O1.

8.4K 759 308
                                    

Capítulo n. 1,

C L U B

Tu cuerpo se movía al compás de la música que resonaba en tu dispositivo, tarareaste tranquila mientras ibas de camino al colegio

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Tu cuerpo se movía al compás de la música que resonaba en tu dispositivo, tarareaste tranquila mientras ibas de camino al colegio. Hace apenas unas semanas habías empezado tu primer año en Karasuno, aunque probablemente solo estés un año porque pronto tu padre y tu os mudaríais, pero no debías pensar eso ahora, solo querías pasar un buen tiempo, conseguir amigos y unirte a un club. Eso era lo complicado, nunca realmente te interesaste en algo entonces no sabías a que club unirte, además de que era obligatorio. Por eso ahora estabas en frente de un gran tablón de anuncios, viendo todas tus posibilidades.

¿Club de lectura? No, te aburre leer.
¿Club de pintura? No, apestabas dibujando.
¿Club de natación? Ni siquiera sabías nadar correctamente.
¿Club de atletismo? Nada de sobre esforzarse.
¿Club de voleibol? Tenías conocimiento pero no era lo tuyo.
¿Club de fútbol? Lo mismo que con el anterior.

Paseaste los ojos de un lado a otro intentando buscar algo más apropiado hasta que viste un cartel en concreto que estaba medio escondido entre todos los demás.

Club de ayudantes

No había una descripción o algo así, por lo que curiosa por saber qué era eso preguntaste a uno de tus profesores después de las primeras horas de clase, solo te dijo que si querías saber más información tenías que ir a un aula en la zona de segundo año, allí te hablarían de las actividades realizadas. Por eso ahora estabas perdida por las aulas de segundo, sin saber realmente cual era el lugar, con un suspiró tuviste que acercarte a uno de los estudiantes para pedir ayuda.

─Perdona, ¿podrías ayudarme?

Un pequeño sonrojo de vergüenza cubría tus mejillas mientras mirabas al chico, aunque no parecía intimidante te causaba respeto el simple hecho de que fuera mayor que tú.

─Claro, que necesitas.

Su sonrisa amable hizo que tus nervios se desvanecieran un poco, no parecía tan aterrador hablar con él ahora.

─¿Sabes dónde está el aula de ayudantes?

─Sí, es justo ese pasillo, la primera puerta.

Señaló a uno de sus costados para indicar el camino, con un poco más de confianza hiciste una reverencia seguido de una deslumbrante sonrisa.

─Gracias...

─Ennoshita.

─¡Gracias Ennoshita-senpai!

Él se rascó la nuca quitándole importancia pero como estabas agradecida decidiste que estaba bien si necesitaba algo, podía pedirte un favor y por tu insistencia decidió aceptar. Llegaste a la clase solo para encontrar dos personas que saltaron hacia ti nada más que te vieron entrar por la puerta, eran dos chicas bastante amables, una era de tercer año y otra de segundo. Te explicaron que ahí ayudaban a otros clubes cuando necesitaban personal o ayuda en algunas tareas, también mandaban a estudiantes problemáticos para que como castigo ayudarán a otros.

─¿Entonces qué dices? ¿Te apuntas?

Miraste el papel entre tus manos mientras las dos chicas estaban con una sonrisa plantada en la cara, simplemente no pudiste decir que no, ahora eras parte de el club de ayudantes de Karasuno. Empezaste justo ese día, porque vino un alumno de segundo que parecía estar castigado por haber roto algo del subdirector. Decidieron que sería bueno ponerte aprueba con él y tenías que vigilarlo durante una semana.

─No me extraña que Nishinoya se meta en problemas.

─Sí, siempre está causando alboroto junto con su amigo eh... ¿Takana?

─Es Tanaka, idiota.

Tus dos compañeras se rieron hablando de un tal Nishinoya y Tanaka, al parecer ambos eran unos segundos años ruidosos, la curiosidad era lo único que pudiste sentir al escuchar hablar de las tonterías de aquellos dos. Tan absorta en su conversación estabas que cuando la puerta se abrió te asustándote, cayendo de la silla en la que te sentabas mientras que una de las chicas te ayudaba la otra empezó a regañar al chico que recién había entrado.

─L-lo siento.

Parpadeaste al ver a un chico unos centímetros más bajo que tú, con un corte de pelo extraño, su cara era un desastre sonrojado lo que te causo gracias.

─No tiene importancia, un placer conocerte ¿Eres Nishinoya-senpai?

Juraste haber visto cómo se le paraba el corazón, puso una cara abatida y después te sonrió brillantemente alegando que era tu senpai y te cuidaría mientras algunas lágrimas se deslizaban por sus mejillas de manera exagerada. Miraste a las chicas en busca de ayuda, pero solo negaron con la cabeza, él no tenía remedio y ahora tenías que ayudarlo. Eso significaba que debías evitar que se metiera en problemas además de que tendrías que ir a su club para tenerlo vigilado después de que cumpliese con su castigo. Básicamente te habías convertido en gerente del club de vóley sin quererlo. Aunque no era nada oficial por el momento, los chicos de aquel club iban a verte muy a menudo gracias a su líbero.

 Aunque no era nada oficial por el momento, los chicos de aquel club iban a verte muy a menudo gracias a su líbero

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝗦𝗲𝗻𝗽𝗮𝗶┃Tanaka RyonosukeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora