Capitulo 1: Ojos verdes.

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Traxford California, 2024.

Abri los ojos al escuchar la alarma, pero la verdad es que llevava despierto mas de una hora. Desde que tengo memoria estuve esperando que este dia llegara, en el que los Tronix nos levantariamos y saldriamos a enfrentarnos al mundo real, no solo robos o ayudas con emergencias dentro del sector, hoy nos enfrentariamos con las bestias de las cuales nos escondimos.

-¿Estás preparado? -levante la mirada al escuchar la voz del capitán Snake.

-Sí, pero siento que algo me falta.

-¿Sera tu navaja?

-No, es algo diferente.

-Será mejor que lo encuentres muchacho porque estamos por salir.

Las puertas se abrieron a las 600 horas, cuando el sol esta apareciendo en el cielo entregandonos la luz suficiente para ver sin linternas. Preparamos nuestras armas y nos dividimos en parejas.

-Vizur, tu vienes conmigo. -dijo Zack, mi superior y único amigo en el sector.

Sonreí y choque el puño con él, nos tocó la zona 5, una de las más habitadas por infectados del país. Y estaba completamente preparado para esto.

-cuidado que las infectadas son más peligrosas que los infectados -dijo zack con una sonrisa recorriendo el lugar.

-¿Así? -levante una ceja en su dirección y abrí una puerta.

-Son unas fieras. Ten por seguro que se lanzaran a ti.

-Ja ja ja -me burle de su pésima broma y le hice señas para que entremos

Me guiño un ojo y entramos a la primera locacion marcada en nuestros mapas. Dentro de la farmacia estaban un grupo de personas llevándose todo lo que veían.

-¡Alto! -Grito zack junto a mí- identifíquense.

Cuando nos estábamos acercando a ellos uno del grupo levanto bruscamente la cabeza y ahí lo notamos. Infectados de primer nivel. Son los que acaban de ser infectados, no llevan más de 2 meses y aún tienen conciencia de lo que hacen pero sus instintos caníbales se están desarrollando. Hay un rumor de que aún tienen salvación, que tienen una cura. Pero nuestra orden es acabar con ellos.

-Que empiece el juego -Dijo zack y al segundo le dio un tiro en la frente.- ¡Uno!

Saque mi navaja y corrí cortándole el cuello a otro. Y otro.

-¡Dos! -Grite- ¡Tres!

-¡Cuídate! -y sentí la caja chocar en mi nuca, una caja de preservativos, jodido idiota.

-Imbecil -le devolvi la caja de una patada.

Me largué a reír y levante mi arma. Apunte a la espalda de una mujer y cuando estaba por disparar ella se volteo. Nunca había visto una chica tan hermosa, sus ojos aun conservaban un tono verde. Y su cabello color rojo. Quede paralizado mirándola, con mi pistola apuntando a su frente y sintiendo que al fin había encontrado lo que necesitaba. En ese momento escuche el grito de Zack.

-¡Ayuda! -me voltee pero ya lo habían derribado y estaban mordiéndolo.

Corrí hacia ellos matándolos a todos pero ya era tarde, zack ya era uno de ellos.

-No me dejes ser una de esas cosas, solo hazlo.

Nos habían preparado para esto, si alguno de nosotros resultaba infectado tendríamos que matarlo al instante, pero no estaba preparado para terminar con mi mejor amigo.

-Dile al capitán que me acosté con su hija. -dijo con una leve risa pero se que lo dijo enserio, y tomo mi arma para ponerla en su frente.

-lo hare -le prometi. Gire la cabeza y jale del gatillo.

Molesto comencé a romper todo lo que tenía en mi camino, culpándome por lo que ha pasado. Esos jodidos infectados me quitaron a mi mejor amigo, la única persona que tenía en este mundo. Levante la mirada y ahí seguía la chica de hace un rato. Camine hasta ella y apoye el cañón de mi arma en su frente.

Tenía que hacerlo pero algo dentro de mí no me dejaba jalar el puto gatillo.

-¡¿Por qué?! -le grite con rabia, sacando todo de mi.

La infectada lentamente tomo mi mano y sutilmente me dijo- No fue tu culpa.

Asombrado di un paso atrás y quede atónito.

-Pe...pero... ¿cómo? -balbucee un poco, no se supone que estas cosas puedan hablar.- ¡Te mordieron! -dije apuntando su hombro, aun aturdido

-¿Soy una de esas cosas? -bajo la mirada y se sentó en el suelo abrazando sus piernas

-¿Cuánto llevas infectada? -me agache junto a ella. No sé por qué pero sentía confianza en ella.

-Solo unos minutos.-levanto la mirada- hay una cura.

-Son solo rumores.

-No, yo la he visto. Soy la hija del doctor Mike Wells, el inventor de la cura.

La mire sorprendido unos segundos y luego rei pero al verla seria me detuve, ¿no era una broma?

-No lo puedo creer. Pensé que solo eran mentiras

-Pues no lo son -jugo con sus dedos y luego volvio la vista a mi.

-¿Por que deberia creerte? -levante el arma y la apunte- tal vez solo intentas salvarte.

-Eres uno de esos soldados, pense que eras mas listo. -giro los ojos y me hizo bajar el arma.

-¿A que te refieres?

-¿Por que intentaria huir si este estupido virus me matara de todas formas? -alzo una ceja y yo asenti, no lo habia pensado asi- No tengo porque mentirte.

Nos quedamos mirando unos segundos y de la nada me hablo.

-¿te puedo hacer una pregunta?

-Ya la hiciste, nena. -le dije con una sonrisa de lado.

-Sí, pero sabes a que me refiero. -dijo con una leve risa

-te escucho

-¿Por qué no me has matado?

-es...es que...-balbucee sin estar seguro de que iba a decir.

Me detuve a mirar sus ojos, son increibles. los diferentes tonos de verde y las pequeñas lineas cafe en su iris me hacian sentir como en casa. Eran increiblemente hermosos, mas que cualquier piedra preciosa.

-Tus ojos siguen verdes.

-Asi son ¿Que con eso? -pregunto confundida

-Cuando te infectan pierden el color -me acerque hasta un infectado y le abri el ojo- se vuelven totalmente blancos.

-Pense que eso sucedia con el tiempo.

Negue- Es instantaneo. Pierden casi por completo la vision Por eso se comienzan a desarrollar mas sus sentidos y ahi es cuando se empieza a desarrollar el canibalismo.

En ese momento escuchamos un estruendo haciendo que ambos nos pusieramos de pie al instante. Carge mi arma y apunte al lugar del que probenia el ruido.

-Hay que salir de aquí.-me miro e hizo un gesto hacia la puerta trasera.

-¿Cómo te llamas? -la segui sin dejar de apuntar a la entrada principal.

-Ashley.

-Yo soy Drake

-un momento. -se detuvo frente a la puerta y luego se volteo pero la detuve antes de que corriera.

-No hay tiempo, vamos. -intente hacerla salir pero ella se solto de mi agarre y paso junto a mi.

Se alejó de mi caminando por los pasillos tomando diferentes cosas y poniéndolas en su bolso. Cuando estaba tomando una bolsa de suero las puertas de la farmacia se abrieron.

INFECTED: Dia 0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora