❍領袖┆ 𝐃𝐚𝐝𝐝𝐲 𝐁𝐮𝐲 𝐌𝐞 𝐀 𝐍𝐨𝐫𝐭𝐡 𝐊𝐨𝐫𝐞𝐚.

четырнадцать [Fin]

Sangre.

Golpes.

Risas.

Escupitajos.

En eso se definía cada golpe que le daban a la chica.

— ¿Vas a decirnos ya lo que quieren hacer con nosotros, joven? – preguntó el calavera acercándose cada vez más a mí, le miró con asco y le escupió un poco de sangre.

— ¡Puta! – otro golpe.

— Ya me has tocado mucho las pelotas, niñata – el hombre sacó una pistola y le apuntó en la cabeza.

Silencio.

La menor cerró los ojos asimilando su final mientras lloraba, la única imagen que se le vino a la cabeza fue la de su amado. . .

— Lamento no haberte dicho cuanto te quería – murmuró con desgana.

Un balazo.

— Ey. . . ¿Qué ha sido eso? – preguntó el joven rubio mientras miraba a la puerta.

La fémina abrió los ojos, estaba viva. . .

— Me cago en la puta ¿¡Has sido tu verdad?! – gritó el de la máscara agarrandola del cuello y poniéndole la pistola en la mandíbula.

— ¡Jefe son los del CNP! – exclamó el rubio volviendo a la sala, pero de poco le sirvió correr ya que un balazo llegó a su pierna haciendo que soltara un alarido de dolor cayendo al suelo.

— ¡Mierda! – el "jefe" tiró la silla en la que se encontraba la chica asomando por la puerta empezando un tiroteo.

La joven desde su situación no vio nada, solo se guiaba por los gritos de dolor y disparos hasta que una mano tocó su pierna atada, era el joven de rastras arrastrándose.

— ¿C-crees que te vas a escapar fácilmente? – murmuró con un hilo de sangre cayendo de su boca, era la primera vez que lo veía sin máscara.

El de rastras se arrodilló tambaleándose mientas empuñaba un cuchillo entre sus dos manos, lo levantó bajo los gritos de la joven intentando retorcerse y escaparse. Cerró los ojos esperando el impacto cuando de repente se escuchó un disparo y seguidamente el peso del rubio sobre ella.

La menor levantó la mirada por encima del cuerpo encontrando al azabache con el chaleco anti balas, la frente llena de sudor y uno de los cristales de las gafas roto.

— ¡Conway! – gritó la menor a la cual se le habían iluminado los hojos por primera vez en meses.

Este se acercó arrodillandose en el suelo para desatar a la joven, una vez hecho los dos se fundieron en un fuerte abrazo.

— Conway.  . . Eres tú. . . De verdad que lo eres – dijo entre lágrimas la fémina.

— No te voy a dejar. . . Nunca más – murmuró con un hilo de voz el azabache, este se separó levemente mirándola con una sonrisa al igual que ella.

Ambos se examinaron por un momento; ella con el labio partido, sangre derramándose de si frente y las muñecas lilas del dolor; Él llenó de sudor y manchado por la suciedad y con él cristal roto.

La menor acarició su mejilla para verificar que eso era real con una sonrisa y lágrimas derramando su rostro.

Ambos se dieron su primer beso en meses, era un beso potente, lleno de amor y desesperación junto a algo de alegría. Ambos estaban abrazados en el suelo dando aquel cálido y casi perfecto beso mientras dos agentes miraban.

— Nunca había visto a Conway tan feliz.  . . – dijo con una sonrisa el hombre de barba junto a su amigo ruso.

— Es normal. . . De verdad la ama – murmuró de igual manera, al salir del trance tocó la espalda de su compañero.  — Anda, vamos a esposar a esos hijos de puta – y así como lo dijeron ambos se fueron por la puerta dejando a ambos amantes besándose.

" A pesar del tiempo y de las circunstancias, siempre iré tras de ti. . ."

Esa fue una historia de amor, adrenalina y pólvora que ablandó el corazón de toda la maya. . . Y mientras tanto nuestros enamorados, escribían esa frase con tinta en sus pieles en señal de amor eterno.

" Gracias por ser tú y nadie más. . ."

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FIN.

Gracias ha tod@s por haberme apoyado en este proyecto, gracias a ustedes he podido llegar lejos, nunca lo vi de esta manera pero aunque no lo crean leo cada comentario, amo cada punto y coma y tengo en cuenta todo lo que me escriben.

Gracias por el apoyo que me han dado. . . Espero leernos pronto de nuevo~ ♡