Yo estaré bien... mi principe

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Hace años, existió un príncipe, que debido a su “avaricia” lo perdió todo, hasta la única persona que lo acompaño cuando nadie más lo hizo.

- Príncipe Touya, por favor, si el rey se entera de lo que hará… - me quedé callado mientras veía como el peli negro seguía caminando decidido a cometer el acto.
- No pasa nada Geten, Natsuo no es merecedor de esto – dijo con furia mientras seguía caminando, pronto lo perdería de vista, así que lo seguí.

Hace años me encargaron de ser su protector del príncipe Touya, aquel niño pelinegro, el príncipe rebelde, por eso su padre, para evitar problemas con él, mando a buscar a un mago que pudiese encargarse las veinticuatro horas, vigilándolo o por lo menos, protegiéndolo de no meterse en problemas y si llegase a meterse en uno, resolverlo de manera rápida. Al final, el rey me recluto debido a que mi maestro era un mago reconocido y viendo que era alguien con un futuro para esto, hice el juramento de servir al príncipe, siéndole leal, fui su sombra, de vez en cuando lo ayudaba con sus actos o “travesuras” como decía el rey, pero la mayoría de las veces no era tan grave o intentábamos no involucrar a terceros.
Sin embargo, un día, el rey llamo a sus tres herederos para por fin darles las noticias y anunciar a su próximo heredero, la noticia es que el ultimo primogénito nacería pronto, cosa que alegro a los príncipes y a la princesa Fuyumi, la siguiente noticia no era fácil, el Rey Endeavor dio por sentencia que el príncipe Natsuo seria el nuevo Rey una vez que cumpliese la mayoría de edad, algo que a Dabi o mejor dicho, al príncipe Touya no le importo mucho, sin embargo conforme el tiempo pasaba el rey corrompió a Natsuo, haciéndolo un príncipe de mano dura como su padre, sin embargo, a Dabi no le hubiese importado ya que a él nunca le intereso ser rey, una confesión que a decir verdad en su momento me sorprendió, pero ya lo sospechaba.
Cierto día Dabi y el príncipe Natsuo comenzaron una leve pelea, que segundos más tarde se volvió muy agresiva, decir que los golpes que ambos tenían eran quedarse corto, de no ser por mi y un guardia que seguía al príncipe albino, hubiese acabado de manera no grata para los cuatro. Dabi nunca me dijo la razón de su pelea, pasando los días Natsuo empezó a ser grosero con Dabi, al punto de amenazarlo de muerte, esa fue la gota que derramo la ira del pelinegro, había sido muy paciente y tolerando todo, pero amenazarlo de esa manera era algo que no iba a pasar por alto y sumando que el Rey lo comenzaba a menospreciar, tanto que le prohibió a la princesa Fuyumi acercarse a Touya, cosa que la princesa hizo, cada día empezaba a tornarse oscuro para el joven príncipe, en ese momento me convertí en la única persona que Dabi tenia, convirtiéndome en su todo.
¿Entonces, como llegamos hasta aquí?, simple, por la mañana Natsuo y Dabi tuvieron una pelea, tanto que Natsuo lo golpeo y dijo que ese día lo matarían en la guillotina, de hecho, para mal gusto llamo a su guardia y le susurro algo, cosa que nunca voy a saber, el guardia se iba a llevar a Dabi, aunque claro, no lo deje y nos fuimos de aquella habitación, de la ira el príncipe tomo una daga y lo escondió entre sus ropas, mientras lo intentaba detener, suplicándole que no lo haga, por muy mi pesar, ya que el Rey nos castigaría a ambos. Al atardecer, el albino se quedo por un momento solo, cosa que Dabi aprovecho para su “pequeña charla”, después de gritos de ambos todo se quedo en silencio, debo decir que no entre con él debido a que ambos escaparíamos después de esto, el pelinegro salió y me tomo de la muñeca diciendo que pronto vendría su guardia y vería esto, mientras eso pasaba ambos escaparíamos y jamás volveríamos, le dije que si, pero debia de corroborar que por lo menos el príncipe debia estar… muerto, asintió y entre, vi la daga y al príncipe agonizar, me acerque a él y le pedí perdón, pese que no fue mi culpa yo también soy complice, tome la daga y la guarde en mi ropa, debo decir que me manche un poco de sangre, pero no tanto como Dabi, ambos salimos corriendo y escondiéndonos para que no nos encontraran.
Mas temprano que tarde, dieron aviso a toda la guardia real que el príncipe Natsuo fue asesinado, el principal sospechoso, si, Dabi, ya que lo habían visto rondar con ira por el castillo, lamentablemente no pudimos salir a tiempo, todo iba en nuestra contra, sin embargo, al final tome una decisión.

- Por favor Dabi, tengo un plan, pero confia en mi, si todo sale bien podras escapar, tal vez, logre salvarme, pero mi prioridad eres tu, ese es mi juramento que hice ante tu padre, por favor, escucha – le dije mientras nos escondimos cerca de la salida donde iba a ser imposible salir, ya que estaba bloqueada.
- Estas loco, no te dejare – me miro preocuado – no te dejare, Geten… por favor… no me dejes – dijo con una voz casi rota y las lagrimas asomándose en su cara.
- Dabi, sino llegase a salir vivo, siempre voy a estar a tu lado, inclusive después de la muerte – le dije mientras limpiaba su rostro con mi pulgar – hasta la muerte estaré contigo y si la vida me da la oportunidad de reencarnar, siempre te buscaría para estar juntos de nuevo, siempre haz sido mi único amigo y… - callé, el único secreto que tenía, seria llevado a la tumba, aquellos sentimientos que florecieron a lo largo de los años de estar junto a él, lo abrace mientras unas lagrimas asomaban en mis ojos – debes escapar, si tu estas vivo y a salvo yo estaré feliz y sentire que he cumplido mi deber, vive por ti, si no quieres, vive por mi, viendo por ambos - dije con una voz algo quebrada mi voz.
- Geten – me hablo con una voz rota, después de haberme parado lo mire mientras me abrazo por la cintura y escondia su rostro en mi cuello, sentí como mi cuello era mojado por sus lagrimas, lo cual me rompió mas.
- Dabi – dije por ultima vez su nombre – mi príncipe – murmure, suspire al sentir su cálido aliento en mi cuello, llore en silencio, ambos lo sabíamos, pero ninguno se atrevia decirlo.
Nos abrazamos mas fuerte por ultima vez y salí del escondite, para mi fortuna no me vieron, pero entonces después de caminar lejos de donde se encontraba Dabi, tope con el guardia de Natsuo, al verme con manchas de sangre empezó a preseguirme y pedir refuerzos diciendo que lo asesine. La persecución duro poco ya que me rodearon, y con otros magos que servían al rey terminaron por inmovilizarme, revisaron mis prendas y cayo la daga bañada de sangre.
Fui escoltado hacia el rey, dándome el castigo de morir en la guillotina por asesinato, de Dabi no supe más, supongo que logro escapar, además, el rey puso una recompenza por quien lo trajera vivo, ya que se sospechaba que también quedo involucrado y las sospechas quedaron solidas, al ver que el príncipe nunca apareció. Mi ejecución iba a ser mañana al medio dia en frente del pueblo, fui escoltado a una celda donde solo las peores criminales se quedan, no escape debido a la magia de un hechicero, logro bloquear mi magia, ahí pase mi ultima noche en aquella celda, si Dabi no aparecía yo estaría bien, mientras haya logrado escapar y estar a salvo, moriría tranquilo.

El dia llego más rápido de lo que imagine, escoltado fui hasta el centro donde los ciudadanos me gritaban y arrojaban cosas, subí hasta donde me esperaba el arma que me quitaría la vida, me pusieron dentro de esta.

- Tus ultimas palabras – dijo el verdugo

Observe la multitud que me miraba, muy cerca de mi me observaban los ojos turquesa escondidos en una capucha para que nadie lo reconociera, aquellos ojos que amo contemplar, él lloraba, con mi mirada le hice entender que estaba bien mientras él estuviera vivo, le sonreí por ultima vez mientras las lágrimas amenazaban con salir.

- Siempre estaré contigo mi príncipe – dije mientras aun sonreía con lagrimas bajando por mi rostro, luego de eso, el sonido de la hoja caer, mis ojos contemplaron por ultima vez el color azul del cielo por segundos, para después de eso, ponerse todo ocuro.

El príncipe, al contemplar aquel horroroso acto, no se movió, toda la gente se regocijaba ya que el asesino esta muerto, menos él, la gente empezó a irse mientras el contemplo todo, hasta que se llevaron el cuerpo del peli plateado, el shock fue tan grande que camino y camino hasta estar fuera de la ciudad, lloró, gritó, maldecia y se arrepentía de todo, si tan solo ambos hubiesen escapado, hubiesen sido felices, ya no como el príncipe y su guardian, sino como unas personas comunes y correintes. Un largo rato paso hasta que el principe se alejara de aqul lugar y hospedarse el el reino vecino, su vida cambio, muy a su pesar, cumpliría la promesa que le hizo a la única persona que nunca lo abandono, empezar de cero. Asi fue, cambio de estilo de vestimenta y vida, siendo un ciudadano con el alma rota, esperando que acabase su infierno en vida y rezando a los dioses por volver a encontrar a su otra mitad, su guardian, su mejor amigo y posiblemente, su complemento, ya sea en esta o en sus próximas vidas, si es que ellos se apiadasen de sus almas.

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Bueno, quise hacer algo distinto ya que mi fuerte no es lo romántico y todo esto, prometo que para el siguiente día intentaré hacer algo bonito o con un final no tan amargo, decir que lloré mientras escribía se queda corto, me odie incluso xD

DabiGeten WeekWhere stories live. Discover now