Adios, mi primer y ultimo amor

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Hoy era un día especial para Dabi, ya que se casaba con el amor de su vida, Keigo, la ceremonia transcurría normal, se llevaron los votos sin ningún problema, después, ya en la fiesta de los recién casados el ambiente era de felicidad para todos, o mejor dicho, casi todos, en un lugar apartado se encontraba un peli plateado que se apoyaba en una pared intentando poder respirar, su cara reflejaba dolor, tanto físico como emocional, él estaba profundamente enamorado de Dabi hasta ahora, eso no hubiese sido problema, sino existiera la enfermedad del Hanahaki, la enfermedad que por amar unilateralmente, mueres.

[3 meses antes]

Ese día se había armado de valor, iba a confesarse al Pelinegro, pero la vida da muchas vueltas, ese día él llegó con su pareja presentandolo, desde ahí y lo que le quedaba de vida, empezó a tener síntomas de la enfermedad del Hanahaki, todo fue peor cuando Dabi buscaba a Geten para pedirle consejos, ayuda o en pocas veces, consolarlo cuando tenía problemas con el rubio, el de ojos claros nunca se negaba, no podía hacerlo, así como no podía confesar sus sentimientos hacia él. Cierto día, la pareja llegó con una buena noticia a sus amigos...

- Nos vamos a casar pronto - hablo el rubio mientras entrelazada su mano con el de su pareja - no queríamos decirles nada hasta estar seguros y tener la mayoría de las cosas preparadas, pero ahora... - iba a terminar la oración cuando fue interrumpido.
- Decidimos dar el siguiente paso, empezar una nueva etapa - complemento Dabi mientras una leve sonrisa pintaba su cara.
El peli plateado al escuchar esto empezó a toser de manera que preocupó a sus amigos y a la pareja, sin embargo, pudo tener una excusa creíble de que se habia atragantado con su bebida que, en efecto, estaba tomando en ese momento, decir que ya los signos y síntomas del Hanahaki ya empezaban a tener un efecto más avanzado y perjudicial en él era malo, nunca le dijo nada a nadie, él lo sabía perfectamente que mortal es y las curas que hay, sin embargo, sabia que no podía ser correspondido, pensó mucho en hacerse la cirugía, pero lo descartó, así que optó por vivir así,hasta donde la enfermedad le permita, vivir y sentir hasta el último suspiro o ser un muerto en vida... la enfermedad se volvió agresiva debido a que, al ser tan cercano al azabache, este le pidió a salir con él para terminar con los últimos preparativos de la boda... mientras el otro, cada día crecía más y más sus sentimientos por él.

[Cinco noches antes de la boda]

Todo estaba preparado, la fiesta de despedida de soltero se llevaba a cabo y los amigos más cercanos a Dabi se encontraban en aquel lugar, decir que la última fiesta de su grupo fue "tranquila" es mentirles, ya a altas horas de la noche y con más alcohol que sangre dentro de todos los integrante, algo pasó que cambiaría mucho la relación de ambos...

- Dabi, me gustas, te he amado desde que empecé a conocerte - confeso Geten mientras abrazaba al peli negro con la cara algo roja después de consumir una cantidad considerable de alcohol.
- Sabes que me voy a casar idiota - hablo por fin - sin embargo, si te hubiese conocido antes que Keigo, tal vez hubiésemos andado - confeso mientras soltaba un suspiro - no puedo corresponderte, lo siento
- Hanahaki - murmuró lo más bajo que pudo
- ¿qué?, ¿qué diablos dices?, habla bi... - antes de decir algo, fue callado por los labios del contrario.
El alcohol y los sentimientos a flor de piel no son buena combinación, al final, ambos acabaron en un cuarto aparte, decir que de los besos pasaron a acabar desnudos y suspirar sus nombres, era quedarse corto, ambos lo sabían, sabía que lo que hacían e hicieron estaba mal, uno el saber que engañaron a una persona inocente y dos, los sentimientos que jamás serían correspondidos... después de ese suceso no volvieron a estar tan unidos y no volvieron a tocar el tema, todo hubiese ido bien, sin embargo... el fin parecía acercarse más pronto de lo que se imaginaba

[Un día antes de la boda]

- Narciso - murmuró intentando recuperar el aliento a bocanadas, pronto moriría, lo sabía perfectamente, tal vez no hoy ni mañana, pero su fin se acercaba, mientras se limpiaba la sangre que caía de la pequeña flor empezó a llorar mientras intentaba llegar a su cama.
Lo supo desde que había empezado a ver como esa pequeña flor crecía sin parar dentro de él, "relacionadas a nuevos comienzos, vida eterna, pero también tenían un significado más triste, Amor no correspondido", lo sabía, lo había investigado, su primer amor y su mejor amigo, en las buenas y en las malas, ambos se apoyaban, pero al final era solo eso, amistad, lo sabía más que nadie, un amor que jamás iba a poder corresponderse
Mañana se casaba y lo perdería para siempre, ese día, Geten lloró, lloró por todo, por hacerse eso a si mismo, por acabar su vida así, por no ser tan fuerte para luchar por si mismo y ser su propia prioridad.

DabiGeten WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora