10. Sunflower.

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Girasol.


Minho despertó a Sophie antes del amanecer, sacudiéndola suavemente mientras sostenía una lámpara. Sophie se levantó pesada pero rápidamente, se puso sus botas y lo siguió hasta la parte trasera de la Finca, donde se encaminaron a una pequeña construcción. Era un depósito donde se guardaba más que nada la comida, pero también había artículos de los Corredores. Agarró una caja donde había calzados para correr. Sophie ya poseía uno, pero estaba desgastado por ese año y medio que estuvo usándolo.

- ¿En serio calzas 36?- dijo Minho mientras le alcanzaba las zapatillas y reía de ternura.- Eres toda una bebe.

Después de rodar los ojos agarró bruscamente el calzado, se sentó y se los colocó. El chico mientras revisó entre los estantes más altos y sacó una mochila, la lleno con varias cosas, botellas de agua, algo para comer, un pantalón corto de mujer y una remera de hombre, ya que no encontró otra. La chica la tomó y se la colocó en la espalda.

- ¿Tienes un buen... ya sabes...?- dijo un poco nervioso mientras hacía unos gestos con la mano a la altura del pecho.

- Supongo que hablas de un sostén. Al menos espero que sea eso...

Minho asintió rápidamente.

- Si, lo tengo.- dijo mientras se mordía el labio.

El Encargado comenzó a correr unas cajas de la pared que estaba enfrente suyo. Lo ayudó a despejar el área. Allí había una puerta en el suelo que llevaba a una escalera. Minho le aclaró que allí es donde guardaban las armas. Rápidamente Sophie eligió una daga y un puñal y los puso en su pantalón. Después de toda la introducción de Minho a los Corredores fueron a desayunar, pero no se quedaron en la Finca, nadie se quedó adentro. Los gritos de Gally se habían vuelto peores que ayer. Espero que pueda sobrevivir, pensó Sophie cuando lo escuchó gritar más fuerte que nunca. Se le humedecieron los ojos de nuevo hasta que Sartén les entregó su desayuno y la alejó de sus pensamientos. Se sentaron a comer casi en silencio a unos metros de la Finca. Lo hicieron lo más rápido que pudieron para largarse de allí y no tener que escuchar al Constructor agonizar.

- Bueno, como sabes, no encontramos una mierda todavía. No hay nada nuevo que deba contarte, sabes que el Laberinto tiene ocho Secciones cuadradas. Todas las noches cambian los muros que están más alejados del Área y que debemos hacer mapas todos los días. Por ahora yo los hago y tu me miras. Vamos a ir a la Sección Ocho.

Dicho eso Minho se paró y le ofreció su mano para ayudarla a levantarse. Fueron a dejar los utensilios a la Finca y se encaminaron hacia la Puerta Oeste, por donde entrarían a la Sección Ocho.

- ¿Lista?

-Siempre.- le dijo la chica mientras largaba un gran suspiro y le sonreía.

Minho le devolvió la sonrisa y emprendió su camino al Laberinto seguido de Sophie. Doblaron cinco veces y recorrieron cinco pasillos extensos. Izquierda, derecha, derecha, izquierda, derecha. Minho paró repentinamente y se quitó la mochila de los hombros, sacó un bloc y un lápiz y comenzó a hacer anotaciones.

- Para ser corredor se debe tener una gran memoria, pero las ayudas nunca están de más.

Luego de terminar el dibujo del recorrido que habían hecho, se levantó y continuó corriendo, aunque esta vez sacó su machete y cortó un poco de las lianas que se esparcían por los muros. Hacían pequeños descansos para tomar agua, en cualquier momento su vejiga explotaría. No había pensado en qué pasaría si tuviera ganas de ir al baño. Los chicos solo debían hacerlo contra el muro y ya, ¿pero yo que hago?, le tendré que pedir que se aleje un poco para poder hacerlo, a la vuelta de una intersección, pensaba Sophie en el tercer pequeño recreo. 

1| If walls could talk | Gally | The Maze RunnerWhere stories live. Discover now