MOSHI MOSHI LOVE DESU? - Reituki

Capítulo 8

Al día siguiente me tocaba estar en la oficina por un rato. Nos habían citado a una reunión y luego quedábamos libres. Yo estaba aburrido y ansioso, quería ver a Ruki después de tanto tiempo. Necesitaba distraerme de la fastidiosa rutina, porque sí, un trabajo como éste puede volverse rutinario igual ¿para mí? Quizás solo sea yo el problema.

Saqué el celular de mi bolsillo y escondí mis manos bajo la mesa para poder ingresar a LINE y conversar con Ruki mientras terminaban de hablar en la reunión. Me distraje lo suficiente en eso que enviaba stickers y Ruki fotografías tontas de él y Korón. Súbitamente, una mano se posó sobre la pantalla de mi móvil.

- ¿Qué se supone que estás haciendo?

Comencé a sudar frío, sin reconocer la mano ni la voz que interrumpía la conversación que mostraba en la pantalla. De pronto, tomé suficiente consciencia para darme cuenta de que la reunión había terminado y que ya todos habían desocupado la sala. Era la única persona que quedaba, además de quién sabe quién está detrás de mí

- ¿No me dirás nada al respecto? Eres increíble – por fin pude distinguir la voz de Takashima. Otra vez mis músculos pudieron relajarse aunque fuese un poco. Le miré al rostro, estaba furioso y no entendía por qué.

- Me asustaste, deberías dejar de bromear con esas-

- ¡No estoy bromeando! Anda, vamos afuera – Takashima me tomó del brazo con un impulso violento obligándome a pararme de la silla

- ¿¡Y a ti qué mierda te pasa?! Desde cuándo te pusiste tan agresivo

- ¡Mierda! ¿Quieres discutir afuera o meterte en problemas ahora? – sonaba más a una verdad que una amenaza, así que decidí seguirle la corriente y salir del edificio de inmediato. Cruzamos a la calle del frente y nos metimos por un pasaje hacia unas tiendas que se hallaban cerradas aún.

- ¿Me vas a explicar qué te sucede? Llevas extraño un montón de días

- Tú eres el que tiene que explicar por qué se acuesta con su cliente – abrí los ojos a más no poder. Tenía que mentir, tenía que negarlo, pero mi rostro de sorpresa era suficiente para que cualquier palabra que saliera de mi boca quedara invalidada.

- ¿Cómo se te ocurre inculparme de algo así a viva voz? Podrían despedirme por la falsedad que aseguras

- Ay, por favor Akira, te conozco hace años y no nací ayer. Madura de una vez y hazte cargo de tus acciones – el tono de mi amigo era tan brusco, que me sentí levemente herido ante sus palabras.

- No tienes pruebas para afirmar lo que estás diciendo. Eres muy duro con tus acusaciones

- ¿Acaso esas conversaciones por LINE y las fotos no son suficientes? Sumado a tus constantes esquivas a mis preguntas y tu cara de bobo siempre que estás al teléfono y te alejas para hablar – a ese punto me preguntaba si valía la pena seguir negándolo, Takashima lucía dispuesto a denunciarme con esa rabia que emanaba de su ser.

- Si ya lo tienes todo en mi contra ¿por qué no vas y se lo muestras a los jefes? – respondí con la misma rudeza con la que estaba siendo tratado. Una señora se había quedado viéndonos un par de segundos al pasar por el lado de la callejuela.

- Porque se supone que somos amigos, y tienes que pagar tus cuentas. No estoy dispuesto a dejarte sin trabajo, pero me cuestiono tu forma de actuar ¿Cómo puedes ser tan imbécil de acostarte con Ruki? ¿En qué estabas pensando?

- Tú mismo me dijiste que mientras tuviera clara la diferencia entre Ruki y Takanori, podía hacer lo que quisiera

- ¡Esa es una burrada! Ahora ve y cásate con él – nos dimos cuenta de que nuestro tono de voz estaba alarmando a la gente, así que nos fuimos a paso rápido al parque más cercano para seguir hablando, y procurando que nadie que nos conociera estuviese alrededor. El silencio se instaló por varios segundos que se hacían eternos.