Quiero recordarte (Luciale)

Capítulo 2

POV: Lucía

-Oye, Lu. Vine a hacerte un poco de compañía.-dice sonriéndo, genial mi día no podía ser mejor que esto. Solo ruedo los ojos y me alejo un poco de ella. -No muerdo.-suelta una pequeña risa, ¿de verdad me esta coqueteando? Pierde su tiempo sin duda.
-Con lo salvaje que eres dudaría si lo que dices es verdad.-le digo de manera burlona y ella parece tomarlo con gracia ya que ríe como si le hubiese dicho el mejor chiste del mundo, de verdad que es rara, muy rara. Uno la insulta y ella se ríe ¿Que clase de persona hace eso?. Aunque su risa no es tan mala, si no supiera que es de ella me atrevería a decir que tiene una risa linda.
-Muchas chicas quisieran estar en tu lugar ahora mismo.-lo que faltaba su gran y enorme ego a la vista. Una de las muchas cosas que detesto de ella. ¿Cree que todas morimos por ella? Pues no, por lo menos no yo.
-No todas somos tan tontas para fijarnos en ti, habemos quienes si tenemos buen gusto.-digo de manera firme mientras miro cómo ella comienza a negar con su cabeza. -Yo no te llame para que me hicieras compañía y si la necesitara créeme que no te la pediría a ti.-cuando quiero puedo ser una perra.
-Vamos Lu, tampoco te estoy pidiendo que te cases conmigo, solo es platicar un rato en lo que Dani y Mariana lo hacen.-eso ni en sus mejores sueños, pero tiene un poco de razón. Mi amiga esta feliz hablando con Daniel, no puedo quitarle su momento.
-Esta bien, pero no intentes nada que no eres mi tipo.-digo antes de comenzar a caminar hacia unas bancas cerca del campo. Cuando tomo asiento puedo notar a Sol y Chad comiéndose a besos, si lenta no es mi amiga. Por otro lado del campo esta Mariana hablando con Daniel. Me concentro tanto en verlos que no noto cuando Rivera se sienta a mi lado hasta que escucho su molesta voz.
-Lucía, yo soy el tipo de todas las chicas.-me dice al oído mientras pasa su brazo por mis hombros. -Incluso de las amargadas como tú.-eso es suficiente para hacerme explotar.
-Así fueras la única persona sobre la tierra jamás me fijaría en ti, freak.-digo ya muy molesta y quitó su brazo de mis hombros. -Aparte yo tengo novio por si no lo recuerdas.-novio que por cierto no he visto en un buen rato.
-¿Benjamín cierto?.-lo conoce desde primer año y ahora no lo recuerda, a veces logra ser más tonta de lo que pienso que es.
-Si, es él.-digo con obviedad rodando los ojos.
-Bueno...tu novio está por ahí...besando a una chica que claramente no eres tú.-señala hacia una parte escondida de las gradas e inmediatamente comienzo a caminar en esa dirección.

Al llegar a las gradas me doy cuenta que efectivamente ese es "mi novio"  besándose con una chica de primer año, no dudo para nada en acercarme a ellos. Ale me sigue de cerca. Aplaudo un par de veces al estar frente a ellos haciendo que dejen de comerse y me miren.
-Lu...esto no es lo que parece.-se apresura a decir Benjamín, típico de él, decir una frase ya usada por todos.
-Límpiate el lipstick, tienes un poco.-señaló con mi dedo índice mi labio inferior, él comienza a limpiar de manera brusca sus labios.
-Lu, yo puedo explicarlo.-da un par de pasos cerca mío pero yo retrocedo un poco chocando con el cuerpo de Ale que esta a mi espalda.
-¿Qué vas a explicar? Ya quedó bastante claro, ¿no crees?.-cuestiono mirándolo con molestia, se acerca más y me toma de las manos.
-Esto no es nada serio, esta chica no significa nada para mi.-eso hasta a mi me hubiese dolido, la chica toma sus cosas y sale de las gradas muy molesta. -Yo te amo, Lu. Tanto como tú me amas a mi.-vaya forma de amar que tienes Benjamín, siento como sus manos se posan en mis mejillas y cuando veo demasiado cerca sus labios de mi rostro no lo pienso y le suelto una bofetada, si estuvo fuerte ya que hasta la mano me arde. Cuando vuelve a verme noto tres de mis dedos marcados en su mejilla sonrío levemente lo cual no toma muy bien él que digamos. -¿Que carajos te pasa, Lucía?.-me grita, aparte de ponerme los cuernos se molesta.
-Bájale a tu tono, que aquí la ofendida debería ser yo no tú.-y tengo la razón, una cachetada no se compara en nada a una infidelidad.
-Nuestro amor puede superar esto, solo fue un error.-dice acercándose de nuevo a mi.
-¿Un error? Un error sería seguir contigo, la verdad esto no me dolió, creo que hasta te lo agradezco. Sirvió para darme cuenta que no te amo y quizás nunca lo hice.-en cuanto digo eso me siento liberada, llevaba un tiempo con esas palabras dando vueltas en mi cabeza pero no me animaba a decirlas en voz alta.
-Tú a mi no me vas a dejar.-me toma de los brazos con fuerza mientras yo pido que me suelte. Lo siguiente que veo es el puño de Rivera en el rostro de Benjamín, que por cierto pega duro ya que lo deja en el suelo.
-Creo que ella ya te ha dejado.-escucho decir a Ale mientras se acerca a mi para ver si estoy bien.
-Este no es tu problema, machito.-exclama Benjamín aún desde el suelo.
-Se convirtió en mi problema cuando decidiste poner tus sucias manos sobre ella.-¿Rivera defendiéndome? Eso si que no lo veía venir. -¿Nos vamos, Lucía?.-me pregunta con una mirada tierna, una mirada que jamás pensé ver en Ale, solo asiento y camino para salir de las gradas.
-¿Me vas a dejar por la freak?.-grita Benjamín desde la parte superior de las gradas.
-Te dejó porque eres alguien horrible y no quiero estar con alguien así.-contesto en su mismo tono para luego salir de ahí. El sigue gritando pero lo ignoro. Ale sigue detrás de mi, me acompaña hasta los vestidores. -Gracias por lo que hiciste allá.-es cierto que la odio pero una malagradecida no soy.
-Tranquila, lo hubiera echo por cualquiera. Pero...¿segura que estas bien?.-me pregunta y yo asiento.
-No moriré por esto Rivera si eso es lo que te preocupa.-digo en tono divertido haciéndola sonreír un poco.
-Me agrada escuchar eso.-sonríe.
-Tampoco vamos a volvernos las mejores amigas después de esto.-me apresuró a decir. No quiero que malinterprete las cosas. Le agradezco su ayuda pero aún la odio.
-Bueno...yo te dejo para que te duches y regreses a tu gran vida como Lucía Sandoval.-bromea haciendo una pequeña reverencia a lo cual sonrío. Se despide y camina por uno de los pasillos. Puede ser agradable si se lo propone pienso pero niego en seguida.