Luego, con el mismo rollo de cinta con el que había sido atado, lo amarramos.

Una vez que terminamos, mi respiración comenzó a acelerarse.

Había llegado el momento de la verdad. Finalmente iba a descubrir quien era mi EstupidoAcosador, la persona que había resultado una maldición y a la vez una... bendición en mi vida. Si, una bendición, había aparecido en probablemente el momento en el que más había necesitado que alguien estuviera para mi, y me había salvado.

Me había apartado de todos, pero nunca me había dejado sola.

Lentamente acerqué mi mano hasta el borde de su pasamontañas.

Sin importar quien fuera, iba a estarle eternamente agradecida.

Sentí que alguien me tomaba la otra mano y me sobresalté, pero luego me di cuenta de que era Mark.

Me sonrió.

— Estoy aquí, Marie, todo estará bien.

No, no podía estarle agradecida a mi acosador. Él había lastimado a Mark, mi Mark, la persona que amaba.

Casi lo había matado, en más de una ocasión.

Le devolví la sonrisa, y luego volví a mirar a mi acosador.

No podía seguir retrasando esto.

Respiré profundo, y luego le saqué el pasamontañas.

Retrocedí de golpe y caí al piso.

Conocía a esta persona.

Cabello medio ondulado hasta los hombros, nariz recta, pestañas marrones casi rubias,y estaba segura de que cuando abriera sus ojos estos serían de un color miel intenso. Porque mi acosador no era nada más ni nada menos que Genaro.

Genaro. El barman del bar donde fui la noche cuando empezó todo. Genaro, quien me había ayudado a llevar a Mark cuando alguien lo golpeó, con quien salimos después en una cita y había estado tentada a besarlo...

Nada de esto tenía sentido. ¿Por qué? ¿Qué le había hecho?

Lágrimas comenzaron a deslizarse por mis mejillas.

Nunca lo había visto hasta esa noche,nunca. Y sin embargo... ahora todo tenía sentido.

Me había olvidado el celular en la barra el día que comenzó todo, y él era quien trabajaba ahí en ese momento.

También había estado presente el día que Mark fue lastimado. Hipócrita, había fingido ayudarme, cuando en realidad, todo este tiempo... había sido él.

—¿Por qué? ¿Por qué?— Comencé a repetir una y otra vez. El cuerpo me temblaba, y sentía que no podía respirar.

—Marie, respira.— Mark se agachó y me miró directo a los ojos.— Marie, todo va a estar bien.— Tomó mi rostro.— Respiremos juntos.— No podía, sentía que me estaba muriendo. — Inhala...— Vi como Mark inhalaba, pero yo no podía hacerlo. El aire simplemente no existía y me estaba muriendo. — Exhala...— Mark continuó diciendo. -- Vamos Marie, tienes que respirar conmigo, se que tu puedes, eres una chica fuerte. Inhala...— Esta vez, hice un esfuerzo por escuchar la voz de Mark, y poco a poco comencé a sentir como el aire entraba por mis pulmones.

Durante algunos minutos, Mark y yo respiramos al mismo tiempo, hasta que mi corazón dejó de latir tan fuerte, y al menos ya no sentía que moría.

—¿Mejor?— Preguntó Mark y cuando asentí con la cabeza, me besó suavemente en los labios. Sentí cómo me sonrojaba. Todavía no me acostumbraba a besar a Mark.— No volverás a enfrentarte a esto sola. Yo estaré contigo.

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⏰ Last updated: Aug 30, 2020 ⏰

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