Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Si hay una cosa que Bokuto siempre celebra al llegar a casa, esa es descubrir qué ropa suya lleva puesta Akaashi. No sabe con certeza cómo empezó, pero de un día para otro el menor comenzó a usar sus camisetas para estar por casa. A Bokuto obviamente no le disgusta, sino todo lo contrario; ver a su pareja vistiendo una camiseta varias tallas más grandes a la suya propia, solo consigue que se muera de ternura al verle.
Todas las camisetas del mayor le llegan a mitad del muslo, por eso es que Akaashi prefiere prescindir de pantalones cuando las usa y simplemente se tira en el sofá con el ordenador en su regazo para trabajar más cómodo. Es de esa forma como Bokuto se lo suele encontrar al llegar. Pero la imagen no dura mucho, porque en cuanto ve que ha llegado a casa le da un beso y, para cuando el bicolor ha salido de la ducha, el menor ya se ha cambiado de ropa y viste ese pijama enterizo de búhos que le había regalado Bokuto en Navidad.
Al mayor le encanta ese pijama, pero le encanta más ver a su pareja vistiendo su ropa. Por eso es que más de una vez ha intentado persuadirle para que las vista en su presencia. Y el menor siempre le responde que no hace falta que lo haga y después le abraza para acurrucarse junto a él como un gatito meloso en busca de cobijo. Porque si bien se conocían desde adolescentes y habían comenzado a salir hacía muchos años, era ahora cuando el menor se había vuelto muchísimo más cariñoso. Antes solía ignorar el contacto físico (siendo siempre Bokuto el que le diera besos o abrazos entre otras cosas), pero desde que se habían mudado juntos se había vuelto una persona completamente diferente en ese aspecto. Y bueno, su novio tampoco se quejaba de eso.
Volviendo al tema principal; la realidad es que Akaashi solo viste su ropa porque, aunque Bokuto no lo note por estar ocupado, realmente pasa mucho tiempo fuera de casa (ya sea entrenando junto al equipo Nacional o viajando para disputar los partidos) y vestir sus camisetas le ayuda a no echarle tanto de menos mientras está solo en casa. Y claro: cuando el mayor está de vuelta no es necesario que las vista porque prefiere besarle, acariciarle y abrazarle todo lo que pueda antes de su próxima partida.
Pero ese pequeño secreto Bokuto tampoco tenía porqué saberlo.
