Rojo Escarlata (CANCELADA)

4. El concilio

Legolas, Aragorn, Gimli y yo llegamos a la sala grande de reuniones de mi padre y nos sentamos. Yo me senté entre Gandalf y Legolas cuando el concilio empezó:

- Muchas gracias por venir a todos, empezaré con las presentaciones.

Mi padre los presentó a todos uno a uno dejándome a mí para el final, muy propio de él…

- Mía, hija de…- hizo una larga pausa dándose cuenta de lo que no quería decir.

- Elrond- acabé la frase.

Pude escuchar un murmullo general y como todos los presentes tenían la vista clavada en mí. Gandalf, como siempre ayudándome en estas situaciones, me cogió la mano y me sonrió. Pude ver como Legolas me miraba muy extrañado, es lo que hay elfito…

- Bueno empecemos- dijo Elrond nervioso- forasteros de tierras lejanas, amigos de siempre; habéis sido convocados para atajar la amenaza de Mordor. La Tierra Media está al borde de la destrucción y nadie puede escapar de ella, debéis uniros o pereceréis. Frodo, muestra el anillo- éste se levantó del lado de Gandalf y le hizo caso.

A los pocos minutos un humano de Gondor, Boromir creo que se llamaba, quedó poseído bajo el poder del anillo.

- Gandalf- susurré.

Él me miró y asintió. Solo había un amanera de parar esto. Gandalf y yo nos pusimos en pié y recitamos en la lengua de Mordor. Pude ver como todos se estremecían y asustaban. Cuando acabamos Boromir volvió a sí mismo y se sentó.

- Jamás antes una voz dijo palabras en esa lengua aquí- dijo Elrond algo cabreado.

- No tenemos que pedir perdón- dijo Gandalf- pues la lengua oscura de Mordor puede ser oída en cualquier rincón del oeste. El anillo es el mal en sí mismo.

- Es una bendición, usémoslo contra él- gritó Boromir.

Aragaron se levantó en seguida y le contestó:

- No puedes dominarlo, ninguno de nosotros puede. El anillo único solo responde ante Sauron, no tiene otro señor.

- Que sabe un montaraz de estos asuntos…

Pude ver en la cara de Aragorn que eso le había dolido así que me levanté pero para mi sorpresa Legolas también lo hizo diciendo los dos:

- No es un simple Montaraz- dijimos al unísono.

Me miró con sorpresa y yo le sonreí.

- Es Aragorn, hijo de Arathorn, heredero de Isildur y heredero al trono de Gondor. Le debes lealtad- acabé cortante.

Aragorn me miró y me dijo que me sentara en élfico, aunque pude ver algo de gratitud en su gesto

Empezaron a discutir sobre qué hacer con el anillo. Sabía que lo mejor era destruirlo pero nadie quería hacerlo. Cuando de repente el pequeño Frodo se levantó y dijo:

- Yo lo haré, pero no sé cómo- puede ver algo de sufrimiento en su cara.

- Si eres tu quien lo hace, yo iré contigo- dijo Gandalf.

Me levante y me coloqué al lado de Frodo pasando un brazo por su espalda.

- Cuenta conmigo, Frodo.

- Y con mi espada- se levantó rápidamente Aragorn.

- Y con mi arco- dijo Legolas.

- Y con mi hacha- se levantó el enano.

- Yo también iré- dijo a desgana Boromir.

Elrond me miró con una cara que nunca había visto en él hacía mí. Me miró con lástima y dijo.