0 7 a n d 0 8.- H o o b y / H i g h s c h o o l.

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The exchange student

La jornada escolar había acabado desde hace un par de horas, únicamente los chicos que tenían actividades de club aún permanecían en las aulas.

Cómo era el caso del pelirrojo.

Las actividades del club de arte le gustaban, pero por alguna razón ese día el salón se encontraba solo. Le extrañó un poco pero decidió ignorarlo, puesto que ahora podría pintar con calma sin el molesto ruido de sus compañeros que se habían unido porque según era sencillo. 

Levantó la tela que cubría el lienzo de su trabajo, lamentablemente en blanco, puesto que no había sido capaz de imaginar algo para la clase libre. 

Tal vez debería resignarse y pintar un simple bodegón, aunque sabía que podía hacer algo más… increíble.

Suspiró y tomó pinceles junto con los acrílicos que iba a ocupar, aunque aún siguiera sin idea de qué pintar exactamente. 

Ver el lienzo por dos horas era tentador, así tal vez llegaría la inspiración.

Deseaba que Jotaro saliera temprano de su práctica de Tae kwon-do y pudiera auxiliarlo un poco. Su amigo solía tener buenas ideas, pero muy simples, necesitaba eso en estos momentos.

Soltó otro suspiro con resignación y recargó su frente en el cabestrillo que mantenía su lienzo a la altura correcta. —Por favor, sólo quiero entregar mi trabajo, dame una idea…— El chico pelirrojo cerró los ojos por unos instantes buscando que su cerebro cooperase un poco, ya que nada de lo que había sketcheado durante las clases lo convencía.

—¿Qué estar haciendo?...— Kakyoin pegó un brinquito en el banco, no sabía si por la sorpresa o el pésimo japonés con el que le habían preguntado.

—Ah… n-nada.— El pelirrojo miró de arriba a abajo al muchacho que había entrado al salón de arte, posiblemente por andar curiosando. De cabellera plateada y ojos azulados, pendientes de corazón y uniforme desarreglado. 

Debía tratarse de Jean Pierre Polnareff uno de los estudiantes de intercambio de tercer año.

Noriaki estaba un poco descolocado, no quería ser descortés, sin embargo, nunca se imaginó o llegó a plantearse que el estudiante que tanto revuelo había causado por su animada forma de ser, estaría hablando particularmente con él. 

El chico que no hablaba con nadie si excluía a su único amigo de la infancia, Jotaro. 

—U-um… ¿P-puedo preguntar qué estás haciendo aquí?— El pelirrojo se dirigió al chico francés en inglés, puesto que su japonés, aunque tuviera un buen nivel, seguía siendo extraño y eso lo desesperaba un poco.

—¡Oh! Sólo exploraba la escuela mientras mi hermana termina sus actividades del club. Estaba tonteando en los pasillos hasta que te vi aquí, solo, y me dio curiosidad ver qué pintabas.— El chico sonrió bobamente y Noriaki arqueó una ceja confundido. 

—Debes estar decepcionado, no tengo ideas y debo entregar esto la próxima semana.— Una risa irónica abandonó los labios de Kakyoin antes de dejar la paleta y pinceles, después se giró un poco para poder hablar mejor sin darle la espalda al muchacho francés.

—Para nada, comprendo que el arte es complejo. Y si no tienes inspiración debe ser más complicado.—El peliplateado se encogió de hombros restándole importancia y el pelirrojo agradeció un poco de comprensión, pero seguía en el mismo problema, no sabía qué dibujar y el tiempo se le agotaba.

Tal vez debería dibujar de nuevo a Star Platinum o a Hierophant Green, personajes que Jotaro y él habían inventado cuando eran chicos, para jugar.

🍒✨~Kakyoin month 2020 prompt~✨🍒Where stories live. Discover now