no puedo ser tu alfa | kooktae

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Había ocurrido algo extraño.

JungKook estaba durmiendo tranquilamente en su cómoda cama, hasta que sintió algo extraño que lo hizo despertarse totalmente agitado.

La respiración no se le regularizaba, aunque él intentara hacerlo. Estaba temblando totalmente, y él no entendía el por qué.

Con ansiedad, JungKook se levantó de su cama poniéndose rápidamente sus zapatos y una sudadera, poniéndose también el gorro.

No sabía lo que pasaba, pero de lo que sí estaba seguro era que sea lo que estuviera sucediendo, era malo.

Por que no por nada JungKook había vuelto a transformarse en lobo. Aquél que había perdido hace años. Aquel que había creído muerto.

—Mierda...

Había susurrado por lo bajo cuando estaba pasando por la transformación, ya que él no lo había deseado y mucho menos que su ropa se rasgara en el acto.

Adiós a su sudadera favorita. Adiós a su pijama.

Su lobo lo estaba guíando hacia el bosque. A decir verdad JungKook ya no tenía poder sobre su lobo, ya que era este mismo el que estaba tomando control sobre sí mismo.

Corrió y corrió. Cuando estaba aún a una enorme distancia, pudo percibir el olor de algún Omega. Su olor resultaba ser desagradable y un tanto preocupante, pues este apestaba a miedo, mucho miedo.

Además, podía escuchar las pisadas de alguien más. Pareciera que habían cuatro o tres lobos más con aquel Omega.

Sin perder el paso, JungKook corrió aún más, logrando llegar en poco tiempo.

Y lo que vio al llegar lo hizo hervir en ira. No entendía el por qué, pero está muy seguro que tanto a su lobo como a él les desagradó ver tal escena.

Un pequeño lobo blanco ensangrentado de la mandíbula, una pata trasera y a un costado de sus costillas.

Habían tres lobos un poco más grandes que el blanco, sobre él. Uno modiéndolo y los otros pisoteándolo.

Enfurecido y perdiendo control sobre él, JungKook se avalanzó sobre esos tres lobos. Él defendería aquel maltratado Omega, incluso si eso significaba que terminaría perdiendo en contra de aquellos Alfas.

Había caído sobre el que estaba mordiendo al Omega.

JungKook comenzó a darle mordidas, escuchando como este soltaba aullidos de dolor. 

Los otros lobos al ver que estaban atacando a uno de ellos, fueron al ataque, cayendo sorpresivamente sobre la espalda de JungKook.

Bien, al menos había hecho que los tres lobos soltaran al cachorro.

La pelea se había vuelto brusca e injusta. Tres lobos contra uno. Incluso si eran más que él, no se dejaría intimidar ni mucho menos.

Una enfrentación entre lobos jamás llegaba a algo bueno. Siempre habían dos opciones: matarse entre ellos, o humillarse.

La segunda opción es la que JungKook haría. Por que no valía la pena matar a unos bastardos. Era mejor la humillación.

Sacándose a uno de encima suyo, agarró a otro con sus enormes dientes del cuello, y lo lanzó hacia un costado, haciendo que este se estrellara con un árbol y se quejara de dolor.

No le importó aquello a JungKook y en cambio fue por el tercero que, si mal no suponía, era el líder de entre los tres.

Si lograba humillarlo haría que los otros dos se doblegaran y bajaran la cabeza en seña de sumisión.