🍒✨~Kakyoin month 2020 prompt~✨🍒

0 5 .- A n g s t

Until the Breakdown

Era septiembre de 1988, su familia había planeado un viaje a Egipto para cambiar un poco los agobiantes aires de Japón… O eso era hasta hace unos días. Actualmente se encontraba en un lugar sumamente oscuro y gélido completamente contrastante al clima habitual de Egipto. No recordaba en qué momento se había separado de sus padres, ese día estaban recorriendo la ciudad, viendo locales con diferentes artesanías, comiendo en un pequeño restaurante alguno de los platillos típicos del país, admirando la arquitectura y la historia.

Pero ahora se encontraba recostado en el duro suelo de alguna antigua construcción o eso creía por las columnas que se alzaban imponentes hacia el techo que era incapaz de ver, debido a la misma oscuridad que le rodeaba. 

Hizo un intento por incorporarse y prontamente sintió escalofríos recorrerle todo el cuerpo y luego un dolor lacerante, no estaba solo…

Sus sentidos comenzaron a activarse lentamente, permitiéndole ser más consciente de lo que le rodeaba. Un aura pesada, el olor a sangre con algo más, gemidos roncos y algo duro y palpitante perfilándose con fuerza a su interior. Su espalda se arqueó en respuesta al electrizante dolor de ser abierto a la fuerza y con sus uñas se aferró a la enorme silueta que se posaba encima de él. Una risa socarrona llegó a sus oídos poco después. —Finalmente despiertas…--Las hebras doradas que le acariciaban con suavidad el rostro le brindaban un leve consuelo ante la humillante situación en la que se encontraba.

Oh… Ahora lo recordaba, se sintió atraído por aquella aura enigmática que rodeaba a este sujeto, DIO, quién le había prometido poder, superación… Amistad…
Con su carisma natural y su inteligencia pudo observa a través de él como si fuese una frágil burbuja.

Aquel inmortal ser volvió a arremeter con fuerza bestial en su interior, logrando que un grito ahogado saliera de su seca garganta. De nuevo escuchó aquella risa y se sintió reducido a menos que una basura. El aliento de DIO rozar con la piel de su cuello le hizo temblar de terror y luego los colmillos que perforaron su piel le recordaron que él era la presa al final.

Un simple niño ingenuo que se dejó seducir por la promesa de salir de su soledad, de ser importante para alguien… Sentía impotencia y unas enormes ganas de llorar. Lo peor era que no tenía algún hombro en donde poder desahogar sus penas. 

Quiso dar un poco de batalla, pero su espíritu se hallaba tan doblegado que no era capaz de llamar siquiera a su stand.

Por favor…

Por favor…

Si es que existía un Dios o algún ser omnipotente…

Escucharan sus plegarias para poder salir de aquella situación.

Lo último que pudo observar fueron unos delgados tentáculos salir de la sutura del cuello de DIO que se acercaron peligrosamente a su rostro. Más dolor, más terror y después… Nada…

Sus músculos se relajaron haciendo aún más sencilla la labor del rubio de humillarlo, su voluntad se apagó y su vista se perdió.

Rememorando algún tranquilo verano en 1977…