CAPÍTULO 28

242 11 0
                                    

NARRA ALBA:

Después de prácticamente una hora buscando hoteles encontramos una oferta de 150€ para 3 noches, el hotel estaba bastante bien, pero antes de reservar pensé en preguntarle algo a Natalia.

-Que te parece si le decimos a algunas de nuestras amigas que vengan? Así las conocemos que tengo muchas ganas de presentártelas y que tú me presentes a las tuyas- Le sugerí. Seguía pensando que era un poco pronto para que nos conocieramos pero bueno, pensándolo bien seguro que nos lo pasábamos mejor si íbamos con amigas.

-Claro, cuantos más mejor que nos vamos de fiesta. Pero la habitación para nosotras solas- Dijo guiñándome el ojo. Se le veía un brillo espectacular en los ojos, se notaba que estaba emocionada y eso me encantaba, era tan tierna.

-Eso lo tenía clarísimo- Le dije guiñándole el ojo de vuelta.

Estabamos super emocionadas porque era un planazo para nuestro aniversario y además ninguna de las dos habíamos ido al pride nunca. Después cada una enviamos un mensaje al grupo de nuestras amigas que decía: Hola chicas, estoy con mi novia y estamos pensando que como el pride cae justo en el dia de nuestro cumplemes nos vamos a Barcelona a pasar el pride, quien se apunta? Hay una oferta en un hotel por 150€ para 3 noches. Que mejor ocasión que esta para que la conozcais HAHAHAHA.

Al día siguiente llamamos a nuestras familias y no tuvieron ningún problema, así que cuando contestaron nuestras amigas reservamos el hotel y compramos billetes de tren. Al final éramos Marta, María, Vicky, Noelia, Mimi, Samantha, Anaju,Agoney y nosotras 2. Muchos de ellos no se conocían pero suponíamos y esperábamos que se llevasen bien. María y Vicky hicieron como nosotras y se cojieron una habitación para ellas solas porque eran pareja y los demás estarían en una habitación todos juntos.

Esa noche se me hizo prácticamente imposible conciliar el sueño porque estaba demasiado emocionada. No podía creer que las cosas estuvieran yendo tan bien con Natalia y tampoco me creía que por fin iba a ir al pride. Siempre había querido ir pero no había encontrado a nadie que me acompañara. En la adolescencia los amigos que tenía eran los típicos que decían que también tendría que haber un día para los heterosexuales. La conversación que tenía con ellos siempre era la misma:

-Para qué tiene que haber un día del orgullo heterosexual?- Les decía yo haciéndome la tonta porque sabía perfectamente la respuesta de esos cavernícolas.

-Y para qué tiene que haber un día del orgullo para vosotros?- Me preguntaban ellos en un tono muy desagradable.

-Porqué que yo sepa a vosotros no os insultan, agreden y matan por simplemente ser heterosexuales. Vosotros podéis pasear por la calle tranquilos de la mano de vuestra pareja sin recibir ningún tipo de queja. Tampoco os hace falta esconderos por miedo al rechazo o al que dirán. No tenéis miedo o inseguridades por ser transexuales o no estar cómodos con vuestra identidad de género porque simplemente sois personas cis. Todas aquellas personas que no se sienten cómodas con su identidad de género luchan a diario para que no les gane la parte negativa por culpa de lo que piensa la puñetera sociedad- Les decía yo bien orgullosa de mis valores.

-Bueno, tienen mucho cuento. Buscan cualquier excusa para hacer una fiesta- Me respondían ellos y se quedaban tan anchos.

Yo les respondía mi opinión las primeras veces que hablábamos de estos temas pero al final ya ni me esforzaba. Eran personas de mente tan cerrada que no salían de su mundo y sus pensamientos y sinceramente era una pérdida de tiempo. Menos mal que a la larga me dí cuenta de que no me hacía bien esa compañía, no por que me influyera lo que pensaran sino porque realmente no me sentía nada aceptada por ellos. Muchas veces pues o me gustaba alguna chica o había tenido algo con alguna chica y no les contaba nada porque sabía que no me iban a aceptar ni a apoyar. Siempre he sido una persona a la que le ha dado igual lo que pensaran o dijeran por expresar sus ideales o sentimientos pero llegó a un punto que no podía seguir escuchando comentarios homófobos de mis propios amigos. Una de las mejores decisiones que pude tomar fue alejarme de esa gente y rodearme de otras personas que sí que valían la pena realmente.

No me sueltes nuncaWhere stories live. Discover now