No me sueltes nunca

CAPÍTULO 27

NARRA ALBA:

-Y de que te apetece hablar?- Le dije a mi novia tumbándome en la cama para ponerme cómoda.

-Te quiero hacer una pregunta- Me dijo mientras ella también se acomodaba.

-Adelante- Dije con curiosidad.

-Igual lo ves un poco raro, pero para mi es importante saberlo- Añadió.

-Bueno, pues si es importante para tí pregúntamelo- Le dije esperando a la pregunta impacientemente.

-Alguna vez has sufrido alguna agresión por estar con tu pareja? Me refiero a una agresión homófoba- Me preguntó Natalia. Me cambió el rostro al escuchar esa pregunta y al recordar lo que me pasó.

-Sí, por desgracia sí. El verano pasado estaba en una discoteca con mi expareja y nos dimos un beso bastante largo, de repente noté como alguien me dió una patada y momentos después me recuerdo en el suelo. Giré la cabeza mirando a un lado y vi a mi novia también en el suelo con la cara llena de sangre, le pegaron un puñetazo.Tenía moratones y además le empezó a sangrar la nariz muchísimo. Cuando alcé la vista vi como una mano se acercaba a mi cara a una velocidad ultrasónica y me golpeó la nariz y me pasó lo mismo que a mi novia, me dejó la cara llena de sangre. Por suerte todo pasó muy rápido y en muy poco tiempo vinieron los de seguridad y los separaron de nosotras dando una buena paliza a los agresores. Por lo que pudimos ver, eran dos chicos extranjeros bastante jóvenes. Cuando pasó todo eso y estábamos un poco mejor dentro de la situación que acabábamos de vivir  vino una chica que también era de seguridad y nos llevó fuera de la discoteca y estuvo hablando con nosotras un rato. Esa chica era lesbiana y también le habían pasado cosas parecidas y nos ayudó a saber que teníamos que hacer en una de estas situaciones. Denunciamos a los chicos y fuimos a juicio y todo. Nos dimos los teléfonos con la chica de seguridad de la discoteca y todavía hablamos a veces- Recordar aquellas vivencias para mí fué bastante duro pero tarde o temprano ella lo tendría que saber. Mientras le expliqué esa horrible historia fue inevitable que se escapasen las lágrimas. 

-Joder Alba, esto es muy fuerte y muy injusto. Os hicieron mucho daño?- Me preguntó preocupada después de unos segundos sin saber que decir porque se había quedado en shock.

-Yo creo que más que dolor físico, fué el dolor psicológico que nos dejaron después y también fué el susto que nos dieron. Al día siguiente nos dolía bastante la espalda porque lo que hicieron fue tirarnos al suelo de un golpe y bueno la nariz no nos dolía tanto. El dolor psicológico tardó más en cicatrizar y hoy en día creo que no está del todo curado, ni para mi ex ni para mi- Le expliqué sin dejar de llorar.

-Joder Alba, lo siento mucho. Es horrible que todavía pasen cosas así y que la gente no entienda que todos somos libres de querer a quien nosotras,nosotros y nosotres nos de la gana- Dijo mirándome a los ojos y dándome la mano. Su mirada me transmitía mucha calma y seguridad y gracias a eso me pude relajar un poco.

-No te preocupes, ya es pasado, pero siempre se me quedará el recuerdo. Lo malo es que en situaciones similares tengo miedo, tengo miedo de que me vuelva a ocurrir lo mismo o incluso de que me pase algo peor- Mientras decía esta frase me fue inevitable volver a empezar a llorar porque sinceramente fue uno de los peores momentos de mi vida. No le deseaba eso ni a mi peor enemigo.

-Ya, es inevitable que lo pienses, pero déjame decirte que yo haré todo lo posible para que no nos pase a nosotras y para que a ti no te vuelva a pasar sobretodo- Dijo mi novia quitándole las lágrimas que se deslizaban por mis mofletes.

-Es una mierda... Muchas veces tienes que ocultar tus sentimientos en público para que dos tontos por no decir otra cosa te digan o te hagan auténticas barbaridades. El problema es que creo que nunca se me irá ese miedo- Le digo desahogándome.