-Mmmmmm. -sonrió, sin mirar -Me gusta a donde va esto.

Casi me tomó de la cintura, pero detuvo sus manos y las subió dejándolas descansar cerca de su cabeza, abiertas y relajadas.

Me sentí orgulloso de tener las agallas de sentarme sobre él y que no se quejara. Moví los dedos temblando sobre sus pectorales, intimidado por lo perfectos que eran. No como los mios; que vergüenza.

-Es por esto que necesito que me toques, Jimin. -mantuvo los ojos cerrados, -Nunca has tocado a un hombre así antes, ¿verdad?

Luego los abrió y me miró a los ojos, tratando de no hacerme sentirme ingenuo o sin experiencia, pero como si quisiera enseñarme lo que sabía.

-No realmente. -admití honestamente.

-Bueno, entonces toca todo lo que quieras. -cerró los ojos, -Cuando tus manos dejen de temblar, entonces te tocaré un poco mas.

Oh Dios... no creo que pueda aguantar mucho más de eso. Mi entrepierna está palpitando en estos momentos. Creo que si una brisa soplara sobre ella, me vendría de nuevo... o gritaría.

Así que por la siguiente hora, mis manos lo tocaron y acariciaron. Mis labios lo cubrieron. Me tomé mi tiempo explorando el pecho de Yoongi, con los brazos, las manos, las piernas y sus adorables pies. Evité el área de la entrepierna por ahora y lo rodeé sin decir una palabra, ascendiendo por la parte posterior de las piernas decidiendo ser valiente, puse las manos sobre su dulce y perfecto trasero.

Oh Dios. Soy un chico trasero.

-Wow...-no pude evitar exhalar mientras movía mis manos a lo largo de sus curvas sobre sus hoyuelos ahí, siendo lo suficientemente valiente para oprimir la punta de mis dedos sobre su suave carne.

-Oh, Dios mío, Jimin. -gimió, -Tiene unas manos increíbles.

Vaya, ¿lo estaba excitando? ¡genial! Mírame, Park Jimin, jugando con el trasero de un hombre. Y no el de cualquiera, sino de esta pieza celestial y sexy ante mi.

-No te detengas, sigue...-su voz sonó adormilado y soñadora, -Ah, sí... Me encanta cuando me agarras así, duro.

Tuve que parar después de un rato, para no asustarme, pero tenía que admitir, después de tocar a Yoongi de la manera que quería y por tanto tiempo, no sentía tanto miedo. Me hizo sentir tan bien con él, porque él estaba a gusto con eso. No me sentía sucio o pervertido como pensé que lo haría.

Me sentía... bien... y libre.

Besaba su espalda, mi mano frotaba suave y cuidadosamente la marca de mordida que tenía en la nalga derecha, deseando que mis dedos pudieran poner tanto cariño ahí, que se desvanecería y sanaría.

Pensé que Yoongi se había quedado dormido porque estaba muy tranquilo, pero luego poco a poco se dio la vuelta y me tomó la mano, besándola.

-La lección aún no ha terminado, Jimin. -Yoongi informó, -Te acobardaste con esto.

Y puso mi mano sobre su pene, tensándome involuntariamente, incapaz de mirar hacia abajo.

-Jimin... cariño... relajarte...-dijo con un tono tranquilizador -Shhh... es piel solamente. No tengas miedo. Es sólo una parte de mí, como mi brazo o mi pie.

Sí, claro.

-Te ayudaré... confía en mí. -me guió con paciencia, moviendo la mano lentamente sobre su dureza erecta.

-En este momento, está muy duro, gracias a ti. -sonrió, haciendo estremecerme un poco mientras él envolvía mis dedos alrededor de él, -Vamos, Jimin puedes verlo, no muerde...tambien tienes uno.

La Línea Roja 《+18YM》Where stories live. Discover now