ºEsperanzaº

1K 64 7
                                    

Seguía echada en un rincón de esa habitación, no había pasado ni 10 minutos de lo que hice, estaba asustada, temblaba a más no poder, ¿acaso en realidad maté a ese hombre? saqué esos pensamientos de mi. Me dispuse a salir lo más pronto posible de aquí, tendría que buscar alguna manera de escapar. Pasos, empezaron a sonar más cerca y fue donde entré en pánico, poco a poco ya estaba en la puerta, miraba a todo mi al rededor tratando de encontrar una ruta de salida, era en vano, no había nada. La persona giraba la perilla pero se dio cuenta de que esta tenía llave, tenía un poco más de tiempo, mi ultima opción es esconderme debajo de la cama, con mucha destreza lo hice, a la par que el hombre abrió la puerta, pase mis manos por mi boca para evitar soltar un ruido que me delate. Quería llorar de nuevo, debía ser fuerte; caminaba lentamente hasta que vio el cuerpo tendido en el piso, con una gran mancha de sangre que arruinaba por completo la alfombra, no tardó mucho y salió corriendo de la habitación, al hacer eso no se percató de donde estaba, pareciera como si salvar a su amigo fuera más importante que saber si seguía ahí, para mi suerte él dejó la puerta abierta; tenía una oportunidad, la única. Mi cuerpo no se movía, pero una ráfaga de adrenalina me golpeó por completo, haciendo que saliera de mi escondite y dirigiéndome a la puerta, al salir de ahí pude ver que solo se encontraban unas escalera cuesta arriba, no sabría que es lo que me pasaría pero debía intentarlo al menos, al subir las escaleras pude ver que me encontraba en una casa, estaba muy desordenada, muchas cajas arrinconadas con contenido dudoso, telarañas por donde alcanzaba mi visión y solo escuchaba de nuevo los pasos, sentí terror al escucharlos porque me podrían atrapar de nuevo, saber lo que me harían por haber golpeado a su amigo me tenía congelada, aunque mis ganas de salir de ahí y estar a salvo en los brazos de Camila me hacían fuerte. Fui a uno de los cuartos para esconderme de ellos, entré a uno y era el baño.

Xx: ¡¿Seguía ella ahí?!.- se escuchó la voz de uno, estaba bastante furioso.

Xx: ¡No lo sé! ¡Cuando llegué estaba tendido en el piso con mucha sangre saliendo de el!.- el otro tipo si se preocupaba por su amigo.

Xx: ¡Maldita sea!.- un silencio se hizo presente y luego el sonido de una cachetada.- ¡Ella ya debió de haber escapado! ¡Ahora ve por nuestra mina de oro!.- ¿mina de oro? me asomé un poco para ver si ya no estaba y estaba en lo correcto, uno de los hombres había bajado mientras que el otro salió. No lo pensé ni por un segundo y fui directo a donde el sujeto había desaparecido. Al llegar la perilla no abría más, tenía puesto un seguro por fuera, todas mis fuerzas estaban en esa perilla, casi luchaba contra ella.

Xx: Hola, hola postrecito.- sentí escalofríos, todo el trabajo en vano este era completamente mi fin.- No entiendo como una pequeña como tu, pudo acabar con uno de mis hombres.- decía en un tono frío.- Pero obviamente no me pondré a investigarlo.- se acercaba poco a poco, solo unos cuantos centímetros nos separaban, miraba a mis lados para saber si se encontraba algún objeto con el que pudiera defenderme, pero solo se encontraba un paraguas, lo tomé, si era mi fin al menos no me daré por vencida.

Xx: ¿Tu crees que con eso me vas a detener?.- una carcajada burlona salió, un sonido horrible.- Que equivocada estás linda.

L: Tal vez no, pero puedo hacer el intento.- diciendo lo último, con la partea punzante del paraguas logre darle un golpe en su gran estomago, haciendo que de inmediato se quejara del dolor y alejándolo de mi, corrí hasta toparme con la cocina, donde agarré un cuchillo, tal vez me salve o puede que muera, aún es incierto mi futuro.

Xx: ¡Maldita perra!.- apareció entre la entrada a la cocina. Con una mano se agarraba donde anteriormente se encontraba la punta del paraguas, y con la otra estaba detrás de el como si quisiera sacar algo.- ¡Esto no se quedará así, bastarda!.- al fin hizo aparecer el objeto que tenía detrás, era un arma, apuntando hacía mi. Me quedé congelada, ya no pude ser capaz de nada.- ¡Ahora verás con quien te haz metido!.- de pronto un sonido muy fuerte acaparó toda la habitación, era un disparo.







*Omg, es momento de rezar a la GodAlly pa' que a nuestra Lauren no le pase nada mis manas, espero les haya gustado mucho el cap.*

No se les olvide dejar su estrellita, comentar que me hace happy happy y si desean pueden seguirme pa leer más historias chidas. <:


Pd: Perdón si hay faltas ortográficas. 

¡La extraña empleada de papá! •Camren•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora