NOTHING BREAKS LIKE A HEART-shadowhunters

10: La importancia de los sueños

—¿De qué sueño hablas, Ivy?—cuestionó Izzy por el resto.

—Hace unos días tuve un sueño algo raro. No le había dado mucha importancia, creí que era porque estaba alterada o angustiada.

—Bueno, creo que ahora es de mucha importancia—murmuró Jace.

—Había alguien que me hablaba, me pedía que buscara a alguien pero nunca dijo a quién, decía que era mi destino. Y luego esto—se sacó el collar para que lo vieran mejor.

—¿Un collar?—dijo Alec—Estás bromeando.

—No por el collar, sino de dónde vino. Éste collar nunca vino conmigo, cuando salté por el portal no lo llevaba puesto. En el sueño, lo había tomado y cuando desperté estaba en mi cuello. Pero me parece extraño el por qué un collar y no otra cosa.

—Puede ser una pista, tal vez es algo importante para tí— Magnus comentó lo último con una sonrisa burlona porque él sabía a quién le pertenecía el collar.

—Magnus...—le advirtió. No quería hablar de lo mala que era su vida amorosa, tampoco venía al caso—¿Es posible que ese ángel tenga algo que ver con el hecho de que esté aquí?

Cambió de tema porque sabía que, si dejaba que su amigo siguiera, iba a terminar mal o con una Ivy muy avergonzada. El resto posiblemente había notado el repentino cambio de tema y si lo notaron no dijeron nada al respecto.

—Bien, Ivy, lo que dices puede ser posible—Izzy interrumpió la silenciosa pelea de miradas—. En ese caso, debemos averiguar cuál ángel fue.

—Los ángeles no suelen involucrarse con cazadores, a excepción de Raziel, por supuesto—aportó Jace.

—Entonces debemos saber cuál ángel fue. Bueno, si es que fue uno—hizo una mueca ante lo último que dijo Clary.

—Tenemos que ser cuidadosos, no hay demasiada información sobre el resto de los ángeles. Al menos, no aquí. Los archivos de la Clave tal vez  podrían tener ese tipo de información.

—Pero sería demasiado extraño si unos simples cazadores de sombras se interesaran en eso, ¿no es así?—terminó por Alec y él asintió a lo que dijo.

—Seguiré investigando, si ustedes encuentran algo no duden en avisar—ordenó Izzy a los demás—. Y si tienes otro sueño dilo, Ivy.

Asintió a la orden. Los demás comenzaron a irse, dejando solo a Magnus y a ella en la habitación. Él no tardó en empezar a molestar.

—¿Quién diría que Will Herondale te atormentaría hasta en el futuro?—preguntó el brujo con su característica sonrisa.

—Magnus—lo miró mal, aunque en cierta parte tenía razón. Incluso en el futuro Will era influyente en su vida.

—¿Qué? No vas a negar que no tengo razón—se quedó en silencio porque, efectivamente, la tenía—. Cómo siempre, yo tengo la razón.

—Si, claro—soltó una risa porque era imposible estar seria con Magnus y en el fondo, se lo agradecía, necesitaba dejar de pensar en todo lo que estaba pasando.

—¿Lo extrañas?

—Los extraño—corrigió—. El instituto era mi hogar, mi familia, incluso extraño a Jessamine, siempre me obligaba a usar esos vestidos ostentosos que odiaba. Ahora daría lo que fuera por volver a esos momentos.

—Tranquila—el brujo le brindó una mirada compasiva y tomó su mano—, vamos a encontrar una forma de que puedas volver.

—No sé cómo funciona el tiempo allí, Magnus. ¿Qué tal si vuelvo y ya envejecieron? ¿Qué tal si vuelvo y algo les pasó? ¿Si el Magíster les hace algo? No me lo permitiría, por el Ángel si...—dijo con las lágrimas formándose en sus ojos y un nudo en la garganta.

Magnus la envolvió en un abrazo que la sorprendió, pensó en hace cuánto tiempo no recibía un abrazo. Un abrazo maternal como los de Charlotte, los abrazos fraternales de Jem, los abrazos de Will...

—Basta, pensar en eso solo va a empeorar las cosas. Ellos están bien, son capaces de defenderse y lo sabes—asintió y se limpió las lágrimas que habían caído por su cara—. Vamos, esa no es la Ivy que conozco. La Ivy que conozco hubiera tomado su daga y habría dicho algo como “nada es peor que la viruela demoníaca”

Río con la nariz roja por el llanto, Will había logrado que se aprendiera la canción de la viruela demoníaca para molestar a Jem y a Charlotte con eso. En algún punto, se volvió un lema, algo que utilizaba para no hacer las cosas tan serias, algo que compartía con Will.

—La viruela demoníaca es peor, esto es solo un percance—murmuró con una genuina sonrisa, aunque tal vez fuera una tontería, para ella era una forma de sobrellevar las cosas.

—Esa es la Ivy que me agrada—le devolvió Magnus, feliz de que haya dejado de llorar—Ahora, vamos, hay cosas que hacer.

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En teoría no iba a poner lo de la viruela demoníaca pero me pareció algo gracioso que Will e Ivy pudieran compartir.
Por cierto, ¿les gustaría que dedicara capítulos? Si es así comenten.

¡Nos vemos!

—asteroidvenus