Capitulo Cuatro: Red roses

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Su bella sonrisa no me dejaba pensar

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Su bella sonrisa no me dejaba pensar. Se que me estaba sonriendo, justamente a mi. Por primera vez yo era el motivo de esa bella sonrisa y eso aún me hacía divagar más en mis pensamientos.

El día de filmación concluyó. Mañana volveríamos a filmar escenas que no le convencieran a Emerson. Lleve mi vestuario a su lugar escuchando a Remington tararear detrás mío.

—¿Quieres que te lleve a tu departamento? —preguntó, girando las llaves de su auto.

—Claro —contesté. Él sabía que me gustaba, y demaciado. Yo sabía que le gustaba, o eso creo. ¿Que podía hacer ahora? ¿Que debía esperar?

El camino fue silencioso, odiaba estos momentos cuando quería simplemente lanzarme del auto y borrar eso de mi memoria. Bueno, tal vez eso era un poco drástico, pero en este momento cualquier cosa era mejor que seguir en silencio.

Mi mirada se dirigía hacía lo oscuro de nuestro camino, haciendo que mis oídos captarán una canción que venía de la radio.

"We don't have to dance de Andy black"

Inmediatamente comencé a tararearla en voz baja, me encantaba la letra, me encantaba la voz ronca de Andy, no podía ignorarla.

—¿Te la sabes? —preguntó en una burla.
—-Es una de mis canciones favoritas.

Remington sostuvo su mandíbula con su mano libre pensando un poco.

—¿Se la dedicaste a alguien? —volvió a preguntar.

—No, nadie jamás a sido tan especial como para dedicarle una canción de él.

¿Demaciado directo mi falta de amor en mi vida? ¿No?

—Lo conozco —comentó, tratando de sacar de mi cabeza su pregunta un tanto extraña.

—Lo se —contesté al escuchar como la canción terminaba.

—¿Lo sabes?

Solté una risa, meneando mi cabello un poco para mirarlo.

—Se todo lo que una fan sabe de ustedes, sobre la película American Satán donde la banda sonora fue genial.

—Fuimos la banda sonora —contestó sin pensarlo mucho.

Al cabo de unos segundos (que a mí parecer fueron demaciado para el elogio que le di) captó lo que había sido un pequeño coqueteo de mi parte.

Una sonrisa se forjó en su rostro al entenderlo.

—Canté todas las canciones durante la película. Me las sabía de memoria
—dije, tratando de no regresar a ese silencio que odiaba.

Él no decía nada más, solo mantenía la mirada en el camino con una mueca rara en su rostro.

—Creo que me perdí —dijo finalmente para sacar su teléfono.

Yo Solía Ser - Remington LeithWhere stories live. Discover now