Capitulo tres: Warhol

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𝓦𝓪𝓻𝓱𝓸𝓵

Su sonrisa, sus ojos, su voz, ¿Por qué todo tiene que gustarme? 

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Su sonrisa, sus ojos, su voz, ¿Por qué todo tiene que gustarme? 

—¿Emerson sabe de mi existencia? —preguntó, con una risa evitando contestar repentinamente. 

Tenía la oportunidad de salir con su amor platónico en un vídeo, y no en cualquiera, si no de una de su nuevo álbum.

—Cherie, mis hermanos saben de todo lo que me ocurre —dijo, con cierta picardía tomándole de la mano—. ¿Que tal si buscamos algo para ti? ¿Que tal un vestido victoriano? —comentó admirando la figura de la chica tratando de pensar en algo adecuado para ella. 

[BIC]( . . . ) Pov's her

Una vez más abrió la puerta del auto para mi. Dejándome ver a dónde habían llegado. 

—Es la casa de Emerson, que no te sorprenda ver las paredes llenas de... Ya sabes... Dibujos suyos —comentó, restándole importancia a su propia advertencia. 

—¿De acuerdo? —contesté extrañada ante el comentario del más alto. 

Las puertas se abrieron en par por Remington quien gritando el nombre de sus hermanos recorrió los pasillos, dejándome sola admirando la casa por dentro. 
Y como era de esperarse, la sala principal estaba plagada de dibujos del menor, llenos de detalles, llenos de inspiración. 

—¡Así que eres tú! —gritó Sebastian en una burla abriendo sus brazos para abrazarme. 

Con una sonrisa le correspondí. 

—Hola —logré decir. 

Después de tanto tiempo viéndolos se me había hecho normal tenerlos cerca, a todos menos a Remington. 
Aún que yo los conocía ellos a mi no, o eso suponía yo. 

—Un gustó —logró decir Emerson quien se encontraba en el fondo—. ¿Te gustan mis paredes? —preguntó apuntando a una de ellas con un bastón. 

—Oh, por supuesto. Son tan detalladas, tan preciosas —dije dedicándole una sonrisa. 

—¿Remington te dió mi invitación? —dijo, meneando el bastón como si fuera una manía normal suya. 

—Si, estuvimos buscando algo victoriano, pero como puedes adivinar no encontramos nada. 

—Puedo diseñarte algo, no será difícil —contestó realmente enfocado en sus ideas. 

El menor se sonrojo rascando su nuca. Moviendo la cabeza como si algo le atormentará. 

—Bueno, volvamos a los negocios —susurró hacía sus hermanos quienes de inmediato le abuchearon.

—¡Tenemos visita! Eso puede esperar —reprochó Sebastian—. ¿Hace cuánto que nos veías en el bar? —preguntó esta vez el mayor como si le entusiasmara saber más de mí. 

—Les escuchaba desde antes de trabajar en el bar. Estar tras bambalinas era una de las razones por las que trabajaba ahí —contesté siguiéndoles hasta lo que parecía ser la cocina. 

—Bueno, entonces Rem tenía razón —contestó meneando mis hombros—. Lamento lo grosero de mis hermanos ¿Quieres algo de beber? Tenemos vino, vino y más vino. Creo que aún hay tequila. 

—Prefiero estar sobria por ahora. ¿Que me dicen del vídeo? ¿De quién fue la fabulosa idea? —pregunté, alzando mi fanatismo. 

Ambos hermanos mayores rieron dirigiendo la mirada a Emerson quien se mantenía garabateando en un cuaderno, ajeno de nuestra charla. 

—¿Que? —levantó la vista al escuchar nuestro silencio. 

[BIC]( . . . ) 

El día del vídeo llegó, tal y como Rem prometió fue por mi a mi casa. Demasiado temprano para mí gusto. 
Tanto él como yo hablamos todo el camino de lo que odiamos levantarnos temprano. Durmiendo con él a mí lado jamás quedría levantarme. Como si eso llegará a suceder.

Al llegar tanto su hermano menor, como algunos maquillistas me rodearon perdiéndolo de vista. 
El vestido era sumamente grande y elegante, me encantaba. La alegría de Emerson apenas se podía notar, pero según Sebastian no cabía de la emoción. 

Entre tanto ajetreos logré colarme entre la multitud hacía el baño, hace horas que deseaba lanzar algo de agua fría sobre mis ojos antes de que me maquillaran el rostro. 

Al caminar por los pasillos escuché los quejidos de Remington. Me acerque de dónde provenían y pude verle observarse en un espejo mientras soltaba un gruñido molesto. 

—Vamos, siempre me sale bien —se dijo a sí mismo tomando una paleta de maquillaje. 

Después de un tiempo mirándole pude notar que se maquillaba mejor que yo. Pero como un vestido victoriano tenía que ser, me cansé y resbalando sobre mis zapatos hice chillar la puerta. 

—¿Cherie? —preguntó asustado. 

—Lindo maquillaje —dije tratando de que no me acusara por espiarle. ¿Cuánto tiempo había estado ahí? Siquiera lo noté. 

—¿Es lo único que dirás? ¿No te parezco aborrecible? —dijo mientras sostenía sus sienes un tanto alterado. 

—Hey, hey, ¿Pasa algo malo? —pregunté tomando el vestido y acercándome un poco escuchando el eco de mis tacones—. Te vez precioso —dije sujetando su barbilla. 

—¿Hablas enserio? —preguntó desviando la mirada—. Siempre que una chica me ve así termina conmigo al instante. 

—Son unas idiotas —dije evitando temblar ante lo cerca que estaba de mi. 

Y ahí, justo ahí, se abalanzó a mí besando mis labios, besándome por primera vez.

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Disculpen los [BIC] mi celular se volvió loco y no me quiere dejar modificar el texto copiado

Yo Solía Ser - Remington LeithWhere stories live. Discover now