Capítulo 6

64 5 4
                                    

Akira Suzuki no es una persona especialmente religiosa, pero si hay un pasaje que recuerda muy bien de la historia cristiana, es la negación de Pedro. Jesús le dijo que antes de que cantara el gallo, Pedro le negaría tres veces. Pedro le aseguró que siempre estaría a su lado y jamás cometería tales actos. Tal y como lo dijo su maestro, Pedro negó a Jesús tres veces. Takanori no es Jesús, es solo un cliente, un cliente que Akira se folló y negó por segunda vez.

Mientras la clienta de las seis de la tarde disfrutaba de su refresco, Akira no dejaba de mover la pajilla de un lado a otro con los labios, pensando cómo pudo acceder a tener sexo, otra vez, con su cliente frecuente Ruki. La chica notaba al castaño distraído, sin embargo, no preguntó nada para no incomodarlo. Vieron una película y comieron palomitas de maíz por dos horas. Akira podría jurar que vio pasar las imágenes frente a sus ojos, tan solo que su mente se hallaba en otro lugar, uno bastante recorrido y cálido.

- ¿Podemos vernos otro día de esta semana? – inquirió la chica de largos cabellos a Akira, quien seguía absorto en sus desvaríos

- ¡C-claro! Solo agenda en la aplicación, tengo variada disponibilidad. Te veo entonces, cuídate – y se alejó tan pronto como pudo de su última clienta del día

El castaño prestador de servicios cocinaba su cena sin dejar de darle vueltas a lo mismo. "¿Por qué le dije que me gustaba? O sea, no fui explícito, pero me acosté con él... ¿será que me dio lástima haber sido cruel con él anteriormente?". De no ser porque el olor a quemado comenzaba a emanar rápidamente por la olla, Akira hubiese tenido un problema en su casa.

Al día siguiente Akira había tomado una decisión: todo lo que se tratase de besar, acariciar o llegar a tener sexo con Ruki, no sería más que parte del juego servidor-cliente. Él tenía el control de sus citas, de sus finanzas y de sus sentimientos. Ruki no sería una distracción, Ruki sería su cliente de elite con el cual se permitiría experimentar, nada más que eso. Si Ruki lo contrataba, Reita lo haría también, a su modo al menos.

Se encontraban en una de sus tantas citas semanales. Takanori había variado un poco su cabello, seguía siendo en su mayoría castaño, aunque a medida que avanzaba a sus puntas, éstas se volvían rubias otra vez, casi platinadas. Había estado un largo tiempo sin adornar sus uñas, por fin había recuperado la autonomía de hacerlo y las lucía muy elegantes sin dejar de ser vanguardistas, como si se tratara de una pintura cubista. Akira por su parte seguía llevando su sencillez de siempre, solo que cada vez un poco más acorde con Takanori. Algo sucedía que siempre que se encontraban, sus ropas combinaban como si se hubiesen puesto de acuerdo, igual a las parejas fanáticas de amor. A Reita le hacían gracia esos detalles.

La visita al acuario llenaba a Ruki de un aura infantil. De pequeño, jamás le habían llevado a lugares así, ni siquiera al zoológico, por más que sonara común para cualquier infante. Estar tan solo a un vidrio de distancia de tan fantástica vida marina le emocionaba y no podía ocultarlo. Sus ojos brillaban ante colores vivos, ritmos y nombres científicos complicados. Para Reita no era de sus lugares favoritos, pero ver a Ruki con tanto ánimo valía la pena.

- Vaya, qué bien saliste ahí – bromeó Reita apuntando a uno de los peces más pequeños de la tanda que estaban cruzando frente a sus ojos. Ruki le dio un pequeño empujón en su brazo, reclamándole

- Creo que te equivocaste de pez, soy ese de ahí – mencionó el más bajo señalando un pez globo japonés. Reita rio ante tal comparación y acarició la nuca de Ruki. Si había algo recurrente en Takanori, era esa excesiva preocupación por su imagen, algo que Reita había aprendido a aceptar de él pero que no dejaba de incomodarle a ratos. Hacía lo posible por no darle demasiada importancia o darle ánimos para que se relajara un rato. Si no era el cabello, las uñas o el maquillaje, eran la ropa o el peso. Todo aquello variaba siempre. En ese momento exacto, Takanori gozaba de la figura más saludable hasta el momento conocida por Akira, aunque eso para Ruki significara "kilos de más".

MOSHI MOSHI LOVE DESU? - ReitukiWhere stories live. Discover now