Rojo Escarlata (CANCELADA)

14. La mato

Al cabo de un rato fuimos a dentro donde se encontraba el pueblo preparándolo todo para celebrar la victoria y, así, honrar las pérdidas. Nada más entrar en aquel salón algo improvisado y lleno de mesas donde se encontraba todo el pueblo, me sentí observada. Todo el mundo tenía la vista fija en nosotros cinco, pero en mí en concreto.

- ¿Por qué nos miran todos?- le susurré a Gandalf.

- Te miran a ti querida- ¿a mí?, que sepa yo no he hecho nada especial...- las noticias en el mundo de los humanos vuelan. Todo el mundo sabe lo que has hecho por ese joven, además de tu gran papel en la batalla. Probablemente eres la que mas orcos ha matado.

- Vaya...- no tenía palabras.

De repente una mujer bastante joven salió de la nada y se me tiró encima. La mujer empezó a llorar rodeándome con los brazos. Mi cara de no entender nada fue tan grande que pude ver como Legolas y Aragorn hacían un gran esfuerzo por aguantarse la risa. Os voy a matar.

- Perdone- dije separándome algo incomoda- no sé ofenda, pero no sé quién es usted.

- Soy Margaret, la madre de Barlow- miré detrás de ella y pude ver al joven con su hermanita en brazos- No sé como agradecerle lo que ha hecho, ha salvado a mi hijo.

- No sé preocupe- acaricié su brazo- Barlow fue muy valiente, es más, me salvo la vida. No tiene de que preocuparse, será un gran guerrero.

Miré a Barlow y solo había satisfacción en su cara. Me acerqué a él.

- ¿Te apetece sentare en nuestra mes?- se le abrieron los ojos como platos.

Nuestra mesa era la de los hombres del rey, es decir, la que más destacaba y todo el allí presente era importante.

- Gracias, pero prefiero estar con mi familia- dijo algo triste.

- Ellas también pueden venir- le sonreí.

- ¿En serio?- asentí contenta- voy a decírselo.

Me acerqué a la mesa junto a la familia de Barlow. Todos los presentes nos hicieron sitio.

- Mirad a quien he traído.

- Chico- exclamó Gimli conteto de verlo- es un placer señora- dijo mirando a su madre.

Yo me senté entre Gimli y Legolas, enfrente de Aragorn y Gandalf.

- Dios, tengo demasiada hambre, ¿Aquí cuando se come?- rieron todos- Como esto dure mucho empiezo por el enano- bromeé.

- Ni se te ocurra elfa.

- Estamos esperando a unos invitados, no tardaran mucho- dijo el rey- supongo.

Genial... acababa de matar a incontables orcos, ¿era mucho pedir un poco de comida?

- Mía- Aragorn llamó mi atención- veo que sigues igual. Me acuerdo cuando de pequeña ibas a la cocina y robabas todos los bollos que había. Lo mejor ere ver la cara de tu pa...-rectificó- de Elrond.

- Ese cascarrabias, me la tenía jurada-reí- puso expresamente a tres guardianes a vigilar la cocina para que no entrase, aunque siempre me salía con la mía.

De repente la puerta se abrió y acompañados de siete guardias elfos, vi entrar a Elrond, mi hermano Elladan y Cora, su mujer.

- Por Eru, lo que faltaba- susurré.

Se dirigieron a nuestra mesa y, después de saludar al rey y recibir las gracias por la ayuda, se sentaron muy cerca de mí, demasiado. Lo bueno era que ya podíamos empezar a comer. Sin pensármelo más, cogí un montón de comida y me la coloqué en el plato.