Relatos Eróticos

Noche Con Compañía

Era una noche fría y oscura en el pueblo de Bridgetown, una noche como cualquier otra, la luna llena brillaba con intensidad en el oscuro cielo y las pequeñas estrellas lo decoraban con el manto de una novia recién casada Shade Forest se encontraba mirando por la ventana de su habitación el lago que se extendía bajo su casa mientras esperaba la vuelta de su amado, Drakma Wall, un mercenario encargado de la protección de su majestad el rey Saria IV, dueño del Reino del Este, hacia ya una semana que Shade no veía a su marido y necesitaba volver a verlo y disfrutar de su calor en aquella noche fría, tan fría, que los pezones de la joven estaban duros debido a su plena desnudez, el deseo de autosatisfacerse se hizo presente en ella pero se contuvo, su marido volvía esa noche y quería que el la satisfacera como siempre hacia.

Después de unos minutos la puerta de la habitación se abrió de golpe con un sonoro ruido, Shade se giro rápidamente y se tapo asustada de que fuera otra persona, pero en cuanto vio a su marido Drakma parado en la puerta volvió a destaparse mientras se acercaba a su marido con paso lento y moviendo las caderas de forma pronunciada con una pequeña expresión de perversión en su rostro. En cuanto Shade estuvo frente a Drakma no dudo ni un instante en desabrochar el cinturón de la pesada capa de piel de jabalí que llevaba Drakma como unkca prenda para su torso, dejando a la vista de cualquier mujer deseosa sus duros abdominales y pectorales, aunque la única persona que iba a tener el honor de tocarlos sería su esposa, la cual se encontraba de pie pegada a él mientras le miraba a los ojos e introducía su pequeña mano bajo el pantalón de Drakma el cual llevó sus manos llenas de heridas a las caderas de su esposa apretándolas y pegándola más hacia a él.

-Te he echado de menos- susurro Shade mientras notaba el miembro flacido de su esposo en sus mano derecha, cálido, como a ella le gustaba.

Drakma no dijo nada, de un fuerte tirón levantó a su esposa haciendo que está sacará su mano del pantalón de su esposo y se agarrara a sus anchos hombros para no caerse mientras Drakma se dirigía a la cama donde la tumbó, para luego colocarse con cuidado sobre ella poniendo sus grandes manos a manos lados de la cabeza de Shade la cual sólo sonrió y se mordió el labio inferior de forma provocativa.

-Me gusta cuando vuelves a casa, mi valiente guerrero- susurro Shade y juguetona llevo sus manos a sus pechos los cuales apretó suavemente.

Shade se fijo que en los ojos de su marido, verdes como un bosque, se reflejaba la lujuria y la abstinencia que había sufrido toda la semana fuera de casa. De un rápido movimiento los labios carnosos de Drakma se pegaron a los de su esposa la cual se retorcía por el repentino acto pero acabó aceptando aquel beso deseado mientras llevaba sus manos de sus pechos al cuello de Drakma envolviéndolo con amor, pero Drakma sabía que su esposa necesitaba más que eso y con seguridad deslizó su mano derecha hacia abajo rozando la cadera de su esposa la cual se retorció bajo el, y cuando este depósito su mano sobre la entrepierna de su esposa está por acto reflejo las cerró con fuerza mientras empezaba a notar la falta de aire. Como si lo supiera Drakma dejó de besar a Shade y esta tomó aire agitada y sonrosada sin decir ni una palabra, pero en cuanto noto los dedos de su marido moviéndose contra su intimidad un pequeño jadeo escapó de sus labios, en pocos segundos ya estaba mojada y lista para recibir a su marido, lo necesitaba más que a nada en el mundo.

En cuestión de segundos Drakma introdujo su dedo corazón en la intimidad de su esposa la cual respondió con otro jadeo más fuerte y apretando más sus muslos, sin embargo, Drakma no se detuvo e introdujo su dedo anular para luego moverlos lentamente hacia adelante y hacia atrás penetrando con suavidad a su esposa la cual no paraba de jadear y gemir mientras apretaba sus muslos y ojos con fuerza, el tiempo que su marido no la había tocado se hacía visible ahora, estaba muy sensible y cualquier roce que recibiera la excitaba.