| Come back home |
1980
Me encontraba yendo hacia la oficina de Miami ya que lo había citado para una reunión de asuntos... musicales.
Al estar frente a la puerta toqué dos veces y unos segundos después se escuchó un "pase".
— Hola Miami.—fui a abrazarlo. En estos años Miami se había vuelto una persona muy importante para mi y decidí quedarme con su apodo ya que le tomé cariño.
— Hola Ally, toma asiento.—señaló a una silla y me senté en esta.— Bueno, ¿de que querías hablar?
— Tú representabas a los chicos.—dije y él asintió para que continuara.–Bueno... me preguntaba si podrías representarme. Ya sabes, volver a cantar, tocar en público y esas cosas.–terminé mientras jugaba con los anillos en mis dedos.
— Ally, eso sería un honor. Pero primero tendríamos que hablar de la parte legal y todo lo que le acompaña, ¿te parece?—yo solo asentí con una sonrisa y fui a abrazarlo de nuevo.
Luego de haber arreglado todo con Miami me dirigí de vuelta a la casa para contarle todo a Rog.
— ¡Rubio! ¡Ya llegué!—grité, dejando las llaves en un mueble que se encontraba cerca de la entrada. Mientras me sacaba el abrigo unos brazos rodearon mi cintura consiguiendo que volteara a verlo con una sonrisa.— Hola, Rog.—me di vuelta para darle un beso, el cual fue correspondido, y y al separarnos sonreí.
— Hola preciosa, preparé la cena.—dijo con un tono animado a lo que yo alcé una ceja.
— Bueno, fui a comparar la comida.–admitió y reí.Nos fuimos a sentar en el sillón mirando una película mientras comíamos la pizza que Roger había comprado, yo estaba acostada contra su pecho así que miré hacia arriba para poder verlo.
— Oye, Rog.—llamé su atención causando que él mirara para abajo. Dejé el plato en la mesa y me limpié las manos con una servilleta. Al terminar me giré para verlo de frente.— Hoy fui a hablar con Miami.–comencé y pude ver su expresión confundida.
— Le pedí que me representara. Quiero volver a hacer música ya que lo extraño mucho. Pero no sabía si te gustaba la idea de-hablé rápido pero no pude terminar por los fuertes brazos que me envolvieron en un cálido abrazo.
— Me encanta. Estoy muy feliz por ti, Allison.— dijo y lo besé, amaba hacer eso.
— Te amo.—separé nuestros un poco nuestros labios.
— Te amo.—respondió para volver a besarme.–¿Qué te parece si celebramos?—preguntó con una de esas sonrisas que me derretían en un segundo. Asentí a la vez que él dejaba besos a lo largo de mi cuello para después deshacernos de nuestras prendas y comenzar una de nuestras fogosas noches.