Capítulo 4

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Dicen que, si pides un deseo con tanto fervor, este podría cumplirse. También está la leyenda de las mil grullas o de lanzar la moneda a la fuente; el rango de posibilidades es ilimitado. La cuestión es, que de todos los pensamientos intrusivos de Akira, el que resonaba más fuerte se había hecho realidad: Takanori Matsumoto no agendó otra cita después de aquella noche.

La primera semana se le hizo extraño y algo más lento el trabajar. El lado bueno del asunto es que podía dividir sus citas de manera cronológica y más equitativas que antes, ya que Takanori era el que le quitaba más horas. No se veía en el aprieto de dar explicaciones a sus superiores de los repentinos subidones en su cuenta laboral, algo que otras empresas dejaban pasar pero que, en el caso de esta, eran bastante estrictos. Las veces que mintió por Takanori eran equivalentes tanto en su empleo como en su corazón. Takashima había logrado percibir el aura de extrañeza emanar de su amigo y compañero de trabajo, así que no quiso hacer broma alguna al respecto.

La segunda semana fue nostálgica. Al parecer la depresión post-éxtasis tardó un montón en hacer efecto ¿o es que esta vez se trataba de depresión post-Ruki? Independiente de la razón, Akira se hallaba algo triste. Se animó un par de días sumergiéndose en sus videojuegos favoritos online, sin embargo, al recibir una notificación de un cliente le sucedían dos cosas. La primera, es que contestaba y bajaba hasta ver el último chat con Ruki, o la segunda, esperaba que el mensaje fuera de él pidiendo otra cita.

La tercera semana fue una tortura y se puso molesto. Ya les había montado todo el rollo a sus amigos con esto de ser el novio ¿por qué le dejaría de agendar? No era tan sencillo como ir y buscarse otro, sin duda sus amigos no hablarían bien de él, a excepción de Shou, quien vería una nueva oportunidad de conquista.

- Oye Akira ¿te apuntas a unas cervezas? Hay varias chicas que son nuevas en esto y quieren consejos ¿qué te parece? – había un tono picarón en la voz de su amigo Shima, probablemente un intento de querer subirle el ánimo.

- Hm, no lo sé-

- ¡No me digas que tienes algo que hacer porque sé que no es verdad! Ya espié tus citas – iba a reclamarle, pero algo en el interior de Akira le hizo decir que sí.

Instalados en el bar, bebiendo unas cervezas y platicando a gusto, Akira Suzuki logró calmar su mente y dejar de divagar. Si bien Akira era bastante reservado en grupos grandes, una vez que agarraba confianza era capaz de explayarse un montón y sin problemas.

- Espero no se diviertan demasiado mientras voy al baño – balbuceó en tono de chiste al grupo de trabajo. Una vez que se paró y se dirigió a su destino, hubo una imagen que le desconcertó a lo lejos. En una mesa casi al otro lado del bar y en diagonal a la propia, había tres hombres de traje sentados discutiendo con una carpeta de papeles en mano. Uno de esos hombres era Ruki.

Tragó en seco y su corazón se aceleró un par de saltos fuera de lo común. Hacía tanto que no lo veía, que encontrárselo en ese contexto le generó una ansiedad. Dentro de unos segundos estaba expulsando su orina sin dejar de recorrer la imagen que capturaron sus ojos. Ruki vestía con un traje de oficina bastante formal y sin dejar de ser elegante, sobrio, y algo ajustado a su silueta, lo cual a pesar de ver de lejos se notaba que le era incómodo. Traía unas gafas negras tipo vintage y el cabello seguía como siempre, solo que algo más prolijo. Su rostro quería mostrar firmeza frente a lo que fuese que estaba ocurriendo en esa mesa, aunque Akira podía asegurar que aquellos dos hombres le aterraban al más bajo. "¿Tendrá un nuevo trabajo?" preguntó para sí mismo, cuestión que descartó de inmediato. No podía imaginar a Takanori en un ambiente así.

Cuando estaba por salir del baño, Akira observó nuevamente hacia la mesa, y Ruki ya no estaba. Un suspiro de alivio soltó el castaño, y al observar hacia la dirección de su propia mesa, notó que Ruki estaba pasando por allí en dirección al baño. De un solo movimiento se escondió de vuelta y dejó la puerta entreabierta para poder visualizarlo.

MOSHI MOSHI LOVE DESU? - ReitukiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora