Capitulo 4

1.2K 102 6
                                    

POV: Lucía
Entro más que molesta a mi casa, me dirijo a mi habitación para tomar una ducha. Ya después llamaré a Mariana para reclamarle el haberme dejado plantada y preguntarle sobre cómo le fue con Daniel, después de todo yo no soy una pésima mejor amiga como ella.

Salgo del baño y me tumbo en mi cama, llamo a Mariana un par de veces pero no contesta así que decido tomar una pequeña siesta. El día ha sido muy agotador, necesitó descansar por lo menos unos minutos. De pronto las palabras de la freak vuelven a rondar mi cabeza "Nos casaremos en un futuro Lucía", sus molestas y tontas palabras hacen eco en mi cabeza, tanto que siento como un dolor comienza a originarse en ella, una maldita migraña quizás. Lo que faltaba, enfermar por culpa de la loca de Rivera. Pero sin duda esa chica sueña demasiado alto, ni en mis peores pesadillas me casaría con ella.

(22 de Octubre 2030, actualidad)

Comienzo a despertar, trato de abrir mis ojos pero la luz que entra por la ventana de la habitación me lo impide. Siento mi cuerpo cansado, como si hubiese corrido un maratón. Mi cabeza comienza a doler como si tuviera resaca, lo cual es raro ya que ayer no tome siquiera alcohol. Esa siesta en lugar de relajarme parece que hizo todo lo contrario. Intento estirarme pero inmediatamente siento la pierna de alguien sobre las mías y sus brazos en mi cintura. ¿Qué fregados esta pasando? Abro en seguida mis ojos y veo los brazos al parecer de un chico aferrados a mi. ¡Carajo! Alguien se aprovechó de mi mientras dormía, esto es lo peor que me puede pasar.

Con cuidado quitó sus brazos de mi cuerpo, cuando por fin estoy libre salgo de la cama, en el suelo hay ropa que supongo es del chico pero también prendas femeninas ¿acaso esto fue un trío? Porque esa ropa mía no es.
-¡Papá!, ¡Mamá!, ¡Ayuda!.-comienzo a gritar pero pronto me doy cuenta que no estoy en mi habitación así que quizás no estoy ni en mi casa. Entro en pánico en solo pensar que he sido secuestrada, corro por toda la habitación buscando la salida pero es en vano ya que no doy con ella. ¡Mierda! Y más ¡Mierda! ¿Ahora que será de mi? No estoy preparada para ser una esclava sexual de nadie.

Me congelo en cuanto la persona bajo las sábanas comienza a moverse ¡Mierda! Lo que faltaba, que este tipo vuelva a abusar de mi. No pude salir solo en silencio, tenía que gritar, que estúpida soy a veces.
-¿Por que tanto escándalo, amor?.-pregunta aún soñoliento. ¿Amor? Que le sucede a este tipo. -¿Podrías hacer menos ruido?, me duele la cabeza.-dice sentándose en la cama. Lo miró tratando de saber si lo conozco pero al parecer no, pero sus ojos los he visto antes...mierda no puede ser o ¿si?. ¿Que clase de pesadilla es esta? Solo quiero despertar. -Amor, ven a la cama. Podemos seguir con lo de ayer si quieres.-me dice con una cara pícara a lo que lo veo con desaprobación. ¿Por que carajo me habla como si fuéramos pareja? Yo no lo conozco. Me acercó un poco a la cama, su rostro me recuerda a Rivera pero no puede ser ella, este tipo es un chico y mucho mayor que Ale.
-¿Quién carajos eres? ¿Por que estoy aquí? ¿Qué hiciste conmigo?.-gritó furiosa mirándolo con molestia.
-¿Qué te pasa, Lu? Soy yo, Alex. Si esto es una clase de broma déjame decirte que no me divierte.-¿ahora se molesta? Aparte de ser un secuestrador es sensible, por Dios. Ruedo los ojos y vuelvo a mirarlo mientras cruzo mis brazos. Él solo me mira un poco confundido ¿confundido por mi reacción? ¿Qué esperaba que me alegrara de ser su esclava sexual? Es un imbécil eso es. Tomó una respiración profunda tratando de calmarme y pensar en lo que dire.
-¿Esto acaso es una broma de Rivera?, porque créeme que no le veo lo divertido por ningún lado.-con cada palabra que digo su confusión parece ir en aumento. Su cara podría ser un signo de interrogación gigante. -¿Quién eres tú?.-pregunto nuevamente. Mi madre me va a matar cuando regrese a casa. Parece que ya estoy escuchando a Marlene darme sus sermones. Me concentro tanto en mis pensamientos que cuando siento las manos del chico en mis hombros doy un pequeño salto, regresando a la realidad, la estúpida realidad. No es tan feo después de todo, incluso es demasiado guapo y tiene un cuerpo muy sexi. Me sonrojó un poco al notar que esta en ropa interior. Lo que faltaba que me dé el síndrome de Estocolmo.
-Cariño, creo que bebiste demasiado anoche, te dije que pararas pero como siempre eres demasiado necia.-ríe levemente ¿cual es el maldito chiste? -¿Tuviste una pesadilla anoche?.-pregunta mientras acaricia una de mis mejillas. Mi maldita pesadilla eres tú.
-¡Aléjate de mi!.-exclamó dando un par de pasos hacia atrás. -Solo déjame volver a mi casa, mis padres deben estar buscándome como locos.-agregó pero él solo me mira como si la loca fuera yo.
-¿Has hablado con tus padres?, Lucía estás en casa, esta es tu casa.-me dice aún inspeccionándome con la mirada.
-Esta no es mi maldita casa, quiero irme con mis padres. Mas te vale que me lleves.-advierto con molestia. Siento como las lágrimas comienzan a salir de mis ojos y me frustra el no poderlo evitar, no quiero verme débil, no ante esté idiota.
-¿Qué sucede? ¿Por que me dices todas estas cosas? Creí que ya estábamos bien. Solo fue una tonta pelea, ayer dijiste que todo estaba bien entre nosotros, hicimos el amor infinidad de veces y ahora quieres ¿irte? No lo entiendo.-¿hacer el amor con él? Por Dios si yo soy más Virgen que nada, está más loco de lo que pensé. -Lucía, no puedes decir un día algo y al otro decir totalmente lo contrario, no es justo que juegues así conmigo. ¿Qué cambio de anoche a hoy?.-por Dios me habla como si me conociera de toda la vida, estoy perdida, ya no sé si es una pesadilla o realmente esta pasando. Frotó mis ojos tratando de que si es una pesadilla despertar lo antes posible pero parece que no, no logro despertar o realmente esta es mi realidad.
-Yo no te conozco, ayer después del paseo con la freak de Rivera tome una siesta y hoy desperté contigo en la cama.-explicó y su cara vuelve a mostrar solo confusión. -Sabia que ese maldito aventon de Rivera me costaría muy caro pero nunca pensé que llegaría tan lejos. ¿Donde está ella?.-pregunto con seriedad, frunce el ceño levemente.
-Yo soy Rivera, Lu.-dice en un hilo de voz. ¿Qué carajo acaba de decir?, pésima broma. Él es un chico y Ale una chica, esto para nada puede ser verdad. Niego con la cabeza. -¿Segura que estás bien?.
-Tú no puedes ser Rivera, es cierto que tus ojos son exactamente iguales a los suyos pero tú eres un chico y mucho mayor que ella.-digo con obviedad. -Solo llévame a mi casa, quiero estar con mis padres y hermano.-pronto recuerdo que es miércoles, tengo práctica con las porristas, no puedo llegar tarde yo soy la capitana. -¿Qué hora es? Tengo práctica a medio día.-frunce el ceño y vuelve acercarse a mí. ¿Porque se parece tanto a Ale? ¿Será su hermano? Qué yo recuerde ella es hija única.
-¿en serio estás bien? ¿Qué práctica? Hablas como si aún estuviéramos en el high school.-soltó un par de carcajadas, esa risa yo la conozco, no la olvidaría jamás ¿Acaso realmente es Alejandra?.
-Yo aún estoy en el high school, voy en último año.-digo con seriedad haciendo que parare de reír.
-Lu, saliste del high school hace un poco más de 10 años. ¿All good?.-abro mis ojos como platos, este tipo esta demasiado loco. Tomó las prendas del suelo para cubrir mi cuerpo desnudo y me alejó lo más rápido que puedo. Necesito salir de esta casa antes de volverme loca como el chico. Por fin doy con la tonta puerta, salgo a un pequeño pasillo, no sé en qué dirección correr pero pronto veo las escaleras a unos cuantos metros así que camino en esa dirección, el desconocido comienza a llamarme pero lo ignoro, cuando estoy por bajar las escaleras escuchó un par de pequeñas voces llamarme y me giró en seguida.

Quiero recordarte (Luciale)Where stories live. Discover now