—No sé cómo haces para desempacar tan rápido.

—Cuando tenés mellizas tenés que ser rápida para todo...

—¿Para todo sos así de rápida? —le dice mi mamá guiñándole un ojo mientras que se ríe.

—Guacala... ¿No pueden esperar a que no estemos nosotros...? Eso es asqueroso. —le dice Ian.

—¿Cómo te pensas que estas vos acá, por obra y gracia de Pikachu? No querido, es una obra de ingeniería poder procrear o por lo menos practicar, cuando están ustedes cerca. —le dice mi mamá tan bruta como siempre.

—Bueno si escuchan gritos ustedes no salgan —nos dice la tía Maruja después de que terminan de juntar todas las cosas de la tía Mara—. Pónganle llave a la puerta.

Las tres mujeres salen de la que ahora es nuestra habitación.

—Yo duermo en la cama chica... —dice Elías tirándose de cabeza en la pequeña cama.

—Ey, así no es. Hagamos un sorteo. Yo no quiero dormir con Facu en la cama grande. —protesta Ian.

—Te cuento que yo tampoco, pero no nos queda otra. Aparte no tiene nada de malo. —le digo acercándome a la puerta para ponerle llave.

Mientras que nosotros estamos discutiendo por las camas, se escucha unos golpes en la puerta y el picaporte que se gira; pero como está cerrada con llave no se puede abrir.

—Dale Mara. Dejame entrar. Hablemos. —dice el tío Jonathan.

Los tres nos miramos. Ninguno quiere ni siquiera respirar fuerte.

—Dale amor, hablemos. Sé que tal vez exagere un poquito, pero entendeme vos también...

—Decile vos que la tía no está acá. —le susurro a Ian. El cobarde niega con la cabeza—. Te dejo la cama para vos solo. —le digo

—Papá, mamá nos cambió la habitación... —le dice Ian

—¡¿Cómo que les cambio la habitación?! —grita el tío. Está furioso.

—Si. Ahora ustedes están en la que era nuestra habitación.

—Esta mujer se volvió totalmente loca —sigue gritando—. Y ustedes que ni se les ocurra salir de ahí.

Escuchamos como el tío se aleja puteando. Realmente le va a terminar dando un bobazo.

Afuera es una batalla campal. El tío grita, la tía no se queda atrás y entremedio de todo eso, el tío Marcos y mis viejos haciendo bromás.

Nos van a terminar echando del hotel a patadas en el culo por quilomberos.

Se escuchan unos golpes en la ventana. Ian se levanta y cuando corre la cortina vemos que están las chicas esperando que le abramos.

—Nos van a terminar rajando. —dice Pia entrando en la habitación

—¿Te parece? Ya deben estar llamando a la policía.

—¿Te lo imaginas? Se llevan a los seis en cana y quedamos nosotros solos. Sería una gloria. —dice Elías riéndose.

Ni me lo quiero imaginar.

De repente todo está en un absoluto silencio. Una de dos, se mataron entre ellos o se los llevo la policía realmente.

Los seis nos acercamos a la puerta y abriéndola lo suficiente para que pasen nuestras cabezas, nos asomamos. No hay nadie.

—Jodeme que se los llevaron en cana por quilomberos... —dice Naara recostándose en la cama matrimonial.

—No creo, se deben haber encerrado en la habitación para pelearse ahí. —le digo sentándome en el suelo.

Tal para cual... Generación 2.0Donde viven las historias. Descúbrelo ahora