Capítulo 3

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Dos semanas después, cuando Satine regreso con sus hijas de tomar el té con sus vecinos, Obi-Wan le dio una noticia que por poco genera que los nervios se le descontrolaran.

– Espero que hayas preparado una cena muy buena para esta noche, querida – llevaba una carta en la mano – Creo que alguien nos acompañara.

– ¿Y de quien se trata? ¿Del señor Hux? – preguntó con ilusión.

– Lamento decepcionarte pero no es él – le respondió su esposo – Es el señor Finn Windu.

– ¡Ese bastardo! – dijo alterada.

El señor Kenobi asintió con la cabeza.

– ¿Y por qué viene con tal ímpetu?

El hombre agachó la cabeza – Es bien sabido que mi 'primo, Mace, falleció hace un año. Tú bien sabes que él no tenía problema en que viviéramos aquí, pero ahora su hijo es el heredero directo.

– Que la fuerza nos acompañe y no permita que venga con intenciones de expropiarnos – se había puesto pálida.

Tuvieron que comentarle la noticia a sus hijas, y como era de esperarse ninguna lo tomó bien.

Para hacer que sus hijas no se preocuparan más Satine intentó distraerlas enviándolas al pueblo a comprar unas especias.

Todas las cinco chicas se fueron hablando sobre su tan odioso primo, al cuál solo habían visto una vez hacia muchos años. A ninguna de ellas les agradaba.

Una vez en la plaza vieron que Jannah estaba recogiendo sus zapatillas en el puesto del zapatero.

Cómo era costumbre ya, Jyn y Zorii se fueron juntas a mirar lo que vendían, mientras que Rose, Rey y Paige se quedaron dialogando con la señorita Calrrisian.

– No puedo creerlo – dijo la morena al enterarse de la noticia.

– Si, el señor Windu es dueño de todo – ratificó Rose.

– ¡Hasta de mi piano! – había dicho Paige angustiada.

– ¿Y por qué? – preguntó Jannah.

– La propiedad pasa directamente a él por ser hombre y no a nosotras por ser mujeres – justificó Rey.

– ¿No dijiste que es un hombre de fe? – preguntó la señorita Calrrisian.

Las tres hermanas asintieron con la cabeza.

– Se consagró como clérigo de la religión Jedi ya que es portador de la fuerza – explicó Rey.

– ¿Qué los portadores de la fuerza no deben servir únicamente como caballeros de la orden Jedi de Naboo? – preguntó la morena extrañada.

– Depende – volvió a decir Rey – Algunos eligen ser ministros que enseñan las sagradas escrituras Jedi, otros deciden ser sanadores o caballeros y con el tiempo son ascendidos a maestros.

– Nuestro padre y su primo fueron caballeros hace años y también los ascendieron a maestros – dijo Paige.

– ¿Y que pasó? – preguntó su amiga intrigada

– Cuando conoció a madre, el consejo le permitió casarse y al mismo tiempo seguir siendo maestro, pero el decidió no seguir exponiendo su vida ya que quería proteger a su familia – contó Rose.

– Sin duda alguna es una pena que no haya elegido ser un Caballero Jedi – comentó Rey refiriéndose al señor Windu – Sí yo fuera portadora de la fuerza no sería sacerdotisa, sino que pelearía por la paz.

Pride and Prejudice || Reylo AUWhere stories live. Discover now