0 2 .- C h e r r i e s

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Kakyoin in Cherryland

¿Cuánto amaba las cerezas? Esa era una pregunta difícil de responder y no porque fuese difícil de cuantificar, sino porque no existía una cantidad que se le acercara ni remotamente.

Kakyoin llegó a pensar que tal vez descubrirían todos los decimales de pi antes que él pudiera determinar una cantidad o distancia adecua a su amor por aquellos diminutos frutos rojos. 

Era tan maravillosa esa frutilla que el pelirrojo siempre quedaba impresionado de su versatilidad, ya fuese en postres o platillos fuertes, dulces o salados. 

El increíble acento que le daba la salsa de cereza a la carne roja, entre ácido y dulce, mejoraba si ésta era preparada con mantequilla, un suave toque de romero, pimienta y sal que potencializan los sabores cárnicos, haciendo de ese platillo una experiencia única al momento de su degustación.

O la suavidad cremosa que ésta podía adquirir en un fresco mousse que se derretía en su paladar e inundaba sus papilas, o su potencia acentuada con el chocolate amargo en un selva negra…

Pero sin duda alguna, su presentación favorita siempre sería en su estado más fresco, casi recién cortadas del árbol, ya que esa era la única forma de detectar su sabor en todo su esplendor. 

Lo crocante y suave de su piel al pasar por sus labios y paladar, su carnocidad y dulzura de su jugo que estimulaba sus terminales sensoriales y gustativas llevándolo al punto clímax del sabor umami, escondido en algún punto en la parte media de su lengua. 

Otra cosa que igual embelesaba a nuestro pelirrojo era toda la diversidad que existía dentro de las cerezas. Que si bien muchas personas conocían de vista a las diminutas Cristobalinas o corazón de pichón, había muchas, muchísimas más variedades y cada una con características y sabores únicos.

Tal era el caso de la variedad Napoleón que tenían un aspecto similar a las japonesas, pero de una dulzura excesiva. Noriaki diría que aquellos frutos fueron confundidos por las abejas y les implantaron su miel logrando así alcanzar ese sabor único y dulce. 

Otra de sus variedades favoritas era la Early Burlat que poseía una exquisitez única, aunque siempre que la comía su madre se burlaba puesto que tanto la carne como su jugo eran de un color rojo oscuro haciendo que, siempre que las comía sus labios se tiñiesen de ese color.

Uno de los pasatiempos del pelirrojo era su afán por la lectura y eso incluía leer más acerca de las cerezas, un poco de todo como lo llamaría él, sin embargo ya conocía 50 tipos diferentes de éstas y podría decir que se moría por probarlas todas a lo largo de su vida. Suspiró profundamente antes de cerrar la enciclopedia que tenía entre sus manos y llevó su mano a su estómago escuchándole gruñir levemente, ahora tenía antojo de unas cerezas, pero conseguirlas en Japón fuera de temporada era algo complejo además de caro. Un puchero se dejó ver en sus labios y un suave enfurruñamiento típico de sus berrinches por cerezas se dejó escuchar.

Unos minutos pasaron antes de que el timbre se escuchara, así que con cierta pereza se levantó del sofá y al abrir la puerta se encontró con Jotaro, quién traía una bufanda rodeando su cuello y una bolsa de plástico en su mano derecha, prontamente el Joestar se la extendió y Noriaki la tomó a los pocos segundos.

–El anciano te trajo esto de Italia… 

–Gracias, aunque no era necesario.

Noriaki le cedió el pasó al Joestar y le ayudó con la gabardina, le ofreció un té para esa fría tarde de enero y alguno de los aperitivos que su madre había preparado junto con la caja que Jotaro había traído.

En cuanto la abrió sus ojos se iluminaron, puesto que las cerezas que guardaba en su interior lucían preciosas y abundantes. Eran de un tipo que no había probado.

–Se llaman Grace Star… o algo así.

Dijo Jotaro aún con la taza de té pegada a sus labios y Noriaki sonrió, puesto que cada cosa que se relacionaba con su amigo traía consigo estrellas de alguna u otra manera.

Tal vez ésta podría volverse su tipo de cereza favorita, aún no lo sabía…

🍒✨~Kakyoin month 2020 prompt~✨🍒Where stories live. Discover now