnich y contraté a mucha gente. Les dije exactamente lo que quería que hicieran, el problema fue... que lo hicieron. No hubo objeciones de Roger, ninguna de tus ediciones.–miró a Brian–nada de miradas extrañas–ahora a John–ni nada de comentarios en español.–dijo ahora hacia mí para luego poner su mirada en el suelo.— Los necesito, y ustedes a mi. Acéptenlo, no estamos mal para ser cuatro reinas con arrugas, tú no, tú estás hermosa, querida.–alagó en mi dirección causando que sonriera— Así que... adelante. Díganme sus términos.

— Nos permites un momento por favor.—pidió mi hermano. Fred sin rechistar salió de la oficina.

— ¿Por qué lo hiciste?–preguntó John con el ceño fruncido.

— Solo se me ocurrió.—contestó y todos reímos.

Al salir encontré a mi mejor amigo recargado en una pared.Me acerqué y lo abracé con mucha fuerza.—Te extrañé.—susurré.

—Yo también, hermosa.—dijo a la vez que nos separamos del abrazo. Iba a hablar pero Miami salió.

— No te preocupes, necesitan tiempo.—informó al llegar con nosotros.

— ¿Y si yo no tengo tiempo?–dijo Freddie ganándose miradas confundidas de nuestra parte. ¿A que se refiere?

— ¿De que hablas Fred?–cuestionó Miami pero la puerta se abrió mostrando a John el cual nos dió una señal para que entráramos, dejando la conversación anterior incompleta.

Entramos los tres y cada uno volvió a su lugar anterior pero cuando estaba sentándome Roger agarró mi muñeca y tiró de ella hasta que caí en su regazo.

Le sonreí y él me devolvió un beso antes de hablar.— Se decidió... ¿qué se decidió?–miró a los chicos.

— Desde ahora— comenzó John–, cada canción tanto como música y letra, es de Queen. No de uno de nosotros, solo Queen. Todo el dinero, todo el crédito dividido en cuatro partes iguales.

— Hecho–aceptó Freddie.

— Tenemos problemas con las personas que te rodean.–agregó Rog y solté un bufido al pensar en ese asqueroso.

SO MUCH THAT IT HURTS Where stories live. Discover now