Alba, a sus 20 años empieza a trabajar en un centro medico cuando por casualidad o por cosa del destino hace que se cruze con Natalia, una chica que le marcará mucho. Ninguna de las dos tenía en sus planes enamorarse, pero de esa manera fue inevitab...
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-Es mi perrito- Le dije a Natalia sonriendo
-Pues es monísimo, como se llama?- Preguntó Natalia mientras ella se iba a acercando a Blacky
-Se llama Blacky como su color indica- Le dije riéndome
-Me gusta el nombre,parece un perrito súper simpático- Dijo ella mientras lo acariciaba
-La verdad es que es súper bueno. Nunca ladra ni araña nada. Siempre lo tengo en el comedor conmigo y también duerme conmigo, no me gusta dejarlo aquí en el jardín- Le expliqué a Natalia
-Que bien Alba, que suerte tiene este perrito. Cuanto tiempo tiene?- Preguntó Natalia aún acariciando a Blacky
-Lo adopté hace un mes y la verdad es que parece que me esté agradeciendo que le haya dado un hogar. Hace un mes que está aquí conmigo pero tiene 2 meses- Le dije acariciando yo también a Blacky
-Que bonito que es, la verdad es que tiene suerte de tenerte. Adoptar a animales es genial siempre y cuando los cuiden como merecen- Dijo Natalia sin despegarse de mi perrito
-Y yo de tenerlo a él. Siempre había querido tener un perro pero mis padres no querían, así que cuando me vine aquí no me lo pensé dos veces. Adoptar es la mejor opción para tener un animal. Le estás dando una vida mejor porque a muchos los maltratan desde muy pequeñitos y es una lástima, nadie se merece algo así. Además no veo justo que se haga negocio por vender animales solamente por hacer dinero cuando otros animales lo están pasando fatal - Dije sintiéndome orgullosa de mi misma
-Pues sí, estoy totalmente de acuerdo contigo rubia- Me dijo con una sonrisa
-Vamos para adentro que todavía te tengo que enseñar una habitación- Le dije a Natalia cogiéndola de la mano
-Ah, sí? Yo creía que ya me habías enseñado toda la casa- Dijo Natalia con un tono de voz un toque misterioso para hacerse la interesante. Se notó bastante que tenía muy en cuenta que todavía no le había enseñado mi dormitorio y no lo supo disimular
-He querido dejar lo mejor para el final- Le dije a Natalia soltándola de la mano y dándole un cachete en el culo
-Pues vamos que tengo mucha intriga por ver lo mejor- Dijo después de darme un beso
Volvimos a entrar al comedor dejando atrás a Blacky en el jardín porque él no quería venir. Era un poco vergonzoso cuando venía alguien que no había visto antes pero después le tirabas la pelota y se le pasaba la vergüenza. Avanzamos por el pasillo cogidas de la mano y finalmente llegamos a la habitación que me faltaba por enseñarle a Natalia, mi habitación.
-Ya hemos llegado, esta es la única habitación de mi casa que te queda por ver- Le dije a Natalia. La puerta estaba cerrada, pensé que así quedaba mejor porque se veía todo más misterioso. La abrí y le dije que entrase ella primero- Adelante, esta es mi habitación- Natalia no se lo pensó dos veces y entró rápidamente.
