04

6.3K 630 123
                                    

Ya habian pasado tres semanas desde que entraron a la maya, los primeros días fueron duros, se estaban acostumbrando de a poco, ya podían manejar un código tres, ya podían hacer una buena persecución y mantener todo en calma.
Lo único que desconsertaba a Gustabo era la actitud de Conway, aquel hombre no le daba la misma atención de siempre, lo trataba como a los demás, ya no se la pasaban en el despachó de este, quizás por que ya no eran unos sapos sino que ahora ya eran uniformados.
Greco se hizo cercano a el dúo, siempre molestando los por las mañanas o soltando absurdos comentarios, aunque para ser sinceros los primeros días tuvieron líos con algunos policías, ya que los trataron de corruptos y ex convictos, Gustabo no le dio importancia hasta que escuchó como le decían esto a Horacio, se cabreo, iba a darle con un puto palo en la frente a estos pero Horacio lo detuvo para luego decirle "No seremos como ellos quieren", y ahí Gustabo se calmó.

⎯Quedate quieto ⎯Le dijo Gustabo a Horacio, el cual no podía ponerse bien el chaleco y le pidió ayuda a su mayor, aquel día llegaron quince minutos antes.

⎯Que estoy quieto joder.

Desde la puerta eran observados por un hombre, ese hombre paso sus manos por el puente de su nariz y sonrió de medio lado viendo aquella linda escena, ver a un Gustabo atento con Horacio, cuidandolo y enseñandole como poner bien el chaleco antibalas.
Cuando Gustabo terminó de ponerle el chaleco levanto la mirada encontrándose con ese hombre que los miraba de forma atenta.

⎯Veo que llegaron antes ⎯Comento Conway dejando aquella comoda posición que mantuvo mientras los miraba.

⎯Correcto, SuperIntendente ⎯Dijo Gustabo.

⎯Tiempo sin verle papu, usted no pierde el encantó ⎯Horacio le brindo una linda sonrisa.

⎯Bien nenas, ir a patrullar

Luego de que Jack dijera eso ambos chicos salieron del lugar buscando un patrulla.

Fue un día aburrido, sin robos, sin nada, la verdad no esperaban que aquel dia fuera asi, ellos querian accion, ir a robos y detener a vendedores de droga. Ambos volvían a comisaria para cambiarse e irse a tomar por culo.
Al llegar Gustabo estaba apunto de cambiarse cuando escucho una voz muy conocida, la cual hace ya bastante no oía.
Salio de los vestidores viendo a ese tierno chico.

⎯¡Segis! ¡Hombre! ⎯Dijo Gustabo abrazando a su amigo.

⎯¿Donde coño te habías metido? Te llame y nada, llame a Horacio y no contestaba, ¿Cambiaron de número?

⎯¡Cierto! El abuelo nos obligó a cambiar de número por seguridad y desde que estoy en el cuerpo ya no puedo hacer nada, solo trabajo.

⎯Jooooder... ⎯Hablo Segismundo haciendo énfasis en la "O". ⎯Debemos salir uno de estos días, algo para beber, bailar, consumir... ya sabes

⎯En comisaria no hombre, me cambió y hablamos afuera, ¿Si?

⎯Claro, Claro, te espero afuera.

Dicho eso Gustabo corrio a los vestidores, tomando su ropa de siempre junto a su amada campera roja.
Salió de servicio y se dirigió a las afueras de comisaria encontrandose a un Segismundo feliz.

⎯¿Y Horacio? ⎯Pregunto curioso Segismundo, el cual le estaba dando un cigarrillo a Gustabo y el acepto, ambos comenzando a fumar.

⎯Redactando una multa y creo que encerrando a alguien, fue lo único interesante de el día ⎯Dijo Gustabo soltando el humo de a poco.

⎯Jamas me los imagine como maderos, pensé que entrarían a una mafia

⎯Yo no quería, pero a Horacio le hizo ilusión, por Horacio hago lo que sea, bueno, es que la verdad me da igual.

⎯Al menos tengo una ayudita en comisaria ⎯Solto cómico Segismundo.

⎯Claro hombre, soy tu amigo, pa' eso estoy ⎯Rio levemente Gustabo volviendo a fumar.

⎯¿Y el viejo decrépito no los jode?

⎯Al inicio, cuando eramos topos claro que lo hacía y repetía que mi culo era suyo, cuando fuimos parquímetros andantes también nos jodia y ahora apenas hablamos, solo es mi jefe, una que otra charla sobre trabajo ⎯Gustabo pensó en eso, nuevamente sentía que se alejaba de Conway, pero bueno, trabajo es trabajo.

⎯Por lo visto no los trata mal, vaya pedazo de auto ⎯Segismundo tiro su cigarro a el piso apagandolo mientras miraba aquel auto amarillo.

Ya había pasado media hora y Horacio aún no salía de comisaria, habían fumado aproximadamente tres cigarrillos con calma mientras esperaban a el menor.
Gustabo se comenzo a sentir preocupado por este, ¿Que le habrá ocurrido?

⎯Esperame acá, iré a ver a Horacio ⎯Dicho esto entro a comisaría, caminando hasta donde su menor.

Lo que Gustabo vio fue preocupantes, Horacio estaba en el piso, con una leve herida en la cabeza, pero no reaccionaba, estaba desmayado en el suelo, el mayor lo tomo en sus brazos y salió buscando a Segismundo con desesperación.

⎯¿Pero que mierda paso? ⎯Dijo el amigo de este bastante preocupado.

⎯No debí dejarlo solo, joder, no, dios, ese idiota al parecer lo golpeo y escapó, mierda.

⎯Calmate, iremos a el hospital, no se ve tan grave.

Dicho eso metieron a Horacio a la parte de atrás de el auto y ambos subieron adelante, fueron lo más rápido posible hasta llegar, bajando de igual manera con Horacio en los brazos de Gustabo.
El doctor Claudio los atendió encantando, manteniendo la calma diciéndoles que solo fue un pequeño golpe en la cabeza.

⎯Un golpe pequeño bien dado te puede dejar inconsciente, no hay de que preocuparse ⎯Comento Claudio a Gustabo el cual ya estaba tranquilo.

⎯¿Entonces? ⎯Pregunto ya con menos preocupación Gustabo.

⎯Entonces entreguele esto a Conway y dígale que Horacio esta en observación hasta mañana en la noche ⎯Claudio le dio un papel medico para que se lo entregara a Jack.

⎯Joder, cualquier cosa me avisas.

Ambos se despidieron, al parecer Horacio aún no despertaba, Segismundo estaba en la sala de espera, al ver a su amigo salir de inmediato pregunto el estado de el menor y Gustabo le explico todo con detalles, dejando a Segis menos preocupado, ya que ambos se encontraban impacientes por el estado de su pequeño.

Cuando subieron a aquel auto amarillo Gustabo observo a su amigo y le sonrió. Tenia una idea ⎯¿Unas copas? ⎯Gustabo estaba tan cansado con lo de el trabajo que necesitaba aquello.

⎯Maravilloso ⎯Asintió su amigo y Gustabo comenzó a conducir a algún bar lejano.

Habían pasado la mitad de aquella noche en un bar bebiendo, casi ni hablaban, más que nada Gustabo quería beber, sin Horacio se sentía levemente vacío, a pesar de estar con Segismundo, el estaba acostumbrado a la compañía de el tierno chico de la cresta.
Gustabo se comenzaba a sentir hostigado, varías chichas se acercaban a ellos, no en busca de algo más que beber, ellas querian meterles mierdas en la cabeza y hacer que pagaran por sus tragos, Gustabo se negaba completamente a cruzar palabras y las sacaba de el lugar donde el estaba.

⎯Te juro que estoy hasta la madre ⎯Dijo el de chaqueta roja llamando la atención de Segismundo.

Luego de eso pidio una botella de whisky y otra de vodka.

⎯¿Para que es eso? ⎯El gallego quedo confundido.

⎯Nos vamos a beber a otro lugar.

Aún tenían consciencia como para conducir, llegaron a la playa, ¿por que a la playa? Ni idea, era un lugar alejado, quizás pudieron irse a algún departamento pero no, quisieron llegar hasta allá.

⎯¿Enserio no cuentas nada Gustabo?

⎯Joder Segis, que el trabajo me da por culo y no tengo tiempo ni para respirar.

⎯Lo peor de esto es que no podras hacer ilegalidades.

"Mierda" fue lo único que penso Gustabo y tomo la botella de Whisky dándole un gran sorbo, de a poco esa noche sus sentidos se fueron perdiendo y enserio esperaba no cagarla o Conway al otro dia lo mataría a porrazos.

⎯Hasta borracho ese viejo de mierda me jode ⎯Susurro Gustabo fuera de si con el Whisky en la mano.

𝐺𝑖𝑙𝑖𝑝𝑜𝑙𝑙𝑎𝑠 - 𝐼𝑛𝑡𝑒𝑛𝑎𝑏𝑜 Where stories live. Discover now