Still | h.s

XXVIII

— Me encanta, para mi cumpleaños quiero uno igual.

— Acabas de cumplir años, ya te he hecho uno.

— El próximo año, o como celebración de nuestra amistad.— Me guiño un ojo, yo reí.

— Lo pensaré.

Salimos de la cocina y caminamos a las puertas corredizas que daban con el jardín, allí se encontraban todos, Toby corría por todas partes ladrándole a los desconocidos. Y los pequeños estaban en un tapete que habíamos comprado Zoe y yo, era musical y con dibujos, los pequeños se entretenían ahí.

— Hola piernas sexys.— Saluda Stevie cuando me ve llegar.

— Hola Stevie.— Me reí, siempre que lo veía-que eran pocas veces- me saludaba con ese apodo solo para hacer enojar a Harry.

— Ya te dije que dejaras de decirle así a mi novia.— Le dice Harry acercándose.— Solo yo puedo decirle eso.— Me sujeta de la cintura.

— Bueno y yo te he dicho también, que no me importa lo que digas.— Le saco su lengua como un niño pequeño, Harry negó con su cabeza y me miró.

— ¿Ya has preparado todo?

— Sip, todo está listo.— Sonreí, él imitó mi gesto y se acercó a besar mis labios.

— ¿Estás emocionada?

— Mucho.— Lo abrazo por la cintura.— Serán unas vacaciones geniales, como aquellas que pasamos en Zanzíbar.

— Uh...Fueron geniales, pero éstas serán el doble de maravillosas.— me guiñó un ojo.

— ¿Ah si? ¿Por qué?

— Ya verás.— Besa mi mejilla antes de alejarse de nuevo con sus amigos.

La parrillada fue genial, Harry se la estaba pasando bien, lo sentía feliz, excepto por las veces que Stevie lo hacía enojar con sus comentarios, aunque a todos nos causaba gracias y a mi un poco más, amaba verlo celoso. Cerca de la una de la madrugada comenzaron a irse todos, Niall y Liz se ofrecieron a cuidar a Toby así que ellos se lo llevaron y James se fue con Zoe y Nate, quienes fueron los últimos en irse.

— Mi teléfono siempre estará encendido.— Le digo a Zoe antes de que se vaya.— Llámame para cualquier cosa.

— Ya tranquila, todo estará bien, disfruta de tus vacaciones con Harry.— Me abrazó.— Recuerda lo que te dije.

— Si, si.— Besé la frente de James, los abracé a ambos, luego intercambiaron unas cuantas palabras con Harry, se despidieron y se fueron.

**

Había sido un vuelo, larguísimo, habíamos tenido que hacer conexión en Los Angeles y luego seguimos viajando. Llegamos a Honolulu, Hawaii a las doce del mediodía, la mayoría del vuelo lo pasamos durmiendo por lo que no estábamos del todo cansados.

— Las personas nos ven raro por como vamos vestidos.— Le dijo a Harry mientras caminamos a recoger nuestras maletas.

— Bueno de donde venimos estamos a 1ºC.— Reí.— Frente al aeropuerto y un lugar donde rentan autos, luego de recoger las maletas, vamos.

Solté una carcajada al escuchar las altavoces del aeropuerto.

— ¿Esa no es una canción de tu banda? Ahora las usan en los aeropuertos.— Reí fuerte, Harry me miró mal.

— Anda, vamos.— Tomó nuestras maletas y nos arrastró a la salida.

— Sería gracioso que después de esa pusieran una tuya.— Harry no dijo nada, pero sabía que quería reír, estaba mordiendo su labio inferior.