31. Por la manada

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Deténganse ―sus patas paran, incapaces de desobedecer. Soy el yugo que cae sobre mis enemigos―. Guardia del océano en silencio, los demás recuperen el habla y pueden moverse ―escuché jadeos, murmullos, preguntas veladas, pero no los gritos de antes, Océano permanecía callado, detenido―. Como pueden ver todo lo que he dicho es cierto, estaremos felices de mostrarles la leyenda a quien quiera leerla luego pero ahora quisiera terminar esto para no retrasar más la presentación. Todos queremos volver con nuestras familias esta noche ―la mayoría se marchó pero la curiosidad de algunos los hizo acercarse para al menos echar una mirada al pergamino que sostenía mi hermana. El líder más anciano, destinado a cerrar la reunión se acercó a mí.

―Jovencito, esta no es la manera en que hacemos las cosas ―su pelaje se veía grisáceo y canoso, su voz salió difícil entre los gruñidos de una garganta envejecida, los ancianos están acostumbrados a hacer las cosas a su manera, marcan tradiciones, pero la mía era más antigua que su existencia.

―No se han hecho así porque yo no había nacido, pero mi justicia fue anunciada antes de que usted respirara o diera sus primeros paso ―pareció sorprenderse, pero yo tenía razón. No le ordené marcharse, si quería quedarse a mirar de cerca, que lo hiciera. Puse mis ojos en el lobo que había perdido todo desafío y ahora solo parecía guardar terror, a su clan lo marcaban la furia e impotencia―. Zhirayr, ponte frente a mí ―se acercó como si quisiera resistirse, ahora sabía lo que se sentía, ahora sabía lo que había hecho a Jun y a tantos otros, el horror de ser obligado contra tu voluntad. Se detuvo a un paso de distancia, era unas dos cabezas más alto que yo― de rodillas ―no iba a mirarlo hacia arriba, me negaba. Estaba seguro que quería gruñirme, pero no podía. No importaba, pronto tendría la oportunidad de hablar―. Confiesa tus crímenes, hacia otros y hacia tu propio clan. Confiésalo todo, habla.

Mis órdenes no pueden ser resistidas ¿es así como se siente un alfa? Soy la fuerza que ataca. Él me mira con un odio que no puede fingirse, pero no puede dañarme, no voy a dejar que nada de lo que haga me lastime o me acose.

―He matado lobos que me parecían una amenaza ―en un clan que luchaba por liderazgo eso podía ocurrir―, he usado mi voz de líder para mi beneficio, ordené a Min-Jun que te raptara ―siempre lo supe―, ordené a los otros lobos a que lo molestaran para mantenerlo aislado ―apreté los puños sintiendo que ardía de rabia, él seguía hablando―. Puse drogas en mis garras para poder ganar siempre los desafíos que me hacían, las drogas volvían a mis oponentes más débiles, hacía que los músculos les pesaran cuando les hería y entraba en contacto con su sangre y así me aseguré de ganar siempre ―vi la reacción en su clan, los colmillos apretados, la furia―. Me he aprovechado de los negocios de los clanes que estaban cercanos al mío. Abusé de prostitutas y cuando encontré a mi destinada la maté ―¿qué?―. Porque era humana y solo me habría vuelto débil.

―Yo debería condenarte a pasar el resto de tus días sufriendo. Eres para los lobos una vergüenza ―miré hacia atrás, miré a mi manada, a Jun―. Océano debe seguir existiendo, entregarás tu liderazgo ahora ―volteó a mirar a los lobos de su clan. Pero se equivocaba al pensar que elegiría a uno de ellos, la decisión de quien lideraría Océano ya había sido tomada. Volteé en busca de dos lobos y los llamé con un gesto.

Hubiese querido que mi hermana nunca dejara mi clan, pero soy consciente que desde que imprimó de Ignis estaba escrito, ella no iba a quedarse. Ignis había sido la sorpresa, para su clan completo, pero ellos habían ya decidido que formarían su propia manada, no podían elegir una u otra. Así que yo lo hice por ellos. Tal vez Ignis aún se sentía en deuda, tal vez el sentido del deber de ambos era demasiado fuerte. Pero cuando lo propuse habían aceptado. No podía eliminar Océano de la faz de la tierra, eran uno de los clanes principales, debía existir, pero no permitiría que continuara como ahora.

En mi oasis siempre hay Luna llena (Spin-off. Fauces II)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz