Capítulo #53 " Dos días."

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-¿qué hubiera pasado si elegía reto?- pregunté curiosa y el sonrió divertido.

-Averigualo.- me entregó el sobre.

<<Cásate conmigo.>>

-Eres un tramposo.- dije.

-¿qué? tenía que asegurarme.- me besó.

Nos quedamos un rato en silencio, uno en los brazos del otro. El cuerpo de Ian se tensó y actuó con rápidez.

-¿qué pasó?- lo solté.

-Es tarde.- resopló.

-¿Tarde para qué?- quise saber yo.

-Para nuestro vuelo.- ahora sonrió travieso.

-¿Para nuestro qué?- volví a preguntar.

-Para nuestro vuelo Sam, la boda es en dos días.- creo que a estas alturas se me salieron los ojos.

-¿qué la boda qué?- pregunté con ansiedad.

Ian ya me llevaba arrastras hasta la entrada y yo simplemente no reaccionaba, pasé de la emoción a los nervios, Ian era un peligro para cuya persona era endeble en sentimientos y sistema nervioso.

-Mi viaje de tres día no fue de negocios.-explicó llegando al auto.

-¿te fuiste a ver a la otra o qué?- me molesté.

No había derecho a engañar.

-Allison me ayudó con todos los preparativos en tres días, merece un premio.- abrió la puerta del copiloto.

-Pero se supone que...

-Tenemos a un padre de ceremonia, padrinos, invitados, una recepción, y a la novia más linda, ahora sube al auto.- pidió paciente.

-¿es que todos sabían que diría que si?- pregunté casi indignada.

-bueno, es que se te nota hasta por los poros que estás loca por mi.- se palmeó el pecho con orgullo y lo empujé.

-No estés tan seguro.

-Te amo.- dijo.

-Yo no, ni siquiera me das tiempo para tener esas crisis en que dudo que esto es lo correcto y los nervios de novia, mi vestido.- hice un puchero y el sonrió tierno.

-Sé que fui egoísta, pero Sam, una vez que dijeras que si, no iba a aguantar tantas horas para desposarte.- me abrazó.

-¿qué esperas? tenemos una boda a la cual asistir.- me subí al auto.

El viaje, como de costumbre, fue normal y seguro, Ian durmió todo el tiempo, lo cual agradecía porque habían bastantes cosas que pensar. En realidad, no había mucho que pensar, no quería arrepentirme y, de hecho también ansiaba el momento, ¿que sería de nosotros sin la improvisación?, hablando de improvisación, los votos. ¿qué iba a decir?

Desde las escaleras mecánica se veía el cartel de Allison.

<<Señor y señora Salvatore.>>

Los chicos se miraron cómplices, malditos traidores.

-¿qué tal el vuelo?- me abrazó Peter.

-Aburrido.- declaré yo y saludé a la panza de Allison.-¿a donde vamos?

-A probarte los vestidos querida, pero antes dejaremos tus cosas en casa.- anunció All.

Una ola de millones de mariposas me recorrieron más que en el estomago, el vestido era la parte más glamurosa de todo.

Apenas entré a la casa corrí a mi habitación, mi cama era el principal objetivo.

-La perdimos.- habló Ian.

-mueve tu trasero Samanta, vamos tarde.- gritó All.

Lo dudé por un segundo, pero decidí levantarme, tenía que elegir mi vestido.
Allison se estaba tragando a Peter e Ian abría las ventanas.

-Ya lo moví, vamos.- tomé a All con la mayor precaución a causa de su gran panza.

"Casa blanca" se presentaba majestuosa ante nosotras, las personitas de mentira vestían los más bonitos de los vestidos.

-Los quiero todos.- declaré y Allison dejó escuchar su risa.

-Allá hay un probador, te los debes probar ahí, iré por una ayudanta.- me dijo.

Puede que me haya demorado sus quince minutos en llegar al metro que me separaba del probador, pero es que los vestidos estaban preciosos.

Abrí la puerta y casi me fui de espalda, me hiperventilé bastante. Jane, Clary y Margot se estaban ajustando sus vestidos, parecían hada madrinas, todas en verde pastel.

-wow.- alcancé a decir antes que todas se abalanzaran hacia mi.

-Te he extrañado tanto.- chilló Clary.

-Estás tan guapa cariño.- me abrazó más Jane.

-No puedo creer que vaya a usar esto por ti.- sonrió Margot.

-oye, me gustan, parecen...

-Hadas de cuento.- concluyó All.-Elegí la mejor temática, de nada.

-¿cómo lo supiste?- sonreí.

-¿cómo lo supiste?- repitió burlona.- eran los cuentos o los dioses griegos, pero nadie quiere ver a Ian en falda.

-Eso dices tú.- habló Margot y yo reí mientras imaginaba a Ian con falda.

-Gracias All.- le besé en la mejilla.- quiero ver como se le ve el vestido a tu panza.

-Já, ja.- se le borró la sonrisa.- yo quiero que veas tus vestidos.

Entro la ayudanta con un carro que lo llenaban tres vestidos, todos tenían corte de princesa a lo largo, pues la temática de la novia consistía en la princesa, al menos en mi boda. Elegí el vestido que tenía corte corazón, llegaba a media espalda y de ajustaba en la cintura, continuando del todo holgado hasta el piso, si yo fuera blanca nieves lo hubiera usado todos los días.

Entré a la cabina para probarme el vestido en privado, me admiré lo suficiente hasta que escuché voces masculinas, voces bastantes conocidas.

-¿ya han terminado?- oí a Marcos.

-¿qué hacen acá?- se escandalizó Allison.

-Las vinimos a buscar Amor.- habló Pet.

-Es una suerte que Sam no esté aquí es de mala suerte ver a la novia antes de la boda Ian.- habló Jane.

-Veo diario a Sam y me siento el hombre más afortunado habitando el planeta.- habló el hermoso de mi futuro esposo.

¡Dios! suena extrañamente adorable.

El comentario fue seguido por los suspiros de las chicas y los comentarios quejosos de los chicos.

The practiceDonde viven las historias. Descúbrelo ahora