Pokémon Mundo Misterioso: Fragmentos Dimensionales

Capítulo 2 - Formando un Equipo

Rubén se limitó a seguir a Rinx en completo silencio, observando a su alrededor todo cuanto podía y deteniéndose finalmente al notar que el contrario paraba en seco.

— Pues bien, este es el Pokégremio de Exploradores —explicó Rinx con la vista fija en el establecimiento. — Aquí es donde debemos registrarnos para poder formar un equipo explorador.

Al notar que Rubén no parecía tener intenciones de contestar, dio un par de pasos hacia delante, quedando de esta forma frente a la rejilla y mirándola un momento antes de suspirar. Los nervios comenzaban a traicionarle una vez más.

— ¿No te parece que hay algo raro en este sitio? —preguntó sin moverse de donde se encontraba, observando con detenimiento el lugar en un intento de calmarse al repetirse mentalmente que "ahora no solo estaba ahí por él", y que no podía permitirse salir huyendo como tantas veces había hecho antes.

— Eh... —murmuró Rubén notablemente confundido. Desde hace rato llevaba analizando todo lo que sus ojos veían y aunque tenía una inexplicable sensación de familiaridad, todo le resultaba extraño, incluyendo el comportamiento del Shinx. — ¿A qué te refieres?

— Nada, nada, olvídalo —contestó rápidamente negando en repetidas ocasiones, lo que menos quería era pasarle sus dudas al Mudkip.

Pasó un rato antes de que por fin se decidiera a colocarse sobre la reja, aguantando la respiración y cerrando los ojos al momento en que daba el paso decisivo.

— ¡Pokémon detectado! ¡Pokémon detectado! —se escuchó enseguida desde abajo de la rejilla a todo volumen. — ¿De quién es la huella? ¿De quién es la huella? ¡La huella es de Shinx! ¡La huella es de Shinx!

Rinx seguía con los ojos cerrados, obligándose de esta forma a permanecer en su sitio. El contrario no encontraba aquello una labor precisamente difícil, así que le resultó intrigante ver lo mucho que le costaba al Shinx.

— ¡Puedes entrar! —alertó tras unos momentos la voz, logrando que Rinx se apartara mucho más tranquilo y con una sonrisa en el rostro que superaba por mucho la que este había esbozado al recuperar su Reliquia de Piedra. — ¡Alguien te acompaña! ¡Dile que dé un paso al frente!

Rubén miró extrañado la rejilla, había escuchado todo así que no encontraba necesario que Rinx le transmitiera aquel mensaje. Sin pensarlo mucho más, hizo lo que había visto hacer antes a su acompañante una vez que este le dejó paso libre.

— ¡Pokémon detectado! ¡Pokémon detectado! —dijo enseguida el Pokémon de debajo. — ¿De quién es la huella? ¿De quién es la huella? ¡La huella es de...! La huella es de... Esto...

— ¿Qué pasa? —preguntó entre gritos una nueva voz que de igual forma se escuchaba bajo ellos. — ¡Centinela! ¿Centinela? ¿Qué pasa centinela Diglett?

— Hum... Esto... —respondió dubitativo el ahora identificado como Diglett. — Hum... La huella... ¡Podría ser de Mudkip! ¡Podría ser de Mudkip!

— ¡¿Cómo que podría ser?!

— Es que... No es una huella que se vea a menudo...

— ¡Desde luego, menudo inútil! ¡Pero si lo único que tienes que hacer es comprobar las huellas de los Pokémon que quieren entrar! Es tu trabajo, ¿no, Diglett?